Diputados ven espacio de alza entre 3% y 4% para el reajuste salarial del sector público
Parlamentarios dicen que lo ideal es que la definición del guarismo sea después de la elección presidencial y legislativa del 19 de noviembre y que el monto apunte a un equilibrio entre la responsabilidad fiscal y el poder adquisitivo de los trabajadores.
—En el campo de la política es donde finalmente se define todos los años el reajuste de remuneraciones de los empleados públicos, esto a pesar de la negociación previa que el Gobierno instala con la Mesa del Sector Público (MSP).
La definición más compleja del último tiempo fue la que se vivió el año pasado, cuando tras varios rechazos en el Congreso -incluso con votos en contra del oficialismoLa Moneda logró gracias a un acuerdo con la oposición el despacho de un incremento de 3,2% nominal. Ello implicó la aprobación del proyecto en los términos originales planteados por el entonces ministro de Hacienda Rodrigo Valdés.
El debate de este año se avizora tanto o más complejo, en medio de un año electoral y de las presiones de la MSP para adelantar la negociación (ver relacionada).
En ese plano, la primera valla que enfrentará Teatinos 120 ahora comandado por Nicolás Eyzaguirre en el Congreso será en la Cámara de Diputados, instancia donde históricamente esta discusión enciende los ánimos.
Uno de los primeros en fijar su posición sobre el monto y los tiempos del debate fue el diputado de la Comisión de Hacienda Pablo Lorenzini (DC). “El reajuste hay que verlo con calma, los gremios están pidiendo un 6% y yo le plantee (a Eyzaguirre) que iba a pelear para que la cifra que saliera del Congreso sea de un 4%”, dijo.
Quien evitó pronunciarse respecto de una cifra específica, pero planteó la inconveniencia de que el tema sea zanjado en la previa de las elecciones, fue el presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade (PS). “Estas discusiones en el clima de campaña nunca son sanas porque se extreman las posiciones, algunas desde el conservadurismo y otras desde el voluntarismo, y cuando se
trata del sueldo de las personas eso no es bueno, pero es una discusión un tanto inútil porque el tema está ahí. Me gustan los acuerdos de más largo plazo, me gustan los reajustes escalonados y me gusta que el clima se dé lo más lejos de los procesos electorales”, señala Andrade, quien sin embargo advierte: “como se ve ninguna de estas cosas en esta ocasión se pueden cumplir, a pesar de que voy a insistir en los reajustes escalonados”.
Desde Chile Vamos, el diputado e integrante de la Comisión de Hacienda, Ernesto Silva, (UDI) recordó que el escenario de estrechez fiscal obliga al Gobierno a enlazar el debate del reajuste con el del Presupuesto del próximo año. “La discusión del Presupuesto y del reajuste tienen que entenderse como una decisión en conjunto porque no sirve de nada ser austero en un Presupuesto y
gastarse todos los recursos en aumento de salarios, son dos decisiones que afectan la responsabilidad fiscal y la situación con lo que se va a enfrentar el próximo gobierno. Por lo tanto, así como creemos que el Presupuesto no debiera aumentar más de 3%, tampoco vemos razones para que el reajuste supere esa cifra”, dice.
Similar planteamiento expresó su colega y correligionario Felipe de Mussy. “Si uno piensa que el Presupuesto del 2018 tendrá un incremento del 3%, creo que un reajuste por una magnitud similar sería algo prudente”, añadió el diputado.P
ZFuentes de Gobierno han sincerado que comparten la necesidad de zanjar la cifra de reajuste del sector público después de la primera vuelta presidencial.
“Modificaciones sustantivas al proyecto Sernac no van a haber”.
JORGE PIZARRO Senador DC PÁG.21