Salida de Potash abre opción para que las AFP puedan volver a invertir en SQM
Tras dos años fuera, fondos de pensiones evalúan ingresar a la propiedad de la minera.
—Operadores locales y extranjeros han ofrecido a las AFP aprovechar la salida de PCS de la propiedad de SQM para volver a invertir en la compañía. El 32% que Potash evalúa enajenar está valorizado en US$4.514 mills.
Luego de que se conociera la decisión de PCS de vender su 32% en la minera no metálica, brokers nacionales y extranjeros contactaron a los fondos de pensiones -que salieron de SQM en 2015- para tantear su intención de participar en el proceso de enajenación.
— Los dos años de autoexilio de las AFP en la propiedad de SQM podrían estar cerca de terminar.
La venta del 32% de la minera no metálica por parte de Potash Corporation of Saskatchewan (PCS) abrió el apetito de los fondos de pensiones por volver a la compañía, pero no por iniciativa propia.
Tras el sorpresivo anuncio de enajenación, brokers nacionales y extranjeros decidieron buscar interesados en el paquete accionario y el resultado natural, según comentan en la industria, fueron las AFP y fondos de inversión -a quienes ya contactaron-, puesto que son los únicos que podrían estar dispuestas a adquirir ese porcentaje sin obtener el control.
Lo anterior, considerando que por ley, las AFP en la suma de sus multifondos puede tener hasta el 7% de las acciones de una empresa, y las seis administradoras en su conjunto -Habitat, Cuprum, Modelo, Planvital, Provida y Capital- podrían tomar el paquete de PCS completo.
La salida de las administradoras de la minera no metálica se dio en medio de la disputa de su controlador, Julio Ponce Lerou, con Corfo por el Salar de Atacama. Por eso mismo, comentan en el mercado, la respuesta de las administradoras a los brokers habría sido clara: si Corfo y SQM llegan a un acuerdo en el que el ingreso de éstas destrabe la disputa, entonces ellas están dispuestas a comprar.
Desde agosto de 2013, las AFP comenzaron un proceso de desinversión que se tradujo en la salida definitiva de los fondos de pensión de SQM en octubre de 2015, y de las sociedades aguas arriba, donde hoy sólo mantienen pequeñas posiciones en Norte Grande, Oro Blanco y Nitratos.
De concretarse ésta opción, las administradoras podrían volver a detentar acciones serie A, luego de que en 2001 vendieran el 33% de dicha serie a PCS, justo cuándo la canadiense disputaba con Ponce el control de Soquimich.
LO QUE VENDE PCS. La fusión con Agrium, según han estipulado los reguladores de libre competencia de China e India, obligaría a PCS a vender sus participaciones minoritarias en distintas compañías.
Según su última memoria anual, Potash cuenta con inversiones en cinco compañías alrededor del mundo. A diciembre de 2016 tenía el 22% en Sinofert Holdings, el mayor distribuidor de fertilizantes en China (valorado en unos US$249 millones); el 28% de Arab Potash Compa- ny, de Jordania (valuada en unos US$592 millones); el 14% de Israel Chemicals (en cerca de US$805 millones); el 32% de SQM, y el 33% de Canpotex, joint venture canadiense de exportación y comercialización de carbonato de potasio, donde Agrium, Mosaic y Potash son dueños por igual, por lo que la firma no transa de forma abierta en bolsa.
EL 32% de Soquimich está compuesto por el 44,85% de las acciones serie A, lo que equivale a unos US$3.388 millones, según el precio del papel. Asimismo, la firma canadiense tiene en su poder el 16,75% de la serie B, lo que significarían otros US$1.126 millones. De este modo, el total de la participación de Potash en SQM bordearía los US$4.514 millones.
Más allá de la liquidez de los papeles, son los derechos políticos de ambas series los que hacen la diferencia. La A elige
a 7 de los 8 directores y al existir un número par en la mesa, el presidente tiene el voto dirimente. La serie B, en tanto, sólo elige a 1 director. En este escenario, el porcentaje que ofrece PCS elige a 3 representantes, mientras que el paquete en manos del pacto controlador (Pampa y Kowa), a4, y con ello al presidente.
Por eso es que en el mercado apuntan a la dificultad de enajenar el porcentaje. Quien lo adquiera y busque tener injerencia en el directorio deberá negociar un acuerdo de convivencia con el grupo Pampa, tal como el que tiene hoy PCS.P