Autores del estudio: El principal desafío es diversificar su financiamiento
Ambos expertos abogan por que la relación de las organizaciones con el Estado sea más igualitaria, de forma de poder trabajar en conjunto por la sociedad.
—El Director del Centro de Políticas Públicas de la UC, Ignacio Irarrázaval y el director de Chile+Hoy -fundación que promueve la sociedad civil en Chile- Armando Holzapfel, son los autores del estudio. Y en su análisis coinciden en que uno de los mayores desafíos hoy en día para las organizaciones de sociedad civil es la diversificación de su financiamiento.
Bajo ese antecedente, Ignacio Irarrázaval, indica que no es sólo facilitar las relaciones con el Estado, “sino que también es el modo de actuar”. Así explica que esto también pasa fuertemente por un tema de donaciones. “No puede haber hegemonía de una de estas fuentes de financiamiento, si queremos un sector de las OSC libre, autónomo, no puede haber captura por parte de los fondos del Estado y no puede haber una mercantilización a través de una mera venta de servicios”, puntualiza el experto.
De este modo, apela por que las OSC sean más reconocidas, indicando que las relaciones con el Estado no son simétricas.
En esa línea, manifiesta que resulta extraño que cuando una organización del Estado desea por ejemplo, apoyar a niños vulnerables, lo haga por su cuenta y no consulte a las organizaciones que están trabajando en lo mismo desde mucho antes.
“La forma de relacionarse muchas veces es unilateral, en el sentido que el Estado dice que le preocupan los adultos mayores y fija ciertas políticas públicas, pero muchas veces es el Estado actuando sobre sí mismo, pensando en sus servicios públicos, que es natural que así sea, pero nosotros queremos decir que también hay una infinitud de organizaciones que está trabajando día a día. Si queremos construir un país más sustentable, con mejor calidad de vida, hay que involucrar a todos los actores”, explica.
En ese sentido, anunció que les han planteado a los candidatos presidenciales que es muy importante utilizar esta capacidad instalada que tienen las OSC, tanto prácticas como teóricas. “Hay una capacidad potencial gigante y debiera tener una interacción mucho más formal, mucho más continua con el quehacer del Estado”, subraya.
Por su parte, Armando Holzapfel, realiza un llamado a que las OSC saquen la voz y “nos demos cuenta del importante aporte que hacemos para el desarrollo del país”.
Bajo esa línea, Holzapfel precisa que el problema es que no existe un reconocimiento real del aporte que significan las organizaciones de la sociedad civil. “A veces se les mira simplemente como un prestador de servicio y somos mucho más que eso”, rescata.
De este modo, señala que el Estados y las organizaciones de sociedad civil deben tra- bajar en conjunto. “El Estado debe proveer un marco institucional en el cual nosotros podamos jugar. Junto a nosotros marcar la cancha, generar en conjunto las reglas del juego y apoyar la labor que realizan las OSC, sin capturarnos o generar un nuevo modelo de contrato que parta de la base que no somos prestadores”.
Otro desafío que el director de Chile+Hoy menciona es que la organizaciones deben hacer crecer la generación de recursos propios. “El sector de la filantropía debería crecer al igual que la generación de ingresos propios, por al final es la única manera en que las organizaciones pueden mantenerse apegadas a su misión”, enfatiza.
En ese ámbito reconoce que “los que trabajamos en estas organizaciones, sabemos que a veces uno acomoda a la organización para poder recibir ciertos fondos”.
Por último, señaló que los fondos públicos deben tener una mirada de mediano y largo plazo. “Un problema actual es que las distintas de financiamiento son por un año y los proyectos en el ámbito que sea no logra nada en un año”, asevera.P
“Un problema actual es que las distintas vías de financiamiento son por un año y los proyectos en el ámbito que sea no logra nada en un año”.
“No puede haber hegemonía de las fuentes de financiamiento. Si queremos un sector de las OSC libre, no puede haber captura por parte de los fondos del Estado y no puede haber una mercantilización a través de una mera venta de servicios”.