EDITORIAL: La Araucanía seguirá a la espera
Si el Gobierno decidió tomar cartas en el asunto, lo recomendable habría sido que ya se hubieran concretado las decisiones, especialmente ante la inminencia de la elección presidencial.
ÉL NO ME ha presentado ninguna renuncia”, señalaba el miércoles la Presidenta Michelle Bachelet respecto de su subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, quien está en el foco de atención tras los rumores acerca de su dimisión, debido a la molestia luego de que La Moneda decidiera recalificar la aplicación de la Ley Antiterrorista a cuatro comuneros mapuches. Pese al empeño puesto por el Gobierno para descartar una crisis, lo cierto es que el tema se mantendrá abierto mientras Aleuy siga haciendo uso de su feriado legal, que en total considera 18 días.
“Hoy como sociedad democrática y madura queremos dar un paso decisivo para enfrentar la historia de desencuentros y postergación que afecta desde hace siglos a la Región de La Araucanía y al pueblo mapuche”, señaló en julio la Presidenta al momento de presentar medidas para La Araucanía. Sin embargo, pese dicho anuncio y al envío al Congreso (ayer) de un proyecto de ley, no existe una política clara respecto de la situación de esa zona.
El grado de conflictividad que se ha dejado ver en ese punto del paí requiere de acciones de fondo y no sólo de anuncios que posteriormente no se concretan en un tiempo adecuado. Es cierto que se trata de una tema pendiente desde hace mucho, pero si la actual administración decidió tomar cartas en el asunto, lo recomendable es que mucho antes que ahora se hubieran concretado las decisiones. El problema es que el país está ad portas de las elecciones y de la llegada de un nuevo Gobierno, que lo único que asegurará es comenzar nuevamente de cero. En suma, por ahora un plan de desarrollo y de seguridad pública en La Araucanía seguirá a la espera.