Serie #17ODS: hacia una nueva lógica de cómo producir y consumir
Desvincular el crecimiento económico del uso de los recursos naturales es clave.
—Para lograr crecimiento económico y desarrollo sostenible, es urgente reducir la huella ecológica mediante un cambio en los métodos de producción y consumo de bienes y recursos. La agricultura es el principal usuario de agua en el mundo y el riego representa hoy casi el 70% de toda el agua dulce disponible para el consumo humano.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) N°12, “Producción y Consumo Responsables”, justamente tiene como objetivo generar conciencia y crear iniciativas en este aspecto. “La consecución de este ODS requiere un sólido marco para el consumo y la producción sostenibles que esté integrado en los planes nacionales y sectoriales, en las prácticas comerciales sostenibles y en el comportamiento de los consumidores”, indica la ONU.
Desvincular el crecimiento económico del uso de los recursos naturales es fundamental para el desarrollo sostenible. Las cifras mundiales, sin embargo, apuntan a un empeoramiento de las tendencias: el consumo interno de materiales (la cantidad total de recursos naturales utilizados en procesos económicos) aumentó de 1,2kg a 1,3 kg por unidad del PIB entre 2000 y 2010.
Por otro lado, el consumo interno de materiales total también aumentó durante el mismo período, de 48.700 millones de toneladas a 71.000 millones. Ese aumento se debió en parte a un mayor uso de los recursos naturales, en particular en Asia Oriental.
La gestión eficiente de los recursos naturales compartidos y la forma en que se eliminan los desechos tóxicos y los contaminantes son vitales para lograr este objetivo. También es importante instar a las industrias, los negocios y los consumidores a reciclar y reducir los desechos, como asimismo apoyar a los países en desarrollo a avanzar hacia patrones sostenibles de consumo para 2030.
SEGURIDAD ALIMENTARIA. El consumo de una gran proporción de la población mundial sigue siendo insuficiente para satisfacer incluso sus necesidades básicas. En este contexto, es importante reducir a la mitad el desperdicio per cápita de alimentos en el mundo a nivel de comercio minorista y consumidores para crear cadenas de producción y suministro más eficientes. Esto puede aportar a la seguridad alimentaria y llevarnos hacia una economía que utilice los recursos de manera más eficiente.
Chile, con su vocación de potencia agroalimentaria, ha tomado el toro por las astas con respecto a agricultura sostenible y responsable. Por ejemplo, a nivel privado, varias industrias de este rubro –muchas veces con apoyo estatal- han cambiado sus formas de producción. Por ejemplo, el “Código de Sustentabilidad” de I+D Vinos de Chile, está orientado a incorporar prácticas que generen valor en las empresas vitivinícolas nacionales, sobre la base de requisitos en tres áreas: verde (viñedo), roja (proceso) y naranja (social).P