Andrés Chadwick: “Soy fundador de la UDI y la conozco. No está en su ADN quedarse aferrada al pasado”

Luego de que los ministros arremetieran contra el programa de Sebastián Piñera, el jefe político del comando califica la estrategia de “burda y rústica”. Dice que obedece a una situación de “gran frustración” debido a que el oficialismo no tiene una “eval

ES UNO DE LOS COLABORADORES más cercanos del ex Presidente Sebastián Piñera. Fue vocero en el gobierno anterior, también ministro del Interior y hoy ocupa el cargo de jefe político del comando. Muchos lo ven como un colaborador que de seguro estará otra vez en La Moneda en caso de que Chile Vamos logre llegar a la Presidencia, pero él no se adelanta y dice que es una decisión que le corresponde exclusivamente al ex mandatario y que no se tomará ninguna determinación hasta después de las elecciones.

Desde las oficinas del ex Presidente ubicadas en Apoquindo 3000, Chadwick asegura que su sector está preparado para proponer un proyecto país lo más amplio posible, con miras a estar por lo menos ocho años en el poder. Sabe que en caso de que triunfen, el bloque tendrá que liderar un fuerte proceso de diálogo con la oposición y adelanta “la desintegración de la Nueva Mayoría” que, según él, se irá “hacia una izquierda más en la línea del Frente Amplio, de los dirigentes más jóvenes” y que por eso el desafío será que la centroderecha tenga una base política más amplia de la que han tenido históricamente. La semana pasada estuvo marcada por la arremetida de los ministros contra el programa del ex Presidente Sebastián Piñera, ¿qué le parece esa polémica? —Me parece una polémica muy menor. Todas las personas que conocen lo que son los proyectos de obras públicas saben perfectamente que son inversiones y proyectos que requieren de tiempo y es muy normal que se traspase ese proyecto de un gobierno a otro. ¿Es una tendencia del Gobierno enfrentarse a Piñera?

—Desde hace un tiempo que el Gobierno cada vez va teniendo una mayor participación en la campaña electoral en términos de buscar atacar, descalificar o contradecir lo que diga o no diga, lo que haga o no haga Sebastián Piñera. Eso obedece a una situación de gran nerviosismo y frustración que el Gobierno está sintiendo, de que puede que se dé la oportunidad de que la Presidenta Bachelet tenga que entregar la banda presidencial a, eventualmente, Sebastián Piñera y eso les debe producir desilusión. ¿Se puede ver como el reconocimiento de cierta incapacidad política del mismo senador Guillier? —Eso es parte de lo que yo creo que está ocurriendo y por lo tanto han buscado poder ayudar y colaborar a la campaña de Guillier llevando las vocerías a La Moneda y haciendo que quien confronte a Sebastián Piñera sea más bien La Moneda más que el candidato Alejandro Guillier, en razón de que tienen que estar haciendo una evaluación que no es satisfactoria. Lo tenemos bastante claro, ha sido muy obvio y rústico cuando vemos que tres, cuatro, ministros salen en un mismo orden con una distancia de algunos minutos al mismo discurso. Uno que ha tenido la experiencia de gobierno sabe que eso no es casualidad así que lo tenemos súper incorporado, sabemos que obedece a una estrategia electoral. ¿El programa que presentaron la semana pasada logra conquistar a los votantes más allá del tradicional electorado de centroderecha? —Esa es nuestra aspiración. Hemos hecho un programa de gobierno pensado para todos los chilenos. No está hecho para un sector estric- tamente partidista, ni para nichos específicos, ni para grupos de intereses ni para grupos de presión. Hemos hecho un programa de gobierno que lo que busca es armonizar y darle la misma relevancia a cuatro principios que son básicos para nosotros que son la libertad, la justicia, el progreso y el bienestar. Los partidos al mismo tiempo entienden y participan del mismo espíritu, que tenemos que ir más allá, que es una propuesta para el país, una propuesta de futuro y una propuesta hecha para todos los chilenos, con nuestra coalición, pero junto a nuestra coalición superar las fronteras de nuestra propia coalición para llegar a sectores más amplios. ¿No cree que es un programa

muy ambicioso, al estilo Bachelet? Proponen alrededor de siete reformas. —Sí, es ambicioso, desafiante, exigente, tiene una mirada de futuro. En lo inmediato tenemos una meta de largo plazo como es el 2025 poder hacer de Chile un país desarrollado, que es una de las metas más ambiciosas que puede tener el país hoy día porque históricamente nunca lo ha podido lograr. Pero al mismo tiempo, y por la experiencia que nosotros tenemos de gobierno, lo que hemos hecho es que sea una propuesta que esté pensada no sólo para un gobierno sino que tenga propuestas y proyectos que se van a desarrollar en plazos de ocho años, gradualmente y que sea trabajado

sobre la base de acuerdos y consenso, sobre la base de la unidad. ¿Están preparados políticamente para tender esos puentes y ese diálogo? —Ese desafío el Presidente Piñera lo tiene muy claro y ha profundizado mucho en que sólo lo vamos a poder lograr en la medida que lo transformemos en algo que lo hacemos entre todos. Es lo que ha denominado como una inspiración, un espíritu de lo que fue la transición a la democracia. ¿Quiénes serán esos socios políticos?

—Hay dos maneras de ver los socios de un proyecto político. Una, que es a mi modo la más fundamental, que es buscar la complementariedad y la armonía para desarrollar el proyecto con los sectores sociales. Esa base social si la logramos comprometer en este proyecto va a influir y va a presionar mucho al mundo político. En la franja tienen un capítulo en que abordan el tema de la “tómbola” con cierta ironía. ¿Cómo se entiende la crítica si mantendrán el sistema para la admisión del 70% en los colegios? —Es que nosotros no vamos a mantener la llamada tómbola. ¿Ni siquiera para el 70%?

—Nosotros aspiramos a que no exista el factor suerte, que es el factor tómbola. Para eso nosotros tenemos un 30% para efectos de que se pueda elegir y determinar la elección de la escuela o del colegio hijo sobre la base de la diversidad de proyectos educativos y tenemos un 70% donde queremos mejorar y perfeccionar el sistema actual para efectos de que el factor azar desaparezca. La idea es ir creando un sistema que perfeccione el sistema actual para que no exista la incertidumbre de no saber dónde ni en qué colegio va a quedar mi hijo. Pero en la implementación del nuevo sistema en Magallanes la mayoría de las familias quedó en sus primeras preferencias. —Punta Arenas, que es donde se ha ido aplicando, son realidades más chicas, más locales y por lo tanto, hay que ver el efecto que esto produce en localidades mayores. Entonces se dan factores geográficos, de densidad de población y de disminución de oferta educativa que es lo que está ocurriendo hoy día. Por lo tanto, tomando esos dos elementos, nosotros creemos que el sistema actual tiene que ser corregido para evitar la situación de la inseguridad o la incertidumbre de dónde puedo educar a mi hijo. Porque el principio que queremos que nos oriente no es la tómbola, es el derecho de los padres a elegir dónde educar a los hijos. La semana pasada Patricio Fernández en una columna aseguró que Piñera tiene una misión en cuanto a modernizar la derecha chilena, ¿lo ve así? —Lo que uno, y el Presidente Piñera, tiene claro es buscar desarrollar un proyecto que pueda tener un mayor futuro en términos de lo que se pretende hacer, de las metas que se quieren alcanzar y cómo esas metas requieren de mayor tiempo y también de generar una base social que vaya compartiendo ese proyecto y que sea más amplia de lo que ha sido nuestra base política actual. Ahora, no hay que ser ampuloso ni grandilocuente, y eso nosotros también lo hemos aprendido. No es que vengamos a modernizar o a crear una nueva derecha, no. Si somos gobierno nos interesa un proyecto país y para darle sustento a ese proyecto país que es el progreso y solidaridad, y que es alcanzar el desarrollo integral, necesitamos bases sociales, que se reflejen además en bases políticas más amplias que la que tenemos dentro de nuestra propia coalición. Cuando llegó Bachelet a su segundo mandato se dijo que comenzaba un nuevo ciclo político, ¿ese nuevo ciclo político se inaugurará con Piñera en caso que gane? —A nosotros nos interesa desarrollar un proyecto político, pero sabemos que eso no se hace en un gobierno, sino que se hace con más tiempo, pero tenemos una diferencia muy grande con el proyecto que quiso encabezar la Presidenta Bachelet. Ella quiso buscar un Chile refundacional, iniciar un proyecto desde cero, borrando todo lo que se había hecho antes. Ella quiso iniciar un proyecto donde aprovechando mayorías electorales, que son siempre ocasionales, viniera esa famosa frase de pasar la retroexcavadora. Nosotros tenemos una actitud completamente distinta. Queremos hacerlo con un espíritu de una segunda transición, con unidad no con soberbia, con diálogo y no con retroexcavadora, reconociendo lo bueno y manteniéndolo, mejorando lo que nosotros consideramos que debiera ser mejorado, aprovechar el aporte que todos han hecho y que pueden seguir haciendo y no el sectarismo y la ideología por delante, ni la obstinación a pesar de que las cosas no anden bien.