El nuevo timonel de la Fed sería beneficioso para los bonos de mercados emergentes
Powell es considerado como un continuador de la cautela monetaria de Janet Yellen, lo que mantendría el escenario favorable para estos activos.
EL MÁXIMO puesto del banco central más poderoso ya tiene nuevo dueño, y la expectativa es que beneficie a los mercados emergentes.
El sucesor de Janet Yellen a la cabeza de la Reserva Federal de EEUU será Jerome Powell, gobernador de la entidad, que fue elegido por sobre el economista John Taylor, considerado como más agresivo.
Powell, considerado más dovish (cauteloso en cuanto a alzas de tasas), “le da tranquilidad al mercado”, explica Carlos Schneider, subgerente de renta fija internacional de BICE Inversiones. Su elección, agrega, levanta entre inversionistas y operadores la expectativa de que las futuras alzas de tipos de interés en EEUU tengan un “timing apropiado”: “El sesgo de alzas se mantiene, pero va a ser pausado”.
Esto mantendría un ambiente auspicioso para los activos emergentes.
Desde Euroamerica, el gerente de estudios de inversiones Luis Felipe Alarcón, dice que se delineó con la selección de Powell una mantención de las expectativas de alzas futuras, con una en diciembre de este año y tres en 2018.
“En términos de financiamiento el mundo en general va a seguir bastante positivo para las regiones emergentes”, dice.
Durante el año, el bajo nivel de los tipos de interés en el mundo desarrollado (EEUU y Europa), han llevado a los inversionistas a mercados desarrollados en busca de rendimientos.
Según refleja el CEMBI, los bonos corporativos de los mercados emergentes globales rentaron un 7,72% en los primeros diez meses del año. En ese mismo periodo, el índice Global Aggregate Bond Index, también de JP Morgan, se elevó un 5,78%.
Desde BCI Asset Management, el jefe de fixed income Latam, Felipe Lubiano, apunta que “en la medida en que la tasa no vaya subiendo demasiado, no debería haber ningún evento risk off de Latinoamérica”, pero destaca que “el sentimiento es neutral”, dado que no ha habido un cambio significativo en los fundamentales de las compañías.