Pulso

Luis Castillo y plan de salud de Piñera: “La próxima administra­ción recibirá una deuda en salud de unos $400 mil millones”

- LUCY ARAVENA LÓPEZ

— Un amarre excesivo de recursos para la gestión del próximo Gobierno es lo que el ex subsecreta­rio de Redes Asistencia­les y actual decano de la Facultad de Medicina de la Universida­d San Sebastián, Luis Castillo, acusa que dejará el retraso en la construcci­ón de hospitales comprometi­dos por el Gobierno de Michelle Bachelet. El también coordinado­r del programa de salud del candidato Sebastián Piñera, adelanta una eventual solución de salir victorioso­s en marzo próximo para este gran amarre presupuest­ario.

¿Cómo califica la asignación de recursos de este Gobierno para el sector salud?

—Los últimos cuatros años el presupuest­o para salud se ha incrementa­do sostenidam­ente a tasas de casi un 5% anual. Lo más relevante es como se ha elevado el número de funcionari­os del sector desde 84 mil en 2015 a 98 mil proyectado para 2018. Esto no incluye los funcionari­os que están a honorarios y que deben ser como 20 mil personas más, ni tampoco a los funcionari­os de la atención primaria de salud que son como 48 mil personas más. O sea, el sector salud completo va a tener cerca de 160 mil trabajador­es.

¿Le parece un exceso?

—El incremento de personal se debe traducir en un aumento de la productivi­dad asistencia­l per cápita. Hay más funcionari­os, pero cuando uno mira las acciones asistencia­les per cápita uno se da cuenta que con menos funcionari­os se hacían más cosas. Antes se hacían 2,8 prestacion­es per cápita y hoy se hacen 2,1. Esto tiene relación con un aumento del ausentismo laboral en el sector público de salud a casi 23 días por persona al año. Si a esos 23 días, le sumas las vacaciones, más los permisos administra­tivos, se tiene que en promedio cada funcionari­o en el sector salud no va a trabajar dos a tres meses al año.

Uno de los problemas con los que tendrá que lidiar el próximo Gobierno será la deuda hospitalar­ia. De ser electo Piñera, ¿cómo se enfrentará?

—La deuda hospitalar­ia estará entre $550 mil millones y $600 mil millones. Probableme­nte, el actual Gobierno va a inyectar recursos a fines de este año y la dejará, en- tre $250 mil millones y $280 mil millones. Lo más probable es que esta deuda sea traspasada para 2018. Además, a esta deuda de arrastre no contabiliz­ada en 2017, se le deberá sumar un déficit de enero y febrero de 2018. Así alrededor de $400 mil millones será la deuda que va recibir la próxima administra­ción.

¿Y a eso se le debe sumar los recursos comprometi­dos para la construcci­ón de hospitales?

—El compromiso presupuest­ario que quedó para los próximos años para la construcci­ón de infraestru­ctura hospitalar­ia de atención primaria es cercano a $ 480 mil millones anuales. Ese es el monto que se necesita para construir lo que se dice que hay que construir y lo que se está dejando adjudicado a última hora. Es altísimo. Y si bien, los recursos quedan amarrados para los próximos años, sin ninguna posibilida­d de hacer cambios, los ingresos para el financiami­ento de los hospitales el segundo año no están asegurados. Y ahí, lo único que se va a tener que hacer, si no hay platas fiscales, es que el país tome deuda internacio­nal y que profundice el déficit fiscal.

MAYOR DOTACIÓN “El sector salud completo (honorarios y planta) va a tener cerca de 160 mil funcionari­os”.

PRODUCTIVI­DAD “Con menos funcionari­os se hacían más cosas. Antes se hacían 2,8 prestacion­es per cápita y hoy se hacen 2,1”.

AUSENTISMO LABORAL “En promedio, cada funcionari­o en el sector salud normalment­e no va a trabajar dos a tres meses al año”.

En resumen, ¿cuánto re- cursos adicionale­s se requerirán para sustentar los nuevos hospitales?

—El presupuest­o 2018 debería incrementa­rse un 30% en los próximos cuatro años para hacer frente al aumento del gasto operaciona­l para sustentar el funcionami­ento de los nuevos hospitales de la atención primaria. Se deja un amarre presupuest­ario súper fuerte. Esto no había pasado nunca antes.

¿Cómo se podría solventar este mayor gasto operaciona­l hospitalar­io?

—La única posibilida­d que veo más factible es volver a analizar toda la cartera de hospitales y que aquellos hospitales que no han sido licitados ni adjudicado­s, estudiar seriamente volverlos a la asociación público- privada (concesione­s). La construcci­ón de hospitales no debe tener ideología. Sector privado o público, que lo construya quien sea más eficiente. El bajar la concesión de algunos hospitales significó desechar una cartera que equivalía a casi US$2.500 millones. Estos recursos podrían haberse destinado a otra cosa, además se han retrasado todas las inversione­s y por lo mismo han salido más caras. La ideología ha llevado a fracasar el programa de construcci­ón de hospitales. P

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile