Punto de Vista
resultado es similar al alcanzado en diciembre de 2016, con una baja marginal de 0,7%. Es decir, la inversión aún no logra despegar en el sector y, aunque se observó una mejora en la entrada de nuevos proyectos durante el primer semestre, éstos se encuentran -en su mayoría- en etapa de estudios, sin materializarse.
Dentro de la debilidad de la economía del país, el PIB del comercio ha resaltado sobre el resto de los sectores, acumulando un alza promedio de 4,7% el primer semestre de 2017, pasando a ser el motor de la economía durante este año.
Lenta ha sido, sin embargo, la recuperación del consumo privado, luego de la desaceleración experimentada a partir de la segunda mitad del 2013, continuando el 2014 y estancándose desde el 2015 hasta mediados de 2016, para recién comenzar a recuperar fuerzas a fines de 2016. Este repunte ha estado apoyado de una mejora en la confianza de los consumidores, menores precios y un mayor crecimiento de la masa salarial, que ha resultado en un fuerte crecimiento en las ventas de los bienes durables. Dinamismo que se ha observado también en la importación de bienes de consumo, sobre todo durables y semidurables, en respuesta a esta mayor demanda.
Así lo evidencia también nuestro Índice de Ventas del Comercio de la RM, elaborado mensualmente por la CNC, el cual da cuanta de un mejor escenario en las ventas del sector que se comenzó a evidenciar en el último trimestre del 2016, apoyado también por la masiva llegada de argentinos a hacer turismo de shopping al país, consumo que se ha ido desacelerando durante este año.
Pero a pesar de que los resultados han sido mejores, se ha evidenciado durante este 2017 una tendencia mensual bastante plana, con un alza de 3,1% entre enero y septiembre. Esperamos cerrar este año nuestro índice con un alza entre 3% y 3,5%, donde el crecimiento, si bien se recupera respecto del 2014 y 2015, años en que se vieron las mayores bajas, el resultado final no estará muy por encima de lo evidenciado el 2016 (2,7%).
No podemos dejar de mencionar una preocupación de nuestro sector, que es el tema laboral. Si bien los ocupados del comercio crecieron un 1,1% en el trimestre móvil julio-septiembre, esta alza se debió principalmente al crecimiento de los cuenta propia, que representan un tercio de los ocupados del sector, en el que cerca del 30% dicen trabajar en la calle o vía pública. En cambio, los asalariados del sector privado -que representan cerca de 60% de los trabajadores del comercio- caen un 2% este último trimestre móvil, dando cuenta de una precaria situación de los trabajadores del sector, situación de la cual debemos hacernos cargo con mejores políticas laborales, entre las cuales se hace imprescindible la adaptabilidad laboral.
Si bien el escenario económico del país ha mejorado, aún no hemos sido capaces de recuperar la senda del crecimiento, tenemos un grave problema de productividad y las inversiones no logran despegar, todo esto potenciado por un ambiente de incertidumbre y desconfianza hacia nuestras instituciones. La inversión depende mucho de las confianzas empresariales y, por ende, muchos empresarios se encuentran expectantes del próximo Gobierno, no como algo determinante en sus decisiones, pero claramente un Gobierno que dé garantías, menos trabas y un mejor ambiente de negocios, logrará gatillar las confianzas y las intenciones de invertir.
Hay consenso de que el escenario se ve más auspicioso para el 2018, junto con un mayor crecimiento global y mejores expectativas, pero necesitamos concentrar los esfuerzos en crecer y aumentar nuestra productividad, atraer a los inversionistas y recuperar las confianzas, reactivar así el empleo asalariado, formal y de calidad, sin dejar de lado las demandas sociales de las cuales como país, y de manera unida, debemos hacernos cargo.
“La inversión aún no logra despegar en el sector y, aunque se observó una mejora en la entrada de nuevos proyectos durante el primer semestre, éstos se encuentran -en su mayoría- en etapa de estudios, sin materializarse”.