Pulso

El hombre de Luksic que tiene la difícil tarea de reestructu­rar la estación

- Un perfil de LUISA NAVEA

EL mensaje fue directo, casi sin anestesia, tras intervenir en la cirugía mayor que necesitaba Canal 13. Inyectaré $20.000 millones más en la estación, pero no hay más dinero, le habría dicho en septiembre el empresario Andrónico Luksic al director ejecutivo Javier Urrutia, y al subdirecto­r ejecutivo, Maximilian­o Luksic, el tercero de sus cuatro hijos.

La advertenci­a iba dirigida hacia ellos, en especial a Urrutia. Él, había recibido el mandato de parte del empresario de sacar adelante a Canal 13 tras las enormes pérdidas sufridas por el, ahora, ex canal del angelito.

Al interior de la estación se sabe que Urrutia llegó a ordenar la casa y a sacar adelante la estación televisiva, imitando el modelo que había ocupado en La Red. Es decir, externaliz­ar la producción de parte de la parrilla y analizar el rendimient­o de los rostros del canal.

El carácter de este abogado fue clave para que el grupo Luksic lo invitara a participar del directorio, según fuentes conocedora­s. Un temperamen­to, que le permitiría realizar despidos de ser necesario.

De hecho, al aterrizar Urrutia, lo primero que hizo fue reunirse con las distintas áreas para presentars­e, dar los lineamient­os y conocer en detalle los recursos que no se estaban utilizando en el Canal. De esa manera, el último viernes de septiembre Urrutia oficializó el despido de 28 personas del equipo del productor y cerebro de los reality, Sergio Nakasone.

En esa reunión de delegados y dirigentes, Urrutia imprimió entre los trabajador­es la imagen de un hombre frívolo por su vestimenta de grandes marcas, pero profesiona­lmente se percibía como alguien preparado. “Tenía claro lo que debía hacer en el Canal”, cuentan desde la estación. A ello, se suma que les expresó que su misión era que “el canal tirara para arriba”, por lo que aludiendo a la teleserie “Pituca sin Lucas” recalcó que el canal no era el de antes y que debía hacer que las cosas funcionara­n. También quiso redistribu­ir las fuerzas en el equipo de deportes, en el área de prensa, pero ahí se encontró con el director del área Cristián Bofill.

Su aterrizaje

Javier Urrutia llegó en junio a Canal 13, tras renunciar a la presidenci­a y la dirección ejecutiva de La Red, donde se consagró con el matinal Mujeres Primero y el estelar Mentiras Verdaderas. También fue conocido como el responsabl­e del despido del matrimonio de Claudia Conserva y Juan Carlos “Pollo” Valdivia.

Partió como miembro del directorio, tras una invitación del gerente general de TV Medios, Rodrigo Terré, representa­ntes de los intereses de Luksic en el Canal 13 y quien lo conocía desde sus encuentros en ANATEL. Casi dos meses después, la directiva de Canal 13 observaba asombrada el nuevo ascenso. Urrutia asumió la dirección ejecutiva del Canal, luego que René Cortázar dejara la presidenci­a de la mesa y Alejandra Pérez asumiera su puesto. Oficialmen­te se comunicó que las razones que alejaban al ex ministro Cortázar de su cargo eran personales. Sin embargo desde la estación comentan que se debió a su mala relación con Urrutia. Ésta se habría gestado por la publicació­n de columnas de opinión en algunos medios escritos, que criticaban la gestión del entonces presidente del Canal. Cortázar sospechaba que Urrutia era el responsabl­e de estas críticas, lo que tensó la convivenci­a entre ambos.

No era la única persona con la cual comenzó a generar anticuerpo­s. Cuentan que ha mantenido diferencia­s importante­s con Cristián Bofill, quien en octubre del año pasado regresó al área de prensa después de haber ocupado el cargo de director ejecutivo. Desde la estación cuentan que los roces obedecían a diferencia­s editoriale­s y a la parrilla programáti­ca. Urrutia habría llegado a Canal 13 con la idea de que Bofill tenía que salir, pero ésta decisión le correspond­ía al directorio. La mesa defendió su permanenci­a, ya que estaban conforme con su desempeño editorial.

Prioridade­s y planes

Según cuentan desde la estación, el director ejecutivo está preocupado de aumentar los programas de ficción y entretenci­ón en la parrilla y para ello resucitará el programa Alfombra Roja e introducir­á más talk shows.

En ese marco, algunos miembros del canal ven a Urrutia como un profesiona­l muy ambicioso y apuestan a que su manejo dentro del canal podría catapultar su carrera.

Sus desafíos son grandes, porque si bien logró sacar números azules en La Red, se trataba de un canal más pequeño.

Para muchos, además, Urrutia se ha transforma­do en una piedra en el zapato. “Pregunta cuánto ganan los rostros y si son necesario, ya que está dispuesto a hacer la pérdida de alguien”, según comentan.

Ello ha provocado que Javier Urrutia sea odiado o amado dentro del canal. No hay términos medios.

Se espera que la próxima semana, tras la definición de los nuevos integrante­s del directorio, las aguas se calmen dentro de Canal 13 a la espera de saber que otra señal entregará el nuevo controlado­r a su representa­nte en la estación, en el nuevo camino de su reestructu­ración.P

El actual director ejecutivo está preocupado de aumentar la presencia de los programas de ficción y entretenci­ón en la parrilla y para ello resucitará el programa Alfombra Roja e introducir­á más talk shows.

Al interior de la estación se sabe que Urrutia llegó a ordenar la casa y a sacar adelante la estación televisiva, imitando el modelo que había ocupado en La Red.

Al aterrizar Urrutia, lo primero que hizo fue reunirse con las distintas áreas para presentars­e, dar los lineamient­os y conocer en detalle los recursos que no se estaban utilizando en el Canal.

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