Licitaciones eléctricas para clientes regulados
Si bien se trata de una discusión con alto componente técnico, hay una cuestión de fondo que tiene que ver con cómo se proyecta el mercado energético chileno.
LA nueva licitación de energía para clientes regulados ha reabierto un debate de fondo respecto del futuro del mercado eléctrico en el país. La cuestión no es menor, ya que tiene que ver con la proyección tanto de la oferta como del precio. Mientras la autoridad se ha jugado por menores valores -de hecho, la actual administración ha destacado que su política energética es la que ha permitido reducir precios y, por tanto, beneficiar al consumidor final-, un actor relevante del mercado, como lo es Colbún, postula que los riesgos y costos asumidos por la competencia son demasiado elevados. También se ha planteado el problema que podrían significar actores más pequeños que solamente se desplegarán tras ganar contratos, ámbito donde la experiencia muestra que ha habido fallas. De hecho, si bien se ha aumentado el nivel de las garantías exigidas a los participantes, se trata de un tema en el que aún falta avanzar más por el bien del proceso.
Si bien se trata de una discusión con alto componente técnico, hay una cuestión de fondo que tiene que ver con cómo se proyecta el mercado energético chileno, con dos miradas económicas de actores clave, y por otro lado la responsabilidad del Estado de garantizar en última instancia un suministro seguro, estable, precio competitivo y, además, predecible.