Mucho ruido y pocas nueces en la reconstrucción de Perú
En términos de rentabilidad, vemos poco espacio para la compresión de spreads en el sector cementero.
EL FENÓMENO de El Niño dejó cuantiosas pérdidas: 1 millón de personas afectadas, 437 mil viviendas perjudicadas y más de 15 mil km de vías dañadas. Ante esto, el gobierno creó la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (RCC), entidad encargada de liderar el saneamiento de la infraestructura dañada. 25,665 millones de soles es el presupuesto asignado (~3.8% del PIB) para abordar las tareas de reconstrucción (77%), obras de prevención y desarrollo humano (21%) y capacitaciones institucionales a los ministerios y gobiernos subnacionales (2%) a fin de dotarlos con herramientas para la ejecución eficiente del presupuesto.
A pesar de ser un objetivo nacional, la Reconstrucción no ha estado exenta de polémicas. La ejecución de la misma aparece entre los principales temas a polemizar. Desde el legislativo, las críticas sobre el avance de las obras han sido recurrentes. La tensa relación entre los gobiernos regionales con la Autoridad de la Reconstrucción culminó con la renuncia del titular de la institución, Pablo de la Flor, tras cinco meses en el cargo. Esperamos que, con la designación de Edgar Quispe, profesional con experiencia en el sector público, como nuevo líder de la Reconstrucción, las obras puedan agilizarse y se logre el compromiso total de la clase política.
En términos de rentabilidad, vemos poco espacio para la compresión de spreads en el sector cementero. La reducida liquidez del bono de Cementos Pacasmayo (USD 300 MM) y la interiorización de los beneficios potenciales de la reconstrucción, ya se reflejan en el precio, dejando poco espacio para rentabilizar el papel. Para el caso del bono de UNACEM (USD 625 MM), el título negocia a spreads muy bajos, cercanos CPACPE. A pesar de no tener la misma exposición a la reconstrucción, registrar un crecimiento de corto plazo más ligado a proyectos de infraestructura, que quizá no logren consenso político para su rápida ejecución, y una hoja de balance menos flexible, el bono de UNACEM luce bastante caro. En consecuencia, no encontramos mayor atractivo en el sector.