Víctor Maldonado: “Esta forma de política económica y de administrar el país se ha corrompido totalmente”
—Una falta de acuerdo entre el Gobierno de Venezuela y los tenedores de bonos podría agravar el complejo escenario financiero que atormenta a ese país. En este contexto, el director ejecutivo de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas, Víctor Maldonado, asegura que se encuentran expectantes sobre este proceso y confirma que no existe ningún tipo de diálogo entre Nicolás Maduro y los sectores económicos. “Lamentablemente no se ve ninguna rectificación”, comenta.
¿Cuál es la lectura desde la Cámara de Comercio sobre el plan de reestructuración de Nicolás Maduro?
—El gobierno no se toma en serio la dificultad financiera en la que está el país, y todo pareciera indicar que forma parte de una puesta en escena que no sabemos hasta dónde puede llegar. Venezuela no tiene reservas internacionales líquidas, ni un flujo de divisas, como para evitar caer en cesación de pagos, con todas las consecuencias que eso significa. Esta forma de política económica y de administrar el país se ha corrompido totalmente. La hiperinflación que se está viviendo es brutal en términos de empobrecimiento de un país que viene muy mal.
¿Cuál es el límite, porque hace mucho se habla de una bomba de tiempo?
—Venezuela no solo está viviendo una cesación de pagos, sino que una cesación casi absoluta de realizar importaciones y una imposibilidad de producir cualquier cosa en el país y esa es la lógica del colapso. La industria petrolera también se está viniendo a menos, anunciando una caída en su producción. Simplemente se vive una circunstancia muy terrible. Además, las cifras revelan que hay una parte de la población buscando en la basura algo para comer, pero el plan que tiene el gobierno es resistir y retener el poder a pesar de la hambruna y muerte.
¿Existen paralelismos entre la reestructuración de deuda de Venezuela y la de Argentina?
—Lamentablemente en América Latina hemos visto muy malos momentos por un mismo guión. En el caso de Argentina, pudo hacer ese desplante de reestructuración porque tenía detrás a Venezuela, que en esa época compró buena parte de los bonos basura y ayudó en el financiamiento del gobierno. Venezuela no tiene a nadie detrás y esa es una gran diferencia y el descrédito por la violación de los derechos humanos es una agravante más.
¿Cuánto tardaría una recuperación económica en Venezuela?
—No existe una posición unánime al respecto, pero la opinión de la Cámara de Comercio de Caracas es que una vez definida una rectificación integral de la política económica, la recuperación va a ser más rápida de lo que la gente se imagina. requiere una intervención total del sistema, porque la metástasis institucional es muy extensa, pero si se logra liberar, rectificar y ordenar las cláusulas condicionales, es rápida la recuperación.
Pero, ¿cómo una economía pasa de gozar las bondades del petróleo a la quiebra?
—Una primera etapa fue el posicionamiento del socialismo de Hugo Chávez, la segunda fue la malversación del auge de ingresos petroleros que duró cerca de 10 años, y una tercera fue la del saqueo de la política actual que trae como consecuencia esto que estamos viviendo, una absoluta debacle.
¿Cuál es el estado actual de la industria venezolana?. ¿Cuántas empresas han cerrado?
—En 18 años hemos perdido la mitad de nuestra capacidad industrial y cerca de 40% de nuestro parque empresarial comercial, que como en toda América Latina, son pequeñas y medianas empresas las que han venido cerrando. Vivimos las consecuencias de un régimen de control cambiario que no asigna divisas, de control de costos y precios que no se compadece con los niveles de inflación, un sistema de inamovilidad laboral y una ley del trabajo que no permite la flexibilidad para trabajar en tiempos de crisis, todo en el marco de la recesión. Las empresas van cerrando y desempleando, una tras otra, generándole un problema al continente. Venezuela debe ser el único país que no tendrá temporada navideña ni nada que se le parezca. Los comercios están venidos a menos y las tiendas tienen muy pocos juguetes que ofrecer.
EL CONTEXTO “Venezuela no tiene las reservas (...) como para evitar caer en cesación de pagos”
EL IMPACTO “En 18 años hemos perdido la mitad de nuestra capacidad industrial”
Usted dijo que 2016 fue un año nefasto para el comercio, ¿cómo termina 2017?
—Estamos pasando una nueva etapa, la hiperinflacionaria, con todo lo destructivo que eso significa. La historia dice que no hay régimen que pueda soportar la hiperinflación, o sea que en algún momento debiera ocurrir un cambio político, esto no es sostenible y no hay forma de que políticamente sea viable. Ahora, cuál será el punto de quiebre, nadie lo sabe. Los empresarios están devastados, las clases están empobrecidas y la alternativa política está en la peor condición, no hay nada que permita ver el próximo año con esperanza. Una situación como esta nos hace pensar que cualquier cosa puede ocurrir.
¿Se entrampó el gobierno en su propia idea de Asamblea Constituyente?
—Sí, en la misma medida en que declaró que no iba a respetar ninguna norma y entramos en una turbulencia, no hay ningún incentivo para que esta economía pueda funcionar apropiadamente. Mientras se mantenga la política económica eso no le permite resolver nada, porque sería anunciar su caída.
¿Qué refleja la volatilidad del dólar paralelo?
—Es un indicador muy importante de desconfianza en el gobierno y en el país, además de medir la ineficacia del régimen de control cambiario y por supuesto, de todo el sistema de costos y precios.P