Encuestas, medios y sociedad

Editoriales Los medios fueron un espejo de la sociedad y publicaron lo que todas las encuestas, sin excepción, reflejaban. No hubo afán por construir una realidad paralela favorable a algún candidato.

FUERA

del mundo político, en estas elecciones las grandes perdedoras fueron las empresas y organizaciones que elaboran encuestas y aquellos analistas que se aventuraron con predicciones. Los medios de comunicación, en particular a lo que PULSO se refiere, fueron un espejo de la sociedad, de aquello que todas las encuestas, sin excepción estaban mostrando: un claro triunfo del candidato de Chile Vamos.

Lo que estaban indicando las diversas encuestas fue recogido e internalizado por todos los actores de la sociedad, incluidos los medios de comunicación. Probablemente no se relevó el margen de error de las encuestas, que tienen falencias, aunque de todos modos eso es responsabilidad de los encuestadores. Por lo tanto, el foco de las críticas no debe ser a los medios de comunicación y una supuesta construcción de la realidad, sino más bien, en la calidad de las encuestas que la sociedad como un todo, reconoce como válidas.

Tanto es así, que consultados por PULSO, varios partidos dieron sus propias predicciones para los comicios del domingo. El Partido Socialista pronosticó que Sebastián Piñera obtendría 41%, mientras que el Partido Radical le otorgó un 38%. Esto da cuenta de que incluso los que se ubican en las veredas opuestas al candidato de Chile Vamos, estuvieron más optimistas sobre este que los resultados efectivos.

Las fallas de las encuestas no son algo exclusivo de Chile, sino que también han ocurrido en otras latitudes. El triunfo de la opción del Brexit es el ejemplo clásico. Ante esta realidad, es conveniente que los encuestadores revisen sus procesos y las muestras, con el objetivo de afinar la puntería, dado que las encuestas son instrumentos útiles y posiblemente necesarios en el debate político.