Por una regulación pro pyme
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DURANTE ESTOS días nos enteramos de que el proyecto que busca aumentar la fiscalización a la industria del factoring permanece congelado en el Congreso. La iniciativa establecía que para este tipo de operaciones se debía aplicar la Tasa Máxima Convencional (TMC). Sin duda, esto representa un duro golpe para los micro, pequeños y medianos empresarios, quienes debido a la falta de regulación se endeudan, según cifras de la OCDE, en 6% más que las empresas de mayor tamaño, ya que en la búsqueda por obtener liquidez para su negocio recurren a la industria del factoring asumiendo altas tasas de interés. Aquí nace la urgencia de retomar esta discusión y establecer una regulación que entregue las he- rramientas y garantías que permitan a las pymes subsistir y ser rentables. Plataformas como la nuestra están conscientes de lo anterior. A través de desintermediar el sistema financiero, buscamos minimizar los costos operacionales de sus empresas para que puedan contar con un flujo constante de capital. Fuimos invitados a una mesa tripartita convocada por el Ejecutivo, en conjunto con representantes de las pymes y los factoring para compartir nuestra experiencia financiando a la micro, pequeña y me- diana empresa. La Comisión de Economía de la Cámara de Diputados se interesó en conocer las alternativas que se pueden ofrecer a los pequeños y medianos empresarios, por lo que fuimos convocados a exponer nuestro modelo colaborativo, que ha logrado reducir el CAE de una pyme de 28% a 18% en cinco años y ha aportado en el financiamiento de más de mil pymes. Si bien queda mucho por hacer, puesto que el desafío por fortalecer el sistema financiero aún está pendiente, la irrupción de este tipo de actores en el mercado permite, en forma concreta, mejorar las condiciones hacia los micro, pequeños y medianos empresarios.