Los desafíos que enfrenta la DC,
LA DC en su conjunto -militantes de larga trayectoria, nuevas generaciones, dirigentes sociales, funcionarios- hemos estado trabajando en barrios y territorios para reconstruir la unidad de la centroizquierda y que en segunda vuelta gane la candidatura Guillier. Sólo con el trabajo comunitario y político se puede reconstruir la unidad de la centroizquierda con un sentido de futuro que nos permita responder a ese sentimiento ciudadano que se expresó en la elección del 19-N, donde quedó claro que Chile quiere que continúen las reformas que ha impulsado la Nueva Mayoría con la Presidenta Bachelet y en las cuales la DC ha colaborado en su materialización. La DC después de la elección presidencial debe hacer su reflexión y aprendizaje sobre el proceso electoral. Las nuevas generaciones tienen una oportunidad histórica de poner al día a la DC, dejando de lado las ambigüedades, jugarse por la libertad y la solidaridad, y comprometerse en reconstruir un espacio de centroizquierda. Debemos conducir a la DC a una coalición de mayorías donde puedan confluir el humanismo cristiano, el socialismo democrático y otras fuerzas políticas que se comprometen a seguir la senda de reformas, perfeccionar la implementación de las que se han legislado, y que -si obtenemos el voto mayoritario- seamos capaces de construir un buen Gobierno 2018-2022 sobre la base de un pacto de gobernabilidad. De ganar la centroizquierda, junto a los nuevos senadores/as y diputados/as la DC será una fuerza política responsable y comprometida con ese pacto de gobernabilidad para continuar las reformas, asegurar su adecuada implementación y culminar la tramitación legislativa de las pendientes. Esto permitirá cumplir la promesa de estas semanas: construir un Chile más justo para todas y todos.