Piñera pide perdón por sus errores acompañado de los Kast y Ossandón
Sin mencionar ni criticar a Guillier, rodeado de 5.000 personas, de dirigentes, alcaldes y parlamentarios de Chile Vamos, el ex Presidente puso fin a la campaña que lo podría llevar por segunda vez a La Moneda. Sus palabras de cierre estuvieron centradas en la unidad y en un sorpresivo mea culpa.
EL TEATRO Caupolicán estaba repleto. El comando y los adherentes de Sebastián Piñera llegaron optimistas al lugar para poner fin a la campaña de segunda vuelta. La puesta en escena había sido diseñada para tener un acto sencillo, sin grandes sorpresas.
Los planes se cumplieron y el show partió alrededor de las 19.00 horas. Fue la banda “Noche de brujas” la encargada de animar la previa. Las galerías del Caupolicán se colmaban de banderas y carteles con los nombres de las comunas de los adherentes del candidato.
Para contrarrestar algo de lo que algunos en Chile Vamos llamaron el posible “efecto Mujica”, el comando del ex jefe de Estado preparó un video con apoyos de figuras internacionales como Mauricio Macri, José María Aznar, Andrés Pastrana y Luis Alberto Lacalle.
De inmediato, la primera en subir al escenario fue la ex primera dama, Cecilia Morel. La esposa de Piñera asumió un rol fundamental en la recta final de la campaña. Reforzó en terreno las zonas donde no obtuvieron muy buenos resultados el pasado 19 de noviembre y también acompañó a su marido para mostrarlo más cercano a la gente. Sin un discurso preparado previamente, Morel aprovechó de marcar lo que ha sido el foco principal del ex Presidente. “Estamos aquí por nuestra gran prioridad que es nuestra querida clase media”, dijo.
Justo antes de lo que fue su mensaje, el escenario se había empapado de un video y fotos de lo que ha sido su relación con Piñera. El tono del momento hizo que Morel se emocionara y agradeciera a todos los presentes, sobre todo a su comando de mujeres, que siempre recuerda con especial atención.
El perdón
Era la primera vez en todo este mes que Manuel José Ossandón, Felipe Kast y José Antonio Kast estaban juntos. A pesar de que este último no estaba contemplado que llegaen ra al evento, un llamado de Andrés Chadwick hizo que adelantara su viaje de regreso desde la región de O’Higgins. La presencia de las tres principales figuras de la centroderecha era crucial debido a lo estrecha que se prevé que sean los resultados del próximo domingo. Todo apoyo suma, nadie puede quedarse afuera comentaban en el equipo del candidato opositor.
Piñera llegó al Caupolicán en medio de un ambiente que hubiera preferido evitar. Horas antes la Fundación Patch Adams, y el mismo doctor a través de su cuenta personal de Twitter, había desmentido el apoyo que según el piñerismo recibió días atrás cuando se juntaron en Chile y el mismo Adams grabó un video.
Pero nada de eso empañó el evento al cual, según los organizadores, asistieron 5.000 personas. Su discurso partió ovacionado por todo el teatro. Fueron palabras breves, orientadas a dejar en claro qué son los tiempos mejores. “Los tiempos mejores para todos consisten crear muchos y buenos empleos, con buenos sueldos y buenas pensiones”, dijo Piñera. Luego se centró en el combate contra la delincuencia y el narcotráfico. “Vamos a empoderar a Carabineros con las herramientas que necesitan (...) Les devolveremos la autoridad”, aseguró el candidato provocando fuertes gritos y aplausos de los asistentes.
Casi al final de su discurso, Piñera retomó algo que ya había insinuado el lunes en el debate Anatel cuando pidió disculpas por si alguna vez contribuyó al mal tono que tuvo el balotaje. “Quiero terminar estas palabras pidiendo perdón y agradeciendo. Le pido perdón a mis compatriotas por los errores que, sin duda, hemos cometido”, aseguró el aspirante a La Moneda. Y luego agregó: “Aunque hoy siento que tenemos un mejor programa, mejores equipos y estamos mejor preparados para liderar a todos los chilenos”.
Sus palabras llegaron justo días posteriores a que la competencia por llegar al gobierno adquiriera especial virulencia. Por eso al final del evento, el jefe programático de Piñera reconoció que “hubo momentos en que el tono, las descalificaciones, las ausencias de ideas en el debate de alguna manera enturbió lo que debe ser una campaña”. Sin embargo, explicó que las palabras del ex Presidente demuestran que “es un estadista” y son reflejo de sus ganas de ser un futuro “Presidente de la unidad” que lidere al país junto a una “mayoría positiva”.
Al finalizar su discurso, el escenario se repletó de los dirigentes de los cuatro partidos de la coalición, de los alcaldes del sector, parlamentarios y colaboradores. La imagen selló algo que fue crucial durante todos estos meses y que, según afirmaron, podría ser la clave para ganar el domingo, la unidad de Chile Vamos.