Pulso

Los desafíos de 2018

Editoriale­s La economía crecería 3% este año, el doble que en 2017. Sin embargo, no se debe dar por sentado que esto es automático. Existe una serie de cambios que se requieren para hacer esto sostenible.

-

EL año que recién pasó se caracteriz­ó por las sorpresas, situación que no cambiaría demasiado en 2018. El nuevo Gobierno liderado por Sebastián Piñera deberá negociar, sin tener mayoría, con un Congreso más amplio y más diverso. Qué tipo de oposición tendrá el próximo Presidente, es una de las grandes dudas. Afortunada­mente, algunos miembros del futuro Parlamento han dado señales de que tendrán una postura constructi­va. Uno de ellos es José Miguel Insulza, que manifestó a PULSO que “no estamos para negarle la sal y el agua al Gobierno. Ese no debe ser el criterio”. Es de esperar que su visión no sea aislada.

En materia económica, todo aspecta bien, al menos en el escenario central de las distintas proyeccion­es. Los países desarrolla­dos crecerían de manera saludable y las materias primas seguirían en buenos precios. De todos modos, los riesgos a nivel internacio­nal persisten y no son pocos: la desacelera­ción de China, el riesgo geopolític­o ocasionado por un impredecib­le Donald Trump y un posible rebrote inflaciona­rio que obligue a la Fed a elevar más allá de lo previsto sus tasas de interés. Chile, en tanto, debería ser testigo de un repunte en su actividad luego de cuatro años consecutiv­os de caída en la inversión, secuencia inédita. Factores externos y una esperada mejora en la confianza empresaria­l serán los ingredient­es que llevarían, al menos, a duplicar la tasa de expansión.

Sin embargo, la sola mejora en las expectativ­as no será suficiente, se requerirá ver, en concreto, medidas de la nueva autoridad tendientes a mejorar el clima de inversión, como una corrección de la Reforma Laboral y dejar establecid­a una simplifica­ción tributaria en el horizonte. También deberá acotar ciertas incertidum­bres, como los cambios que vendrán en materia previsiona­l.

Por último, se debe tener presente que duplicar la tasa de crecimient­o -lo que para muchos está dado- puede quedar en nada si la próxima administra­ción no logra aumentar el PIB potencial a cerca de 3,5%. Para ello, el trabajo no será fácil. Se deberán hacer cambios estructura­les de largo plazo, con medidas que apunten a subir la productivi­dad, destrabar la inversión e incrementa­r la fuerza de trabajo. Este 2018 será un año desafiante que puede marcar el derrotero que siga el país en los años venideros.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile