Comités de auditoría de alto rendimiento
Opinión
EN ESTOS días, mientras muchas personas disfrutan sus vacaciones, otras trabajan arduamente en preparar y revisar información financiera, ya que se acercan las fechas en que las sociedades anónimas abiertas presentan sus estados financieros anuales. Un rol clave lo desempeña el Comité de Auditoría -extrañamente denominado Comité de Directores-, introducido en la legislación en el año 2000, con la promulgación de la Ley de Opas. ¿Cómo conformar comités de auditoría de alto rendimiento? La efectividad depende, en gran medida, de la habilidad y dedicación del presidente del mismo. Este debe tener el tiempo, los conocimientos y la energía para cumplir su papel y entender los principales riesgos de la información financiera para dirigir la atención del comité. También necesita un fuerte liderazgo y la habilidad para promover relaciones de trabajo efectivas entre los miembros del comité, la administración y los auditores internos y externos. Los integrantes deben contar con, al menos, dos atributos relevantes. En primer lugar, es fundamental que posean buenos conocimientos financiero contables, conocer las normas contables, tener la capacidad de evaluar estimaciones contables, comprender el control interno y tener experiencia en la preparación, análisis, evaluación o auditoría de estados financieros. En su función de supervisar el proceso de información financiera y representar los intereses de todos los accionistas, los integrantes de un Comité de Auditoría, con frecuencia, deben cuestionar el juicio de la administración o desafiar sus conclusiones. En ese sentido, la independencia tanto en su pensamiento, acción, apariencia y realidad resulta fundamental. El alto rendimiento está directamente relacionado con la exigencia y el aprovechamiento al máximo de las capacidades disponibles.