Mayor déficit fiscal desde 2009
La información dada a conocer por la Dipres es una mala noticia para el Gobierno entrante, que no sólo deberá lidiar con una economía desacelerada, sino también con las cuentas fiscales deterioradas.
SIbien el incremento que tuvo el precio del cobre durante buena parte de 2017 elevó las expectativas de que el escenario fiscal mejoraría, las cifras entregadas por la Dirección de Presupuestos (Dipres) dan cuenta de que el empuje del metal rojo no fue suficiente: el déficit fiscal efectivo cerró en 2017 en -2,8%, su mayor nivel desde 2009, año de la crisis subprime. Esta trayectoria se arrastra desde 2013, cuando el balance finalizó el año con una merma de -0,6%; al año siguiente pasó a -1,6%, para luego incrementarse a -2,1% en 2015 y cerrar en 2016 en -2,7% del PIB. Los resultados del déficit son aún más complejos si consideramos que en 2015, junto con la llegada del ex ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, el Gobierno estableció una nueva trayectoria de convergencia para la política fiscal, reduciendo el déficit estructural en 0,25% del PIB cada año, compromiso que no fue cumplido, pues en 2017 el déficit estructural pasó de -1,8% del PIB a -1,7%.
La información dada a conocer por Dipres es una mala noticia para el Gobierno entrante, que no sólo deberá lidiar con una economía desacelerada, sino también con las cuentas fiscales deterioradas, situación que requiere de acciones urgentes y de una profunda discusión respecto de la regla fiscal y del compromiso que cada administración debe asumir con su cumplimiento.