Oportunidad para un salto,
Opinión
ESTE SÁBADO el Transantiago cumple once años. Mucha agua ha pasado bajo el puente para un sistema que no estuvo acorde con las expectativas, generando problemas a los usuarios y a los tres gobiernos que sucedieron su inauguración. Mala percepción del servicio, evasión y alto subsidio público son algunos de los puntos. Los ajustes y reformas han corregido algunos defectos, pero con dificultad o poca flexibilidad dados los diversos contratos, más las restricciones de la ley. Ya se ha comentado harto sobre las visiones respecto del nuevo proceso de licitación, pero poco hemos tratado las posibilidades de nuevos contratos de gestión del medio de pago y servicios tecnológicos. Para el nuevo diseño es clave la transformación de la tarjeta BIP, un sistema que hoy resulta obsoleto, inseguro y con limitaciones. El próximo debería ser un mecanismo abierto, aprovechando tarjetas del sistema financiero, así como las de prepago. La relación con el usuario también debería vivir un cambio, con una entrega de información en tiempo real, usando aplicaciones móviles. Sobre la operación, debe haber una mejoría en la gestión inteligente en tiempo real, basada en la inmensa cantidad de datos que se genera. También debe sumarse la capacidad de predecir los flujos. Además de la renovación de buses, hay que mejorar la infraestructura, con más zonas de pago, más vías exclusivas y más inversión en tecnología, como paraderos inteligentes para hacer de Santiago una smart city. Por último, hay que destacar la visión del Presidente Piñera, quien propuso un plan de servicios de Metro que logrará que 50% de los usuarios estará a menos de 500 metros de una estación del tren metropolitano en diez años. Esto debe comenzar luego, para mejorar no sólo la experiencia de transporte, sino que la calidad de vida de millones de santiaguinos.