Interpretaciones y discrecionalidad en la Reforma Laboral
La prohibición de usar vehículos (o activos fijos en general) en caso de huelga hace peligrar la viabilidad operativa de una empresa, además de poner en riesgo las acciones mínimas para su mantención.
UN
nuevo dictamen de la Dirección del Trabajo fijó una interpretación aún más restrictiva de la figura del reemplazo en caso de huelga. El pronunciamiento se produjo a partir de la consulta de una empresa de transportes en relación con la facultad de la empresa de administrar sus bienes cuando estos corresponden a los usados por los trabajadores en huelga.
Ante esto, la Dirección del Trabajo, a través de su director nacional, explicó que según la legislación vigente, no sería lícito que la empresa utilice la maquinaria de trabajadores sujetos a la huelga. Con esto, en definitiva, se prohíbe al personal externo o no sindicalizado la utilización de maquinaria de la compañía que operaba hasta antes de la paralización.
Así, la DT también advierte que cuando el empleador contrata a un trabajador para operar determinada máquina de la empresa, la interrupción de los servicios con motivo de la huelga en la cual participa ese trabajador, necesariamente acarreará la paralización del accionar de esa máquina.
Este nuevo pronunciamiento de la Dirección del Trabajo da cuenta de lo discrecional que puede resultar la puesta en marcha de la Reforma Laboral, toda vez que la prohibición de utilizar vehículos (o activos fijos en general) en caso de huelga hace la peligrar la propia viabilidad operativa de una empresa, además de poner en riesgo una serie de acciones mínimas para su mantención.
De seguro, la Reforma Laboral requiere una profunda actualización, tarea que deberá liderar el nuevo Gobierno, articulando así una legislación que no sólo resguarde los legítimos intereses de los trabajadores, sino también que sea capaz de interpretar los tiempos, avances tecnológicos y que, dentro de sus preocupaciones, la sustentabilidad de la empresa sea también un pilar de la normativa.