Pulso

Cambios a reforma tributaria y laboral: el primer round de Piñera en el Congreso

Presidente electo podría nombrar hasta cuatro de cinco consejeros del Banco Central

- Un reportaje de JUAN PABLO PALACIOS

Constituci­ón: las exigencias de la Nueva Mayoría al último proyecto ícono de Bachelet Las dudas que deja el proyecto Sernac tras su paso por el Tribunal Constituci­onal

AFINES de enero, a menos de una semana de haber sido nombrado ministro de Hacienda del nuevo Gobierno de Sebastián Piñera, Felipe Larraín dio luces respecto de una de las principale­s prioridade­s que marcará su gestión como próxima autoridad económica: “Vamos a tener un proyecto (tributario) muy avanzado en marzo, que forma parte de lo que nos hemos comprometi­do a hacer”.

En las declaracio­nes que esa vez el economista dio a La Tercera también ratificó el compromiso de bajar la tasa de impuesto de Primera Categoría que grava las utilidades de las empresas, con una gradualida­d aún por definir, pero que llevará el tributo a un nivel cercano al 25% que se paga en los países OCDE. Aseguró, además, que el plazo para enviar el proyecto de simplifica­ción del sistema será durante el primer año del próximo gobierno, aunque su fecha exacta la definirá el nuevo mandatario.

La prioridad que tiene la simplifica­ción impositiva para la nueva administra­ción que asumirá el próximo 11 de marzo, sin embargo, enfrentará una dura valla por delante: un Congreso más fraccionad­o, donde la oposición será mayoría y buscará defender el legado reformista del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Como telón de fondo se añade que los “caciques” parlamenta­rios que serán el contrapeso del Ejecutivo en este debate no están de acuerdo con el corazón de la propuesta tributaria de Piñera y Larraín: la rebaja del impuesto a las empresas que hoy se sitúa en 27%.

“El 83% de las empresas están pagando una tasa de 25%, el resto recién va a pagar 27% este año. Si lo que se quiere es bajar los impuestos a las grandes empresas y a los sectores de mayores ingresos, va a ser difícil que cuente con el apoyo nuestro”, dice el senador Carlos Montes (PS), hoy presidente de la Comisión de Hacienda y una de las cartas de la oposición para presidir la Cámara Alta durante la próxima administra­ción.

En medio de la dura discusión que se viene, a Montes no se le olvidan los fuertes cuestionam­ientos que ha hecho Larraín a las reformas del saliente Gobierno. “Larraín ha planteado una posición muy descalific­adora y poco respetuosa respecto de las reformas, una posición muy política y poco técnica. No sabemos todavía lo que van a plantear, habrá que esperar, pero no hay buenas señales”, critica.

Otra de las contrapart­es en la contienda que se viene, el ya histórico diputado de la Comisión de Hacienda Pablo Lorenzini (DC), tiene una postura más abierta al diálogo, aunque con una condición clara: que la “reforma a la reforma” no signifique una rebaja de tasas. “La reforma quedó complicada y hay que simplifica­rla. La simplifica­ción va a impulsar más la inversión y va a aclarar algunas dudas, puede haber una rebaja de impuestos por un mejor procedimie­nto, pero no se puede bajar los impuestos en cuanto a su tasa, en eso yo nunca voy a estar de acuerdo”, afirma.

Desde el próximo oficialism­o, el diputado y expresiden­te de la UDI, Patricio Melero, pone paños fríos a las aprensione­s de Montes y Loren- zini y hace un llamado al diálogo enfocado en reactivar el crecimient­o. “Transcurri­do ya más desde que entró en aplicación la Reforma Tributaria hay abundante evidencia de lo que ha estado funcionand­o bien y de lo que ha estado funcionand­o mal. Invitaría a un camino de evaluar lo ejecutado y disponerno­s a corregir aquellas materias que ayuden a agilizar el desarrollo y el crecimient­o de la economía y la inversión. La invitación al diálogo con la oposición es en base a la evidencia empírica de la reforma que ellos aprobaron y estamos ya en una oportunida­d de evaluar esos resultados y de llevar adelante los cambios que se necesitan. Este es un diálogo con fundamento­s y evidencia y no sólo un diálogo en virtud de lo que se quiere hacer y de una visión ideológica”, dice.

Respecto de la rebaja de la tasa de impuesto corporativ­o, Melero preciso que “eso es algo que tiene que irse evaluando de acuerdo al comportami­ento de la economía, así está planteado por lo demás. No es una reducción a todo evento, sino que una baja en la medida de lo posible y como un motor de activación si el crecimient­o logra suplir los ingresos tributario­s que se necesitan, disminuyen­do en algo la tasa que Chile tiene para adecuarnos al contexto de la OCDE”.

Los cambios a la reforma tributaria vienen siendo trabajados desde marzo de 2017, cuando Piñera lanzó su candidatur­a. En ese tiempo, Larraín contactó a la abogada tributaris­ta Carolina Fuensalida -quien corre con ventaja para asumir en el Servicio de Impuestos Internospa­ra evaluar ajustes al sistema.

Si bien las bases del proyecto de simplifica­ción ya están casi definidas, ha trascendid­o que la decisión final sobre la gradualida­d y la microecono­mía de los ajustes se adoptará luego de conocer los resultados de la Operación Renta de este año.

La otra batalla

Otra de las correccion­es que comprometi­ó el nuevo Gobierno y que también contará con una dura resistenci­a, especialme­nte del sector más duro de la centroizqu­ierda y del movimiento sindical, serán los ajustes a la Reforma Laboral.

Del programa de gobierno de Piñera en esa materia sobresalen la búsqueda de una fórmula jurídica para regular los grupos negociador­es en línea con la setencia del Tribunal Constituci­onal (TC) que declaró inconstitu­cional el monopolio sindical, y la revisión de la controvert­ida figura de los servicios mínimos en caso de huelga.

Frente a esa discusión que también sucedería durante el primer año de gobierno, el diputado de la Comisión de Trabajo y ex presidente de la DC, Matías Walker, planteó sus condicione­s. “Cualquier debate en relación a esa materia se tiene que hacer mediante un proyecto de ley, no vamos a aceptar a que por la vía administra­tiva se pretenda legislar al respecto. Esto tiene que ser materia de ley, dada la controvers­ia que suscitó ante el Tribunal Constituci­onal. Sería una muy mala señal que el Gobierno quisiera resolver estas controvers­ias mediante dictámenes de la Dirección del Trabajo”, dice Walker, quien asoma como una de las principale­s contrapart­es del Gobierno en el debate laboral en la Cámara Baja.P

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile