Barcelona busca renovar su imagen tras un duro 2017

En Barcelona, el turismo cayó 4,3% entre noviembre y diciembre del año pasado.

Esta semana hubo manifestaciones en las calles, a favor y contra de la visita del rey Felipe VI, quien volvió a la capital catalana para inaugurar el MWC.

“Hubo un pequeño frenazo, pero ahora Barcelona está tirando fuerte”

LLUIS GÓMEZ Comisionado de Promoción Económica, Empresa e Innovación de Barcelona

“Hemos entendido el riesgo, hemos entendido la necesidad y al final eso nos hace estar más unidos” explica el catalán Lluís Gómez, del ayuntamiento de la ciudad, sobre la iniciativa que pretende demostrar que la capital de esa comunidad ha superado el atentado en La Rambla y los efectos que ha desatado la crisis política en la capital catalana.

UNA IMPORTANTE cantidad de los edificios en Barcelona tiene en su fachada al menos una estelada, la bandera que representa al independentismo catalán. De los balcones también cuelgan lazos amarillos, que muchos también portan orgullosos por las calles de la ciudad, como gesto de protesta para exigir la libertad de los presos tras el referendo de octubre (1O). El lazo amarillo ha sido replicado fuera de sus fronteras, como es el caso del entrenador del Manchester City, Pep Guardiola -un adherente activo de la causa independentistaa pesar de las advertencias de las autoridades británicas.

Son signos son los vestigios que dejó un convulso 2017 en la capital de Cataluña. A la crisis política se sumó el doloroso atentado en La Rambla -uno de sus principales sitios turísticos- en agosto pasado, deteriorando su imagen y afectando al turismo y a la economía.

Según cifras oficiales, en Barcelona el turismo cayó 4,3% entre noviembre y diciembre del año pasado, y sólo Cataluña perdió 96.000 turistas extranjeros entre octubre y noviembre. Conscientes de esto, en el ayuntamiento de Barcelona eligieron los últimos días de febrero para presentar una campaña que busca mejorar la imagen de la ciudad y transmitir su fortaleza. La fecha fue escogida para coincidir con el Mobile World Congress (MWC), la mayor feria de la industria telefónica del mundo, que atrae a más de 100 mil personas de diferentes partes del planeta y cuenta con más de dos mil expositores. El evento tiene contrato con la ciudad hasta 2023, a pesar de las voces de dirigentes de la derecha española que han sugerido cambiar la sede si es que la convulsión política perdura.

“Lo atractivo de la campaña es que no es del ayuntamiento, es de la ciudad. Ni siquiera la firma el ayuntamiento. Es una campaña muy coral que compartimos entre todos para viralizarla”, explica el Comisionado de Promoción Económica, Empresa e Innovación del ayuntamiento de Barcelona, Lluís Gómez, sobre la iniciativa en la que han participado diversas instituciones.

El turismo repunta

Respecto al efecto que tuvo 2017 en el turismo, Gómez afirma que ha remontado y niega que el golpe a la economía sea grave. “Hemos tenido un bajón de turismo, pero hay muchos otros sectores que van muy bien. Por suerte la economía de Barcelona está muy diversificada y el turismo está repuntando. El MWC va a ser la edición con más visitantes de la historia del encuentro. No estamos en una crisis económica, para nada. Hubo un pequeño frenazo, pero ahora Barcelona está tirando fuerte”, comenta.

En ese sentido, el Comisionado declara que la llamada fuga de empresas de la región -el cambio de sede que han hecho más de 3.000 compañías desde Cataluña a otras partes de España y Europa ante la ofensiva independentista- “no es un panorama desolador”. Si bien no niega una “cierta crisis”, recalca que las cosas funcionan y que la percepción que hay afuera es peor que la realidad.

De todas maneras, aún es evidente la crisis política que vive la ciudad. Esta semana hubo manifestaciones en las calles a favor y en contra de la visita del rey Felipe VI, quien volvió a la capital catalana por primera vez desde el acto en recuerdo de las víctimas del atentado en La Rambla. La misma alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, declaró que no realizaría el saludo protocolar al monarca -conocido como el besamanos- debido a la posición que éste tomó tras el 1O. Sin embargo, el día lunes, ambas autoridades pasearon juntos por el Congreso.

“Este conflicto político es muy antiguo, desde niño que lo escucho. Ahora se ha dado más y seguirá agitando políticamente, pero ya no nos afecta en la vida en la ciudad”, asegura Gómez. El representante del ayuntamiento afirma, además, que todas las crisis tienen una parte positiva y subraya que a pesar de la situación política y de los bandos opuestos, se han comprometido con otros temas como el MWC o la campaña para la imagen de Barcelona.

“Lo que yo veo es que nos hemos unido mucho más, el sector público y el privado, para tirar adelante los proyectos, hemos entendido la necesidad y al final eso nos hace estar más unidos. Barcelona, su marca, su calidad de vida, su manera innovadora de hacer negocios va mucho más allá de los conflictos”, reflexiona.

Ayer, por ejemplo, el Facebook oficial del FC Barcelona, con más de 100 millones de seguidores, compartió el vídeo con la consigna de la campaña “Share Like Follow”. Al cabo de unas horas ya tenía más de 200 mil reproducciones.

Por último, Gómez comenta que muchas otras ciudades han tenido atentados y que se han recuperado y que Barcelona se ha recuperado rápido. Es cierto que la vida ha vuelto a La Rambla. A seis meses del ataque que dejó 15 muertos y más de un centenar de heridos, es posible ver a pesar de la lluvia y el agudo frio- varios extranjeros caminando con sus coloridos paraguas, sus acentos diferentes y sus pasos desorientados, característicos de los turistas.P