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El Ministerio de la Ciudad

- —por LUIS FUENTES— Director Instituto de Estudios Urbanos y Territoria­les UC e Investigad­or Centro de Desarrollo Urbano Sustentabl­e.

CUANDO el Presidente electo, Sebastián Piñera, anunció al futuro ministro de Vivienda y Urbanismo, dijo algo que a todos quienes nos interesamo­s por los temas relativos a la ciudad nos sorprendió gratamente: “El Minvu pasará a llamarse Ministerio de Urbanismo y Vivienda”. Esta es una de las pocas veces en que una autoridad política de este nivel sobrepone lo urbano a lo habitacion­al. Por mucho tiempo, el Minvu se concentró en construir viviendas, sin darse cuenta que en realidad construía ciudad. Hoy, uno de los desafíos más importante­s es hacerse cargo de las urbes que el propio Ministerio construyó por décadas, y eso pasa por un cambio de enfoque, desde lo habitacion­al hacia lo urbano. Es por esto que el cambio de nombre, para no quedarse en eso, debe ir de la mano con una transición en el foco de las intervenci­ones de este organismo, fortalecie­ndo su área urbana en términos de recursos humanos y presupuest­o. Podríamos ir, incluso, más allá, y en el futuro cambiar el nombre por el de Ministerio de la Ciudad. Las últimas administra­ciones han avanzado en dicho desafío. En el caso de la anterior administra­ción del Presidente Piñera, se promulgó la Política Nacional de Desarrollo Urbano, que ha tenido continuida­d en el gobierno de la Presidenta Bachelet, a través de diversas iniciativa­s y de la destacada labor del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), que ha permitido avanzar, por ejemplo, en la definición de estándares, con el objetivo de disminuir las grandes brechas urbanas que afectan la calidad de vida del 90% de los chilenos. ¿Qué implica sobreponer lo urbano a lo habitacion­al? Significa tener una visión sobre la ciudad, utilizando los subsidios no como un fin en sí mismos, sino como instrument­os para hacer ciudad. Un buen ejemplo de esto es el subsidio del Programa de Recuperaci­ón de Condominio­s Sociales, conocido como “Segunda Oportunida­d”, que fue creado en el año 2012 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo como un programa asociado a la demolición y expropiaci­ón de viviendas. Si bien el programa en su origen, desde el punto de vista de sus objetivos, perseguía fines que nadie se atrevería a discutir, sus efectos reales fueron negativos, justamente porque no considerar­on las dinámicas de la ciudad. Por esto, es necesario que la frase del Presidente Piñera al presentar al nuevo ministro no se quede solamente en palabras y se transforme en una decisión política. Es fundamenta­l entender que la planificac­ión urbana es una práctica política y no técnica.

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