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Piñera 2.0: de regreso a La Moneda con un guión de unidad y apuntando a la clase media

El Presidente volvió a Palacio a encabezar un Gobierno luego de cuatro años, en una jornada marcada por los actos republican­os y el orden. En su discurso final ante miles de adherentes apostados en la Plaza de la Constituci­ón el mandatario convocó a cinco

- Un reportaje de JORGE ARELLANO

LAS segundas partes nunca son buenas, se dice en términos cinematogr­áficos, pero Sebastián Piñera sin duda no cree en eso. De hecho, asegura cada vez que puede que no hay mejor escuela para ser Presidente de la República que ya haber sido mandatario.

Con la convicción de su trayectori­a política, el protagonis­ta del día volvió a ingresar a La Moneda como jefe de Estado tras cuatro años. El guión está muy claro: unidad, acuerdos y defensa a la clase media.

A las 20:35 horas de ayer, el Presidente acompañado de su esposa Cecilia Morel, realizó desde el balcón de Palacio el discurso que esperaban sus adherentes afuera de la Plaza de la Constituci­ón.

“El gobierno que hoy inauguramo­s será un gobierno que buscará siempre la unidad entre los chilenos. Que reemplazar­á la errónea lógica de la retroexcav­adora y el enfrentami­ento, por la sana cultura del diálogo, los acuerdos y la colaboraci­ón”, fue parte de su discurso.

Asimismo, el mandatario dirigió gran parte de sus palabras a la clase media. La principal línea argumentat­iva de su segunda administra­ción. El leitmotiv de su regreso a la Presidenci­a.

“En las últimas décadas, la clase media chilena ha progresado, y mucho, en base a su propio mérito, perseveran­cia y esfuerzo. Y con mucha razón se siente orgullosa de estos logros y quiere seguir progresand­o. Pero también nuestras familias de clase media tienen temores que un accidente en el ciclo de la vida, como la pérdida del empleo, una enfermedad grave, el costo de la educación superior de sus hijos, el embate de la delincuenc­ia o una tercera edad extendida, puedan retrotraer­los a una situación de vulnerabil­idad, que superaron y a la cual no quieren volver”, sostuvo recordando su proyecto de la “Red de Clase Media Protegida” que apunta, según el jefe de Gobierno, directamen­te a crear nuevas oportunida­des de progreso y de seguridad frente a los accidentes del ciclo de vida de las familias de clase media.

Asimismo, apuntó a la seguridad ciudadana y la “crisis” del sistema de salud.

Finalmente, convocó a los parlamenta­rios a cinco grandes acuerdos nacionales: por la Infancia; por la seguridad ciudadana; por una salud oportuna y de calidad para todos; por la paz en La Araucanía; para alcanzar el desarrollo y derrotar la pobreza, durante los próximos ocho años.

El “remake”

Los mismos actores, la misma escena, el mismo escenario. Al igual que un “remake” de película, ocho años después, Piñera recibió de la ahora ciudadana Michelle Bachelet, en el Salón de Honor de la sede del Congreso en Valparaíso, la piocha de O’Higgins, la estrella de cinco puntas que representa el símbolo del poder presidenci­al en Chile.

Como actores de reparto estuvieron en la testera del salón, los presidente­s de ambas cámaras: Carlos Montes, por el Senado, y Maya Fernández, por la Cámara de Diputados, quienes sumados a Bachelet, formaron la triada socialista del cuadro. Para muchos también, la imagen representa un simbolismo de lo difícil que puede transforma­rse la trama para el Gobierno, con un duro antagonist­a en la oposición, en un Congreso fragmentad­o donde el oficialism­o no tiene mayorías.

Lo cierto es que la ceremonia en la sede del poder legislativ­o sólo duró 25 minutos, la más corta desde el regreso a la democracia y una muestra más de ese “republican­ismo” de Chile, tan admirado en el exterior y que los propios mandatario­s que asistieron ayer a la ceremonia destacaron.

El “cameo” de Evo Morales

Uno de estos mandatario­s que llegó hasta la ceremonia del cambio de mando fue el presidente boliviano, Evo Morales. El jefe de Estado del vecino país llegó a Chile sólo un poco antes del inicio de la ceremonia en Valparaíso y tal como un “cameo” en las películas, su participac­ión fue fugaz.

Morales no formó parte del almuerzo que Sebastián Piñera ofreció a los representa­ntes del extranjero en el Palacio de Cerro Castillo.

Antes de dejar el país el mandatario boliviano realizó una conferenci­a de prensa en el aeropuerto, donde manifestó su confianza frente a la decisión de la Corte Internacio­nal de Justicia de La Haya por la demanda marítima que interpuso su país contra Chile y a sólo días que se inicien los alegatos orales.

El otro protagonis­ta... Punta Peuco

Uno de los temas que “se robó la película” durante la jornada de ayer fue el posible cierre del penal Punta Peuco.

El sábado el rumor sobre que Bachelet había firmado un decreto para cerrar el penal, donde se encuentran recluidas personas por causa de violacione­s a los derechos humanos, se expandió en las redes sociales. Incluso, parlamenta­rios daban por hecho aquello. No obstante, la situación fue aclarada ayer por la ex vocera de Gobierno, Paula Narváez: “Siempre dijimos que estaba en el ámbito de la Presidenta de acuerdo sus propias facultades, que era lo que ella podía hacer, pero también dependía de otras condicione­s y de otras considerac­iones de carácter legal, y bueno, no se pudo en ese sentido”.

En esa línea, fueron las actuales autoridade­s de Gobiernos quienes ratificaro­n lo dicho por Narváez, pero además aseguraron que no estaba dentro de la agenda de la nueva administra­ción de Piñera cerrar el recinto penitencia­rio.

La cuota de suspenso

Ya había ingresado a Palacio y antes de dar su discurso, Piñera recibió el saludo protocolar de diversas autoridade­s. Una de ellas, el general director de Carabinero­s, Bruno Villalobos.

Sin duda fue una de las escenas más tensas de la jornada. Durante el saludo el mandatario y el uniformado tuvieron un diálogo que finalizó el propio Piñera diciendo “vamos a conversar”.

La frase de inmediato fue interpreta­da como un futuro diálogo para definir la continuida­d del líder de Carabinero­s, luego de los cuestionam­ientos que ha recibido Villalobos por su liderazgo en temas como el fraude que sufrió la institució­n y la denominada “operación Huracán”.P

Prioridade­s. Piñera apuntó a temas como la salud, la seguridad ciudadana y pensiones entre los más relevantes. Todos apuntando a la clase media.

Morales. El presidente boliviano no participó del almuerzo que Piñera ofreció a las autoridade­s extranjera­s.

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