¿Qué ha pasado?
PUn informe del Instituto Libertad y Desarrollo anticipa que durante este gobierno se podría solicitar la renuncia a un 57% de los funcionarios del nivel I ingresados a la administración pública por concurso. de concursos para postular a los cargos públicos, y ha integrado más niveles de jerarquía a este mecanismo.
De acuerdo al informe, hay 124 cargos de nivel I adscritos a la ADP. “De estos, siete son jefaturas de servicio que ingresan por primera vez al sistema. Los restantes 117 se dividen en 96 profesionales que están en calidad de titulares en el cargo nombrados por concurso; 13 cargos están ocupados por subrogantes; tres por personas en calidad de TyP (Transitorio y Provisional); y cinco se encuentran en calidad de Nombramiento Anticipado, que son cargos de la nueva institucionalidad de la Educación Pública que recién después de un año se deben concursar”.
Entre los 96 cargos que entraron por concurso, siete fueron nombrados con anterioridad a 2014, es decir en la primera administración de Piñera; 32 fueron designados en 2014; 29 en 2015; 18 en 2016; y 10, el año pasado. “Es decir, de los 96 cargos con profesionales titulares en el cargo que heredará el gobierno, 91 fueron nombrados por el gobierno saliente, esto es un 87%”, certifica el documento titulado “Alta Dirección Pública: el desafío de la instalación de un nuevo gobierno”, sostiene LyD.
No obstante, de estos 91 cargos nombrados por la administración de Bachelet, hay 52 cupos que fueron ocupados por los llamados TyP, es decir personas que la autoridad presidencial colocaba en reemplazo mientras llamaba al concurso público. “Si bien son profesionales que pasaron por el filtro del mérito para perma- necer en el cargo, dado que inicialmente fueron nombrados a dedo por la actual administración, se pudiera asumir que son nombres más bien ligados políticamente a la coalición gobernante y eventualmente estarían menos dispuestos a trabajar con entusiasmo en un programa de gobierno con una orientación distinta. En este contexto, es esperable que cuando asuman las nuevas autoridades haya una tasa de desvinculación más alta a la que se esperaba luego de la reforma legal. Esta debiese estabilizarse en una tasa más baja a partir del cambio de gobierno en 2022, ya que esa nueva administración no heredará en calidad de titular a profesionales que en su momento concursaron para el cargo en calidad de TyP”, indica el informe del instituto.
Si se materializara lo señalado serían 52 los profesionales que hoy ocupan un cargo relevante y podrían ser desvinculados, lo que implicaría un 57% del total nombrado por este Sistema.
En este escenario, el mismo documento recuerda que desde la implementación del sistema ADP ha habido tres cambios de gobierno. Durante el primero, de Ricardo Lagos a Michelle Bachelet, se asumió con 14 cargos nombrados por ADP, de los cuales sólo 1 fue desvinculado durante los 6 primeros meses.
Este panorama fue distintos en los siguientes períodos: “En 2010, que implicó un cambio en la coalición política gobernante, se vio un mayor número de remociones. El entrante gobierno de Piñera heredó 73 cargos ADP, de los cuales 46 salieron en los primeros seis meses, es decir, un 63% de los directivos. En 2014, con un nuevo cambio de gobierno y de coalición política, el 82% de los directivos de nivel I heredados no perduró más allá de los 6 primeros meses de gobierno (de 83 directivos nombrados por el gobierno anterior (Piñera), 68 salieron de sus cargos en el primer semestre de gestión” de Bachelet.
ZLa figura del TyP (Transitorio y Provisional) fue eliminada porque en la práctica la vacante ADP era ocupaba por alguien “cercano” al mandatario de turno.