Mayor deuda pública 2017
La deuda fiscal con la que cerró Chile el año pasado preocupa por el incremento, la velocidad con que se elevó y la inercia que trae consigo por el nivel de gastos comprometidos.
LA DEUDA pública chilena ascendió el año pasado a US$68.936 millones, de acuerdo a un reporte publicado por la Dirección de Presupuestos (Dipres), cifra que representa el 23,6% del PIB, el mayor nivel alcanzado en los últimos 24 años (en 1993 llegó a 28,3%). De esta forma, la deuda fiscal del país evidenció un franco deterioro en el último ejercicio, con un incremento de más de US$15 mil millones sólo en el último ejercicio. Esta trayectoria ascendente viene desde el primer mandato de Sebastián Piñera y se aceleró en la administración Bachelet. La deuda del gobierno central más que se triplicó desde 2010, cuando apenas superaba los US$20.357 millones. Por más que este dato haya estado internalizado, no deja de llamar la atención el incremento de los compromisos fiscales, la velocidad con que aumentó y, por último, la inercia del endeudamiento que perseguirá al fisco. Es que el nivel de gasto comprometido a futuro por las autoridades en el gobierno pasado pensando que el crecimiento estaba garantizado y que no era una priodidad, en un ambiente de disminución del precio del cobre, fueron la combinación perfecta para multiplicar las deudas. De hecho, para este año se estima que los compromisos llegarán al 25% del PIB, lo que si bien sigue siendo un ratio razonable para un Estado, la preocupación radica en este cambio de conducta del país. Las clasificadoras de riesgo internacionales advirtieron ese cambio de criterio de endeudamiento, lo que llevó a una reducción de la clasificación de riesgo. Urge, entonces, elaborar un plan creíble de convergencia fiscal y con un objetivo claro de recuperar la clasificación de riesgo perdida. La solución no pasa por elevar los impuestos, sino más bien por mantener controlada la trayectoria del gasto del Estado.