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Héctor Roco, FTC: “La hegemonía de Raimundo Espinoza en el mundo sindical era un mito”

- Una entrevista de CONSTANZA PÉREZ-CUETO V.

— “ERA EL FUSIBLE y lo sé”, dice el nuevo presidente de la Federación de Trabajador­es del Cobre (FTC), Héctor Roco, en la previa del Congreso anual del sindicato más grande del país, que parte hoy en La Serena y que tendrá un componente distinto este año, luego de la polémica que surgió por el derrocamie­nto del histórico dirigente Raimundo Espinoza. Roco, socialista no re fichado, lleva 19 años en la FTC y desde hace menos de dos semanas es su presidente. El dirigente ha sido crítico de Espinoza, a quién acusa de alinearse con los intereses de la gerencia y no de los de los trabajador­es. No obstante, reconoce que su corta permanenci­a en el puesto puede terminar pronto, pero, siente, con la tarea hecha. Hoy empieza el Congreso de la FTC, ¿cuáles son las expectativ­as? —Será decisivo. Sé que soy cabeza de turco y que mi cabeza puede durar nada, puede que esta mesa sea censurada, puede que salgan nuevos dirigentes nacionales y que yo no sea el presidente, a pesar de que hemos hecho las cosas de forma correcta. No tengo ningún rollo con eso, pero lo que sí, destruimos este triángulo perverso que existe en Codelco entre Raimundo Espinoza, Oscar Landerretc­he y Nelson Pizarro, eso se acabó. ¿Qué pasa si Raimundo Espinoza es reelegido presidente? —Espero que eso no ocurra, pero en cualquiera de los casos la hegemonía que se supone que tenía Raimundo Espinoza sobre el mundo sindical ya no existe. Era un mito. Y eran otras las razones por las cuales le dábamos conducción a esta cuestión. Espero que no lleguemos a la censura porque la Federación va a quedar fragmentad­a y aquí no se trata de victoria de uno u otros, acá perdemos todos. ¿El retorno de Espinoza a la presidenci­a sería un fracaso para el movimiento que usted encabeza? —No. Ya hubo una señal potente. Se cumplió el objetivo, lo que ocurra en el futuro son hipótesis. ¿Usted se sacrificó? —Sí. Yo era el fusible y lo sé. ¿Buscarán alguna fórmula para sacar a Espinoza del directorio? —No en este rato. Nos acusaron que habíamos hecho un golpe, pero esto fue un acto democrátic­o dentro de las normativas. No vamos a buscar atajos ni caminos cortos y la Ley dice que tenemos un representa­nte en el directorio y el representa­nte actual es el que tenemos. No hay mayor cuestión sobre eso. ¿Le advirtiero­n a Espinoza las diferencia­s que había dentro del consejo? —Muchas veces tuvimos conversaci­ones respecto al tema de la conducción. Él lo sabe, pero su respuesta era que si teníamos ocho votos, que lo sacáramos. Es pésima señal aferrarse al poder con uñas y dientes. Uno tiene que saber retirarse a tiempo. Raimundo Espinoza es un ícono del mundo sindical en Chile, creo que fue un aporte en muchas materias y a lo mejor tendría que haberse ido de una forma distinta, pero para eso hay que tener altura de miras y generosida­d. Pero él ya había anunciado que se retiraría este año… —Era como la tercera vez que él decía lo mismo. Él vivió una simbiosis con la administra­ción y se empezaron a generar brechas más grandes. ¿Cuáles? —Firmamos un pacto estratégic­o con Codelco, que fue presentado a la ex presidenta Michelle Bachelet y fui bastante crítico porque los resultados eran muy pobres. Fui vapuleado por haber entregado un informe al respecto y algunos sintieron que era un atentado a la administra­ción. El pacto estratégic­o tiene cero resultados. Nos reunimos pocas veces y no se generaron avances. Ellos quieren imponer un modelo a fuerza y sentimos que Espinoza defendía ese modelo. ¿Por qué? —El representa­nte de los trabajador­es dentro del directorio no hizo ni hace escuchar la voz de los trabajador­es. No tengo cuestionam­ientos sobre el cargo, ni sobre la persona, pero el representa­nte de los trabajador­es tiene una razón de existir dentro del directorio. Al final del día si el resultado no es el óptimo, el responsabl­e es el director. ¿Esta movida le hizo mal al sindicalis­mo? —No hay un caos, acá todo está funcionand­o. Sólo hubo un cambio de la conducción, pero esto es una señal, es un tema profundo. Nelson Pizarro ha barrido con los trabajador­es, con la complacenc­ia del antiguo presidente y le estamos diciendo: ojo señor Pizarro, esto se acabó. Esa es la señal. Usted también ha sido criticado, principalm­ente por firmar un acuerdo con beneficios especiales para dirigentes sindicales… —Si tuviera que firmarlo de nuevo, lo haría. Ser dirigente sindical es ingrato. Tenemos categorías de la 6 a la 19 y había dirigentes con baja escala, cuyos pares avanzaban de posición mientras trabajaban en el sindicato. El dirigente no podía postular a concursos y después de 15 años ganando lo de su categoría, miraba para el lado y no podía reinsertar­se. ¿Está a favor de la continuida­d de Pizarro? —Se debería ir y si se queda, va a tener problemas con los trabajador­es si sigue en la misma línea que está. Me gustaría que quienes tomen estas decisiones coloquen a gente competente que sepa del negocio. Usted ha dicho que la realidad de Codelco no ha sido mostrada, ¿a qué se refiere? —Me refiero a que todas las cifras de Pizarro no son sostenible­s. Pizarro siempre hace lo mismo. Él saca buenos resultados, pero deja la escoba. Trabaja el denominado­r, despide gente y aumenta la productivi­dad. Pizarro deja siempre así a las empresas, al final sale con grandes números, pero lo que deja es otra cosa. Por el lado de los proyectos no los ha podido desarrolla­r, algunos murieron, otros están con atraso, como Chuqui Subterráne­o que tenía que partir este año. ¿Se prevén negociacio­nes más duras? —No sé si más duras, pero creo que se van a tener que hacer cargo de los problemas que tenemos. ¿Esperan bonos como los de Pelambres? —Sí. Tenemos US$ 2.885 millones en excedentes en 2017, se van a tener que hacer cargos de esos números. Eso es logro de los trabajador­es. El señor Pizarro no ha tirado pala en el cerro y tienen que hacerse cargo de los resultados. Algunos nos critican por los bonos millonario­s, pero Codelco es de liga premier. Alexis Sánchez no tiene culpa de que un jugador en Chile de Tercera B gane $ 500 mil. Los trabajador­es del cobre somos de la Premier League.

RAIMUNDO ESPINOZA “La hegemonía que se supone que tenía en el mundo sindical ya no existe. Era un mito”. BONOS EN LA MINERÍA “Alexis Sánchez no tiene culpa de que un jugador de Tercera B gane $ 500 mil”. CONTRATOS “TOP” PARA DIRIGENTES “Si tuviera que firmarlo de nuevo, lo haría. Ser dirigente sindical es ingrato.”

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—Previo al Congreso anual del sindicato más poderoso del país, el dirigente señaló que sabe que su permanenci­a en el cargo puede terminar esta semana, aunque resalta que el objetivo está logrado.

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