Prima por liquidez, ¿qué pasa si nos atrevemos?
Otra clase de activos está siendo analizada por los institucionales: los alternativos con clasificación de deuda privada.
La última década ha estado marcada por una excesiva liquidez y tasas bajas. En este período, la cartera de inversiones de los fondos de pensiones aumentó considerablemente su exposición a instrumentos soberanos chilenos, pasando del 8% al 21% de los fondos. Si bien es una diferencia considerable, lo es aún más cuando se analizan los montos detrás de estos porcentajes, pasando de US$ 8 mil millones a US$ 45 mil millones ¡Vaya salto! Lo que implica que el mercado le otorgó un valor importantísimo a la liquidez a la hora de construir portafolios.
No obstante, hace un par de años, los Fondos Mutuos y las Compañías de Seguro encontraron una fuente de retornos en el riesgo de crédito. Si a comienzos del 2016, los spreads de bonos como Coopeuch y SMU superaban con fuerza los 200 puntos, hoy estos instrumentos han visto incrementada su demanda, lo que ha presionado a la baja el diferencial de tasas, incluso rompiendo los 100 puntos; prueba de ello son las colocaciones de estas últimas semanas. Las empresas están emitiendo deuda a plazos más largos y entregando una oferta cuyo spread, a mi juicio, está tocando niveles mínimos.
Dado este escenario, otra clase de instrumentos está siendo analizada por los inversionistas institucionales: los activos alternativos con clasificación de deuda priva- da. Estos fondos de inversión –privados o públicos– de deuda privada ofrecen tasas atractivas de entre 8% y 12% nominal, con una estructura similar a los bonos públicos –considerando los covenants y la protección que se le entrega a los inversionistas-, pero entregando un premio por liquidez bastante atractivo, que incluso, desde mi punto de vista, puede ser excesivo para este horizonte de inversión.
Lo grafico: si hoy un bono soberano a un horizonte de entre tres y cinco años en- trega retornos de UF+1,15% y uno corporativo UF+2%, un fondo de inversión de deuda privada, para el mismo período, alcanza retornos de entre UF+5% y UF+9%.
Dado que el mercado está subdesarrollado aún –el telepregón de la Bolsa de Comercio no muestra mayor actividad en instrumentos de este tipo–, varios actores de la industria estamos trabajando para darle visibilidad a estos fondos y así, entregarles mayor liquidez. Aunque debo advertir que esto provocará que el pre- mio, por la dificultad de convertir la inversión en efectivo, se vaya ajustando cada vez más.
Estoy seguro de que en un par de años, estos vehículos de inversión habrán alcanzado mayor profundidad y quienes se atrevieron a invertir en este tipo de fondos “poco líquidos” estarán disfrutando de la mayor rentabilidad que les otorgó esta característica. Es hora de atreverse.