Las lecciones aprendidas durante el súper ciclo
LOS PRECIOS en la minería han variado enormemente durante la última década. Luego del súper ciclo, tuvimos alrededor de cuatro años con niveles muy deprimidos. Hoy ya vemos una industria que está mejorando. Estos altos y bajos no pasaron en vano y nos dejaron lecciones que el sector ha asimilado. Hoy, con un escenario optimista, pero –al mismo tiempo– con incertidumbre por la creciente controversia comercial entre Estados Unidos y China, la industria ha entendido que no puede perder el foco del control de costos. También aprendieron que la productividad nunca puede descuidarse, cuestión que en el período de precios altos se vio seriamente afectada. Por ello, hoy el manejo eficiente de los activos es una tarea prioritaria. Por otro lado, la sustentabilidad ha pasado a ser un elemento muy relevante, materia que abarca el área económica, ambiental y social. Ya no se pueden dejar de lado a las comunidades. Es más, se debe trabajar con ellas desde la primera etapa del proyecto e involucrarlas en cada paso, tanto para informar acerca de los trabajos a realizar en su zona como para crear vínculos reales, estables y de confianza. Hoy los ciudadanos demandan cada vez más certezas respecto del impacto ambiental y social de cada uno de los proyectos y de los productos que adquieren. Del alto ciclo, la industria también aprendió que la gestión de riesgo en el manejo de un proyecto minero no debiera ser externalizada, por cuanto es consustancial a los propietarios de la inversión, especialmente en lo relativo al control de costos. Ahora se ha optado por equipos humanos, que además de tener claros los objetivos del negocio, cuenten con alto nivel de competencias y una visión completa del proyecto. Esta etapa, donde vemos nuevamente una mayor cotización del metal, es la oportunidad perfecta para avanzar hacia una minería más inteligente e innovadora, que pueda incorporar cada vez más tecnologías como la automatización, robótica, control remoto de la producción y big data. Para avanzar por el camino de la inteligencia artificial, primero se debe tener personas con el suficiente nivel de competencias. Los trabajadores del futuro deben saber trabajar en equipo, tener un alto nivel de adaptabilidad, ser innovadores, con amplio manejo de la automatización avanzada y telecomunicaciones, ser proactivos, poseer gran habilidad para resolver tareas complejas y contar con capacidades cognitivas. Este es un tema no solo del futuro sino también del presente, ya que con la tecnología de punta que tenemos en el país, existen ya amplios sistemas automatizados en las empresas. Una de las tareas prioritarias es la capacitación continua de los trabajadores para que puedan hacer uso eficiente de esta revolucionaria tecnología. Sin duda que si seguimos avanzando a paso firme por esta vía, tendremos una mejor minería, con mayores niveles de productividad y seguridad. La industria debe tener, más que nunca, estos aprendizajes en mente. En momentos en que se advierten mejores precios, no podemos caer en los mismos errores, para mantener la competitividad y productividad que Chile se merece.
Gerente de estudios de Sonami