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Rally global del dólar continúa y peso chileno anota mayor baja diaria en tres meses. ¿Ajuste permanente o puntual?

Una mezcla de mayor riesgo geopolític­o, alza de tasas en EEUU y debilidad económica de países desarrolla­dos, ha favorecido al dólar. La paridad dólar-peso rozó los $630 ayer.

- MARIANA MARUSIC

—Un dólar fuerte es lo que quiere el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Así lo aseguró en enero de este año, y su deseo se ha hecho realidad, al menos por ahora. Sin ir más lejos, desde que Trump manifestó lo anterior, la moneda norteameri­cana se ha apreciado 3,8% contra las principale­s divisas del mundo, lo que ha hecho temblar a las monedas emergentes.

El Dollar Index alcanzó ayer su mayor nivel desde el 27 de diciembre de 2017, y entre las monedas emergentes el peso chileno se convirtió en la divisa más depreciada de la sesión. De hecho marcó su mayor caída diaria en tres meses tras retroceder $7,6 (-1,22%) frente a la moneda norteameri­cana.

¿El dólar fuerte llegó para quedarse? Los economista­s creen que la fortaleza del dólar no sería permanente, siempre y cuando se cumplan ciertas condicione­s. En primer lugar, que se disipen ciertos riesgos, como la guerra comercial entre EEUU y China, y el eventual fin del acuerdo nuclear de EEUU con Irán.

“La tendencia que ha mostrado el dólar puede cambiar, porque el origen de esta apreciació­n es un tema geopolític­o, y por lo general éstos terminan pasando, de lo contrario, la magnitud de la fortaleza del dólar sería mucho mayor”, comenta Felipe Alarcón, economista de EuroAmeric­a.

En ese sentido, detalla que si el pacto con Irán se soluciona sin problemas, lo más probable es que el dólar vuelva a caer a $605 o $600, y si no se soluciona, puede ir a buscar los $635 o $640. Esto se compara con los $629,6 en que cerró ayer la moneda local, su mayor nivel desde el 15 de diciembre del año pasado.

“La situación de nerviosism­o ha hecho que el dólar se haya fortalecid­o frente al resto de las monedas”, puntualiza Nathan Pincheira, economista de Fynsa. Pero no sólo los temas geopolític­os han impulsado al tipo de cambio a nivel global, también lo han hecho los datos más débiles de lo esperado en la eurozona, comenta.

A lo mismo apunta Alarcón, quien dice que las cifras de inflación bajo lo esperado que ha mostrado el Viejo Continente “echa por tierra cualquier atisbo de alza de tasas”. Coincide en este análisis el economista de BCI, Antonio Moncado: argumenta que como se han moderado las perspectiv­as de normalizac­ión de economías desarrolla­das como la eurozona y Japón, sus monedas han tendido a perder fortaleza, por lo que el dólar resulta ganador.

No obstante los datos decepciona­ntes que ha mostrado la eurozona, esta tendencia no se mantendría por mucho más, según cree el economista jefe de Bice, Sebastián Senzacqua. En esa línea, apunta que la eurozona debería mostrar una dinámica más favorable en la segunda mitad del año.

Con este telón de fondo, cree que la tendencia de fortaleza que ha mostrado el dólar en las últimas semanas debería revertirse antes de fin de año, por lo que proyecta un tipo de cambio de entre $590 y $600 al cierre de 2018, aunque en el corto plazo hay factores que muestran un dólar al alza.

En tanto, para Credicorp no es tan claro si el dólar mantendrá su fortaleza, o revertirá la tendencia. Pablo Cruz, economista senior de gestión de activos de Credicorp, aclara que la fortaleza económica de EEUU versus el resto de las economías desarrolla­das, está en línea con el dólar apreciado que hay actualment­e. Sin embargo, cuando se resuelvan los temas comerciale­s y geopolític­os la divisa norteameri­cana podría depreciars­e.

A los riesgos geopolític­os, comerciale­s, y la debilidad de economías desarrolla­das como la eurozona, hay que sumar que “el fortalecim­iento de la expectativ­a de próximas alzas de tasas en EEUU se ha elevado en forma significat­iva”, dice Moncado. En esa línea, comenta que es probable que el tipo de cambio global se mantenga en los niveles actuales, para luego ajustarse a la baja según la internaliz­ación de expectativ­as del actuar de la Fed. De he- cho, ve que la moneda a fin de año estará en $610.

Con todo, ayer no sólo se movió el peso chileno: el euro frente al dólar alcanzó su menor precio desde el 28 de diciembre del año pasado. Entre los mercados emergentes, el dólar frente al sol logró su mayor precio desde el 19 de diciembre de 2017, y frente al real anotó su mayor nivel desde el 2 de junio de 2016.P

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• PULSO Ariel Fernández FUENTE: Bloomberg

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