“El costo político en Argentina de ir al FMI es grande, pero había que pagarlo”
¿Cómo se explica lo que está pasando en Argentina?
— Lo de Argentina se gatilla en un contexto de fuertes depreciaciones en las economías emergentes y fortalecimiento del dólar. Si uno lo mira en perspectiva, no debiera extrañar, porque eso responde a algo que ha pasado en el mundo entero: el dólar se está fortaleciendo y eso pasa porque era raro que estuviera débil. La economía de Estados Unidos tiene un mayor crecimiento que las otras avanzadas, déficit fiscal y diferenciales de tasas ampliándose, todo lo que tendería a generar mayor fortaleza de su moneda.
¿Pero la corrección que hubo en Argentina fue muy distinta al resto de los países?
—El problema de Argentina fue ciertamente más grave. Su moneda estaba relativamente más sobrevaluada. Tuvo en un par de días una depreciación de 10%, con una fuerte salida de capitales. Fue un fuerte shock financiero que había que contener. Argentina perdió el ancla inflacionaria cuando cambió su meta a fines del año pasado, y ahí se notan los problemas de la falta de au- tonomía del Banco Central.
¿Cómo evalúa la medida de solicitar un préstamo al FMI?
— No había mucha opción dadas las presiones cambiarias y dificultades de financiamiento público. Un poco confusa la comunicación, ya que no se sabe mucho qué facilidad crediticia va a aplicar, cuál será la condicionalidad, el monto y timing. Hubiera sido mejor esperar hasta tener más claridad antes de hacer el anuncio. El costo político en Argentina de ir al FMI es grande, pero por su situación había que pagarlo.
En un ámbito más global, ¿qué tan probable es que se materialice una guerra comercial?
—La guerra comercial es siempre una amenaza, sin embargo, cuando uno mira el detalle de cómo es el comercio mundial, hoy día vemos que la cadena de producción está repartida por todo el mundo. Se da la paradoja de que una guerra comercial desde Estados Unidos puede terminar reduciendo su misma competitividad. Muchas de sus empresas realizan parte importante de la producción en Asia, China. Basta ver los smartphones.P