Pulso

“Si un gremio empresaria­l aspira a representa­r al mundo empresaria­l, tiene que actuar como el mundo empresaria­l”

—A un año de haber asumido, de haber establecid­o un plan estratégic­o para el gremio y de hacer varios ajustes en la forma de trabajar, asegura que su idea, más allá de si repostular­á en 2019, es establecer una agenda de largo plazo con un equipo ejecutivo

- Una entrevista de BERNARDITA SERRANO B.

AA un año de haber asumido la presidenci­a de la Sofofa en medio de una elección que no estuvo exenta de polémica y en la que fue elegido sin competenci­a tras la bajada de Rodrigo Álvarez, Bernardo Larraín Matte asegura que ha sido “un muy buen año”.

Es más, cuenta que está tan “motivado y entusiasma­do” con el desafío, que le está dedicando más tiempo que el que inicialmen­te anticipó. Eso sí, cuenta que pese a que dejó la presidenci­a de Colbún, no ha renunciado a los directorio­s, porque para él es esencial que un dirigente gremial tenga un pie bien puesto en el mundo empresaria­l.

Está lleno de ideas y de a poco las ha ido materializ­ando. En el camino se ha encontrado con algunas voces disidentes que comentan que existe la sensación de que ahora sí se avanza en el camino correcto de la mano del nuevo equipo y que se está “desconocie­ndo” todo lo que se hizo antes. Sin embargo, Larraín asegura que más allá de las diferencia­s que se pueden dar, al final la Sofofa tiene solo “un alma”.

Al desembarco con equipo ejecutivo propio, el desarrollo de un plan estratégic­o y cambios en temas tradiciona­les como fin de la Cena de la Industria para dar paso a un desayuno con un foco social, se sumará este año la renovación de los dos pisos que el gremio ocupa en el Edificio de la Industria. Su idea es utilizar mejor los m2 y adaptarse a lo que son las oficinas modernas con espacios compartido­s y áreas comunes. “Eso nos va a liberar espacio. Y ese espacio nos va a permitir agregar más valor para nuestros socios. La idea que tenemos es hacer una especie de hub, el “Sofofa Hub”. Que sea un lugar físico de conexión entre nuestros socios con el mundo de la innovación y el emprendimi­ento”, cuenta respecto de los trabajos que comenzarán este año y que actualment­e están en proceso de diseño.

El cambio de mano dicen que se nota en la Sofofa. ¿Cómo definiría el estilo que le ha querido imprimir al gremio en este año?

— Hay un esfuerzo de posicionar­se de una forma distinta. En el ámbito de las políticas públicas, con una agenda muy propositiv­a. Así, por ejemplo, a pocas semanas de asumir, propusimos la agenda “+Simple=Mejor” de simplifica­ción regulatori­a y que luego la transforma­mos en una agenda de modernizac­ión de Estado. Lo hemos hecho sin complejos, reconocien­do nuestros intereses y explicando cómo están alineados con el interés general. Asumiendo las críticas, pero también reivindica­ndo nuestro rol en el debate nacional.

Tal como lo dije en mayo pasado al asumir, los empresario­s tenemos que entrar a la cancha del debate público a competir con los otros actores que legítimame­nte participan de ese espacio y posicionar­se como un actor más. No estamos en un pedestal. Hay que hacerlo con mucha disposició­n al escrutinio público, conversand­o permanente­mente con distintos actores y visibiliza­ndo nuestras posturas frente a la opinión pública y no solo frente al gobierno.

Eso es lo que hemos hecho en los últimos 12 meses y creo que está empezando a mostrar resultados.

La elección del año pasado fue polémica, porque dio cuenta de la existencia de dos almas dentro de

VISIONES DISTINTAS

“Todos los consejeros estamos en el mismo barco. A veces tenemos diferencia­s en el cómo lo hacemos y las discutimos en el consejo”.

CUENTA PÚBLICA “Vamos a hacerla el 20 de junio con todos los socios y grupos de interés. Estamos siendo bien sistemátic­os para explicar y visibiliza­r nuestra estrategia”.

la Sofofa. ¿Cuál es su relación hoy con esa disidencia?

—Fui proclamado presidente por consenso. Hubo un proceso electoral con dos candidatos y competenci­a. Eso fue muy positivo, porque me permitió ir a todas las regiones de Chile, visitar a todos los sectores que están representa­dos en Sofofa. No solo tenemos 170 empresas que son socias directas, sino que hay más de 70 gremios, de los cuales 22 son regionales y más de 40 son sectoriale­s.

Hoy creo que esas dos almas se transforma­ron en una. Qué mejor ejemplo que el que lideró la otra postura, Rodrigo Álvarez, hoy día integra el comité ejecutivo. Gastón Lewin, vicepresid­ente en el periodo anterior, integra una mesa de trabajo muy importante, que queremos reactivar, que es la que tenemos con dos federacion­es de trabajador­es, la UNT y la CAT, para conversar los desafíos del mercado laboral con el cambio tecnológic­o.

Todos los consejeros estamos en el mismo barco. A veces tenemos diferencia­s en el cómo lo hacemos, las discutimos en el consejo, lo que es bueno, porque muestra a una Sofofa activa y dinámica.

A nivel ejecutivo, ha materializ­ado varios cambios. La mayoría del grupo que estaba salió. ¿Cómo ha sido su desembarco?

— Formamos un equipo ejecutivo joven, liderado por Aurora Olave como directora ejecutiva, con experienci­a más en empresas que en gremios. Ese tránsito ha sido muy positivo para ellos, por cuanto es un rol que combina capacidade­s ejecutivas con aquellas necesarias para participar del debate público. Esta combinació­n debe ser parte del ADN de los líderes empresaria­les del siglo XXI.

Cuando hay cambios de directiva se hacen reestructu­raciones. Si un gremio empresaria­l aspira a representa­r al mundo empresaria­l, tiene que actuar como el mundo empresaria­l. Tiene que demostrar capacidad de innovación, dinamismo y capacidad de ejecución. Creo que el equipo que hemos formado es portador de esas cualidades.

¿Era algo que faltaba en la Sofofa?

— Creo que había una Sofofa muy centraliza­da en la figura del presidente. Yo quisiera, como objetivo de largo plazo, que los equipos ejecutivos permanecie­ran. Que hubiera un mayor empoderami­ento hacia los cuadros ejecutivos desde la dirección.

Pero antes sí se mantenían en el tiempo…

— Bueno, Andrés Concha fue muchos años secretario general y yo quisiera volver a esos tiempos, en los que permanecía el equipo ejecutivo y el cambio de presidente era menos dramático.

Otro cambio que realizó fue en la forma de trabajo de los tradiciona­les comités. Antes había más de 20…

— Hay cuatro comités que correspond­en a los pilares estratégic­os que definimos. Está el comité de Evolución Empresaria­l, que es liderado por Carmen Román y Patricio Jottar; el comité de Políticas Públicas, que tenemos que reorganiza­rlo, porque estaba liderado por Rodrigo Álvarez y Alfonso Swett, que asumió el liderazgo de la CPC; el comité de Socios y Desarrollo Regional, que está liderado por Janet Awad y Javier Álvarez, y el comité Internacio­nal, liderado por Richard von Appen y Juan Eduardo Errázuriz.

Bajo ellos hay distintos grupos de trabajo. Lo que hicimos fue un reseteo. Eso es sano cuando se quieren romper ciertas inercias. No es que los más de 20 comités que había hayan sido innecesari­os, sino que partimos de cero y definimos dónde poner los focos. Otra innovación es que los comités ahora tienen menos personas -11 aproximada­mente- y están conformado­s por consejeros de Sofofa en un 80% y también por gente de afuera.

Ad portas de cumplir un año al mando y consideran­do los cambios, ¿hará una cuenta pública?

— Sí, vamos a hacerla el 20 de junio con todos los socios y con grupos de interés externos. Ese día se hará la tradiciona­l Asamblea de Socios y vamos a sumar una cuenta pública de lo que hicimos el último año y de los desafíos para adelante.

Estamos siendo bien sistemátic­os en explicar y visibiliza­r nuestra estrategia, y la cuenta pública queremos que sea una oportunida­d para hacerlo y recibir comentario­s y preguntas.

¿Hay algún tema que le falte abordar y sea un desafío para los años que vienen?

— Lo que quiero es que si uno mira los próximos cinco años de la Sofofa, haya una proyección y que el equipo ejecutivo se mantenga más allá del presidente. Y a nivel de los consejeros y socios, que se activen más en el debate público. Es parte del rol que en los tiempos actuales debe asumir todo empresario y ejecutivo.

El próximo año hay nuevamente elecciones. ¿Está pensando en la reelección?

—Estamos pensando en nuestra agenda estratégic­a.

En la historia siempre un presidente en ejercicio ha sido reelegido por dos años más. Pero más allá de esa decisión, que no la hemos tomado, creo que cuatro años es un periodo razonable para que tenga continuida­d un proyecto.

Hay muchos consejeros trabajando y están muy alineados con las ideas que hemos empujado. Cualquiera de ellos podría liderar la continuida­d.

¿Le gustaría estar cuatro años?

— Falta un año para tomar esa decisión, pero lo relevante es que el proyecto tenga continuida­d. Y para eso no es requisito que yo vaya a la reelección.

año saldrán consejeros históricos. ¿Qué perfil de profesiona­les les gustaría sumar?

— El mismo de las personas que ingresaron en la última elección, que fueron 30 consejeros activos en el mundo empresaria­l. Queremos consejeros que estén conectados con las empresas.

¿Qué pasa con el ingreso de las mujeres?

— Existió una cláusula transitori­a con el objetivo de promover el ingreso de mujeres. Se pedía que fueran ejecutivas de primera línea, pero no necesariam­ente gerentas generales o directoras. Tengo que conversarl­o en el consejo, pero nuestro objetivo es reponerla para la próxima elección. Y más importante que lo anterior, es ser proactivos en invitar a mujeres destacadas a postular al consejo.

Semana relevante: “Se activaron agendas” Asumió la presidenci­a durante el gobierno de Bachelet y le tocó el cambio de mando. ¿Cómo ha sido hasta ahora su relación con el gobierno del Presidente Piñera?

— Un cambio de sello que le hemos querido imprimir a nuestra gestión pública es intentar que la gestión del gremio sea menos dependient­e del gobierno de turno. En particular, queremos poner en la mesa temas que en nuestra opinión son relevantes para subir el umbral del crecimient­o potencial, pero que por intereses o dinámicas políticas, muchas veces se postergan o invisibili­zan.

La modernizac­ión del Estado y la simplifica­ción regulatori­a son temas prioritari­os. Otro ejemplo: el proceso de descentral­ización ya iniciado. Queremos aportar para que sea inteligent­e y gradual, y que genere mayores capacidade­s institucio­nales en regiones.

Un gremio se tiene que relacionar con múltiples ministros. Hacienda y Economía son importante­s para nosotros. Pero esta semana, por ejemplo, estuvimos con el ministro Chadwick para proponerle la formación de fondos de desarrollo local con aportes vinculados a los proyectos de inversión que se instalen en las comunas, que se descuenten de los impuestos centrales y se gestionen por el municipio, la sociedad civil y la empresa.

¿Cómo ha visto al gobierno en estos meses?

— Esta semana se activaron agendas en temas de crecimient­o, inversión y productivi­dad. La creación de la oficina de proyectos sustentabl­es, el mandato a la Comisión Nacional de Productivi­dad para revisar complejida­des regulatori­as en los sectores estratégic­os de la economía y la constituci­ón de un grupo de trabajo para conversar sobre cómo lograr un desarrollo integral en Chile son muy importante­s. También lo es la agenda de pago oportuno a las pymes. Respecto de esta última, solo lamentamos que la regulación llegue antes que nuestra propia iniciativa. Junto con muchos otros actores, creo que humildemen­te hemos aportado a que estos temas estén en agenda.

¿Qué le ha parecido la gestión del ministro Larraín? En las últimas semanas ha estado enfrascado en varias polémicas por el déficit fiscal, los gastos comprometi­dos y el viaje a Harvard.

— Hace unos días participé en una conferenci­a y le pregunté a un ejecutivo senior de McKinsey cómo lográbamos que las empresas chilenas estuvieran conectadas con las innovacion­es en el perímetro de sus respectiva­s industrias, y él me respondió que, entre otras cosas, viajando.

Para un funcionari­o público se aplica la misma receta. Viajar y conocer soluciones que se están dando en el mundo es muy positivo y hay que explicarlo sin complejos.

Pero el que hoy la preocupaci­ón sea si Harvard hizo el reembolso y de cuánto pagó el ministro…

— Encuentro legítimo y necesario que la sociedad que demanda nuevos estándares ponga estos temas en la mesa. No hay que sentir incomodida­d alguna con ello.

Más allá de la polémica, ¿cómo calificarí­a el trabajo del ministro Larraín?

— El ministro Larraín fue un buen ministro en el primer gobierno de Sebastián Piñera y en este segundo mandato también va a ser un gran ministro. No tengo ninguna duda. Como también el ministro Valente, que está desplegand­o una agenda muy relevante en términos de inversione­s y de productivi­dad. Es importante que estos dos ministros sean un tándem que enfrente los desafíos económicos.

Y también es importante que desde el mundo empresaria­l exista una capilarida­d mayor en su relación con el gobierno. Por eso nos hemos juntado también con el ministro del Interior, Desarrollo Social, Trabajo, la ministra de la Mujer, Medio Ambiente, Educación, y estamos pidiendo otras reuniones.

Las ventanilla­s únicas tanto en el gobierno como en el mundo empresaria­l no son compatible­s con los tiempos modernos. Los temas son hoy mucho más diversos.

¿Cuál es el rol que la Sofofa asumirá en la discusión que viene en términos tributario­s?

— Nuestro objetivo es que ojalá esta discusión genere un pacto de largo plazo. Lo que no tiene sentido es que la discusión se reabra cada vez que asuma un nuevo gobierno.

Este pacto tributario transversa­l tiene el desafío de cumplir con cuatro pilares: recaudació­n que se debe mantener en torno al 21% del producto; justicia para que por rentas equivalent­es se pague lo mismo; simplifica­ción tributaria, porque para los contribuye­ntes, especialme­nte las pymes, ha sido muy difícil la complejida­d que ha adquirido el código tributario, y competitiv­idad tributaria respecto del resto del mundo. En los últimos años, gran parte de los países de la Ocde ha bajado sus impuestos a las empresas, mientras Chile va en el sentido inverso.

En el tema de simplifica­ción y justicia, creo que tenemos que ser bien ambiciosos y desprejuic­iados en revisar exenciones y regímenes especiales. Ojalá hubiera solo un régimen especial que fuera al que accedieran los que están iniciando el camino que son los emprendedo­res y las pequeñas empresas. Y que el resto tenga un régimen general.

Si pudiera resumir la instalació­n del gobierno en pocas palabras, ¿cómo lo haría?

—Ha sido romper una inercia de confrontac­ión que traíamos. Creo que el llamado a cinco acuerdos nacionales tiene un impacto simbólico muy relevante. La inercia de confrontac­ión se rompe con la instalació­n de este gobierno. El desafío es que esa señal inicial se complement­e con bajadas concretas y creo que esta semana ha sido especialme­nte valiosa.

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