Desafíos para un Chile Digital,
CHILE se ha hecho parte del fenómeno digital y hoy en día somos, sin lugar a dudas, un referente en este ámbito a nivel de la región latinoamericana.
De acuerdo con la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), nuestro país exhibe una gran conectividad y penetración digital. Por ejemplo, las conexiones de telefonía móvil 4G superaron los 10,8 millones a diciembre de 2017, con un crecimiento interanual de 71,2%, lo que equivale a 4,5 millones de nuevas conexiones en los últimos 12 meses.
Por otro lado, si sumamos los accesos fijos, alcanzamos los 19,4 MM de accesos de banda ancha, con un crecimiento en 12 meses de 20%. Además, los datos presentados por la Subtel revelan que, al cierre del año pasado, el sector de telecomunicaciones alcanzó cerca de 49 millones de servicios totales, y 2,6 servicios por habitante.
Si bien estamos avanzando en esta revolución digital, debemos enfrentar un nuevo desafío que impactará en el desarrollo del país y en el cual necesitamos una vez más ser líderes: la adopción de internet para fines productivos y contar con una sociedad preparada para capturar los beneficios que traerá la implementación de la nueva generación de telefonía móvil 5G.
En este nuevo contexto, no podemos dejar de lado el aporte que constituye la industria de las telecomunicaciones para el desarrollo del país. Este sector es uno de los principales agentes impulsores del PIB, debido a su importante efecto multiplicador en otros sectores de la economía y en la calidad de vida de las personas.
Según el estudio “La Economía Móvil América Latina 2017”, realizado por el GSMA, en 2016 las tecnologías y servicios móviles generaron el 5% del PIB de Latinoamérica y se estima que se elevará a más de US$320.000 millones (5,6% del PIB) para 2020. La innovación tecnológica, sin duda, ha cambiado la forma en que hoy nos comunicamos e interactuamos, pero al mismo tiempo ha pavimentado el camino generando nuevos paradigmas, que cambian la forma de hacer las cosas basados en tecnologías como el big
data, la “nube”, la automatización de tareas y la Internet de las Cosas (IoT), analítica, entre otras.
Somos testigos de una verdadera revolución digital, que está democratizando las oportunidades para todos. La telemedicina, su uso en la enseñanza, el e-commerce, la automatización de los procesos en la agricultura, minería, etc. ya no son temas del futuro sino que del presente.
La industria está comprometida en invertir en el despliegue de la infraestructura de alta velocidad – fibra óptica, 5G, Docsis 3.0-, así como lo ha hecho tradicionalmente, para poner al servicio del país la más moderna tecnología, inversión que se estima en US$ 26.000 MM en un período de 10 años.
Es momento de que como industria, y país, continuemos invirtiendo y generando condiciones para la instalación de infraestructura, con el objetivo de seguir desarrollando el Chile Digital que queremos.P