Bárbara Figueroa por salario mínimo: “No vamos a aceptar un reajuste menor a $40 mil en 18 meses”

—A una semana desde que la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) se sentó a conversar con los ministerios de Hacienda y Trabajo por el reajuste del salario mínimo, cita en la que las autoridades de gobierno se mostraron abiertos a acordar un reajuste plurianual, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, plantea condiciones para ello. La principal: no modificar la reforma laboral.

¿Cuáles fueron los planteamientos de la reunión?

—Nos expresaron (ministros de Hacienda y Trabajo) la disposición de construir un acuerdo de más de un año, hablaron de la lógica plurianual, sin un tiempo determinado. Esperaría tener un proceso de negociación a más largo plazo y que no signifique negociar el próximo año. También se habló de distintos modelos: uno que diera cuenta de un crecimiento modesto y otro más sustantivo, con el fin de hacerse cargo de las distintas expectativas.

¿El factor de crecimiento económico es importante?

—Apostamos por una política de que el crecimiento de los salarios y un mundo del trabajo más robusto sea un dinamizador de la economía, pero no al revés, porque si no siempre vamos a quedar limitados por las proyecciones. Nadie puede determinar cuál será el crecimiento efectivo de la economía. Proyectar los salarios en función de ello, es limitar excesivamente el debate del salario mínimo.

¿Cuál es el piso con que llegan a esta negociación?

—La última vez la CUT negoció, fue a 18 meses y no menos de $40 mil. Nunca vamos a apoyar un proceso de negociación que reajuste en menos de lo que ya logramos, sería ir en contra de lo que hemos postulado que tiene que ver con los pisos mínimos de la negociación. En definitiva, no vamos a aceptar un reajuste de menos de $40 mil en 18 meses.

¿Es posible alcanzar un ingreso de $370 mil (ingreso ético según expertos) durante esta administración?

—Cuando la CUT dice que el salario mínimo debe permitir a los trabajadores superar la pobreza, estamos hablando de una cifra que está establecida, no es etérea. Un núcleo familiar de 4 personas con un solo trabajador, para superar la pobreza estamos hablando de entre $370 mil y $400 mil, lo que está muy en línea con lo que señalan los expertos.

¿Cuáles son las condiciones para llegar a un acuerdo?

—Este debate no está cerrado, pero para la CUT el objetivo principal es que el ingreso mínimo le permita a una familia superar la pobreza en Chile, y debatir esto en base a una política salarial (corregir brechas, desigualdades y discriminaciones).

¿Tensiona el debate la reforma laboral?

—Nos parece complicado que se nos invite a un debate de salario mínimo, cuando se está instalando revisar el efectivo de- recho a huelga. Cuando escuchamos al ministro del Trabajo señalar que la huelga no debe paralizar o cuando dice que tenemos que revisar vía administrativa la situación de los grupos negociadores, generamos distorsiones en el debate. El propio informe del Consejo Superior Laboral indica que la reforma sólo podrá ser motivo de un análisis más profundo cuando ya hayan pasado 3 años.

¿Cómo ve el rol que está teniendo la Dirección del Trabajo?

—La DT tiene que tener por sobre todas las cosas un carácter autónomo. No puede ser el brazo armado de los gobiernos de turno. Creo que lamentablemente hoy la DT está desfigurando ese rol y es peligroso. Lamentablemente, la DT está actuando al filo de la norma. No se puede suponer que sea pretexto de una interpretación de incertidumbre de la nueva legislación laboral, eso le dé manga ancha de vulnerar el espíritu de la ley. Creo que ahí la DT está cometiendo un error férreo y está quedando en evidencia con los pronunciamientos de tribunales.

Dado este escenario, ¿en qué estado se encuentra la CUT?

—Es evidente que estamos en estado de alerta. Esto significa que no sólo debemos estar alertas respecto a dictámenes, sino que también hacer presentaciones en tribunales cada vez que sea necesario y estaremos preparados para llegar hasta con acciones de movilización si así se requiere.

¿Qué opina sobre la Cuenta Pública entregada por el Presidente Piñera?

—Fue una cuenta en un tono soberbio y altanero que no se condice con el llamado a la unidad. Se llama a los acuerdos mientras se señala que ellos “ganaron para arrasar” con lo que nunca estuvieron de acuerdo en los últimos cuatro años. Preocupa que un sector político busque ganar una elección presidencial con el único objetivo de retrotraer las reformas del gobierno anterior. Si bien se destaca que no reducirá los impuestos a las empresas, este anuncio se disminuye al ver que el control del mercado y del mundo del trabajo (empleos) le es entregado a ellos.

¿Esperaba más en materia laboral?

—Este gobierno, con esta cuenta pública, se aleja del mundo social y del mundo sindical. En materia laboral, no solo quedó al debe el gobierno, las señales son muy preocupantes, pues se vuelve a la receta de los años 90, donde se apostó en materia económica, a la política del chorreo; política que fracasó cuando tras años de crecimiento sostenido no se logró superar las desigualdades.

Y en cuanto a...772 equidad de género...

Los anuncios no logran dar cuenta del desafío de superar brecha de género, y propuestas como el teletrabajo es insistir en más de lo mismo: la doble jornada (trabajo y casa) a costa de precarización.P