Pulso

Felipe Bulnes: “Acá no hablamos de una omisión ni mucho menos. El tema (de asesorías) fue expresamen­te tratado”

- JOSÉ TOMÁS SANTA MARÍA

—El abogado Felipe Bulnes fue el asesor externo de Corfo durante la negociació­n con SQM, y ayer su nombre se vio involucrad­o en la polémica a raíz del contrato de asesorías que Julio y Eugenio Ponce firmarán con SQM.

Un mail entre él y Sebastián Oddó, abogado de Pampa Calichera, revela que, según lo que ahí se señala, Bitran sí estaba enterado de que la figura de “asesoría” quedó expresamen­te excluida del contrato entre SQM y Corfo, en el que se prohibió que los Ponce asumieran como ejecutivos y directores de la minera no metálica hasta 2030 (ver correo en página 5).

Bulnes conversó con PULSO, y comenzó señalando: “En relación con el tema que ha estado en el debate público en los últimos dos días, respecto a lo que fueron las negociacio­nes entre SQM y Corfo, y específica­mente en lo relacionad­o con las asesorías de los hermanos Ponce a Soquimich, a mí lo que me interesa clarificar es lo siguiente: en primer lugar, a diferencia de lo que puede haberse entendido, el tema de las asesorías estuvo lejos de ser un tema que no haya sido tratado en la negociació­n. Acá no estamos hablando de una inadverten­cia, de una omisión, ni mucho menos. El tema fue expresamen­te tratado. Segundo, si bien el objetivo era trasiones tar de excluir, esa fue la instrucció­n que yo recibí, la participac­ión de Julio Ponce y sus parientes en Soquimich, como en todas las negociacio­nes, no se obtiene todo. Y acá se logró establecer como parte de la exclusión que no pudieran ocupar roles directivos ni roles gerenciale­s. Y el tema de las asesorías, que sí fue tratado, se previó como una posibilida­d que no quedaba comprendid­a en el veto”.

En un correo entre ud. y Sebastián Oddó, abogado de Pampa Calichera, ud. se refiere a que la opción de que los Ponce fueran asesores de SQM no fue incluida como prohibició­n en el contrato. —Ahí, lo que aparezco declarando sobre la asesoría, no lo hago por una definición propia, sino que siguiendo las instruccio­nes con las cuales a mí se me dijo que tenía que actuar. De hecho, en el mismo mail usted asegura que le consultó a Eduardo Bitran previo al envío del mail. —Obviamente, lo hago en cualquier ámbito profesiona­l. Yo no actúo sin contar con las instruccio­nes adecuadas y el respaldo como para poder tomar una definición de este tipo. Y en esto insisto. Como en toda negociació­n a uno le hubiera encantado haber ido lo más lejos posible, pero era un acuerdo muy bueno para el país, y donde además estábamos logrando ciertas exclu- en los ámbitos más relevantes e importante­s, en lo que se refiere a la intervenci­ón de Julio Ponce y familia respecto de las sociedades. En octubre de 2017 las negociacio­nes entre Corfo y Pampa Calichera fracasaron, justamente porque los Ponce se negaron a la cláusula que les prohibía estar en el directorio de SQM. Luego las conversaci­ones se retomaron en diciembre y ahí se alcanzó acuerdo. ¿Esto tiene que ver con ese proceso? —Sí, en octubre había fracasado y se retomaron las conversaci­ones. Se logró avanzar todo este camino, y como sucede en estas cuestiones, hubo un pedazo, que se refería a las asesorías, en que no se obtuvo esa parte. Entonces, ¿excluir las asesorías fue la forma de llegar a un acuer- do entre las partes?

—Por supuesto. Fue la forma de llegar a un acuerdo y como en toda negociació­n, uno no obtiene toda la línea. Pero en el fondo ese fue el espíritu. Por lo tanto, no hubo una inadverten­cia de la asesoría, y lo que se negoció, lo negocié contando con instruccio­nes y el debido respaldo. Jamás actuaría en un tema como este y en ningún otro, sin contar con la autorizaci­ón y la instrucció­n de mi cliente. ¿Y cómo entiende lo que ha dicho Eduardo Bitran entonces?

—Lo que ocurre es lo siguiente. Eduardo Bitran ha declarado hoy (ayer) que al margen de estas negociacio­nes y lo que he explicado, existiría una reunión en paralelo, adicional, en la que no habrían participad­o los abogados, donde se habrían llegado a un cierto acuerdo en que si bien no habrían estado ex- cluido las asesorías, para Julio Ponce sí los habría estado. O sea, que habría una contraexce­pción, que él pactó en una reunión con las personas que ahí menciona. Sobre eso no me puedo pronunciar porque no participé, y el mismo Eduardo Bitran lo señala. ¿Pero fue una reunión antes o después de este mail?

—No tengo idea. En el fondo, lo que señala Eduardo Bitran es que fue una reunión que corrió en forma paralela a la negociació­n que estaba encomendad­a a los abogados. Entonces, no tengo una opinión sobre el tema porque es una referencia a hechos que desconozco totalmente. ¿No se le informó?

—Lo dice el propio Eduardo. Es una reunión en la que no participar­on Felipe Bulnes ni Sebastián Oddo y por lo tanto no puede ser más explícito en que ellos no pueden saber de este tema porque no intervinie­ron. Yo no puedo emitir una opinión porque si hay negociacio­nes en paralelo, y al margen de lo que se me encomendó negociar, no puedo emitir una opinión. ¿No le parece curioso que Bitran no le haya precisado la existencia de otra reunión en que se llegó a ese acuerdo? —No me quiero volver comentaris­ta de la situación. No me correspond­e. Lo que yo logro entender de lo que dice Eduardo, es que más allá de que lo que se estaba pactando en el contrato, habría existido una reunión extra en que se habría pactado una excepción. Eso es lo que entiendo y no puedo emitir una opinión sobre algo en lo cual no intervine.

Lo último que me interesa decir, yendo al punto específico del debate sobre este nombramien­to de dos asesores, es que hay que ver que efectivame­nte estos nombramien­tos no impliquen infringir las prohibicio­nes expresamen­te pactadas en el acuerdo, y que bajo la forma de asesoría, se esté llegando a las formas de gerenciami­ento o de dirección que fueron expresamen­te pactadas como vetadas. ℗

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