Colombia elige no dar un salto a lo desconocido
Veríamos un mayor dinamismo de la actividad el segundo semestre. Los movimientos del mercado parecen reflejarlo.
AL MOMENTO DE escribir estas líneas, los candidatos Iván Duque y Gustavo Petro disputarán la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. Aunque son personas diametralmente opuestas, ambos encarnan el hastío del electorado colombiano con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, el cual deja el cargo con bajos niveles de popularidad y altos niveles de polarización.
Las encuestas señalan a Iván Duque como probable ganador, superando el 50% de las preferencias, lo que sería favorable para la economía. Su programa de centro derecha no plantea hacer grandes transformaciones en lo económico, y si más bien trabajar en reducir burocracia y regulación, que durante el periodo del presidente Santos se disparó sin que nadie lograra controlarlo. Se le reconoce al Gobierno saliente logros sociales y económicos, pero deja una economía que parece sobre regulada. Duque busca fomentar el emprendimiento reduciendo impuestos, trámites y normas que ahogan al pequeño empresario. La preocupación con Duque es el impacto económico y social que pueda tener su hostilidad hacia el Acuerdo de Paz (uno de los principales legados de Santos), dado que no es claro cómo se podrían implementar sus objeciones y las de su partido. El proceso de paz está lejos de ser perfecto, pero ha demostrado de manera efectiva la reducción de la violencia en el país.
Otro producto de la primera vuelta fue la polarización elevada. Dada esta tensión derecha-izquierda, se hace urgente que quien sea elegido el próximo 17 de junio trabaje por cerrar las heridas que haya dejado el proceso electoral. ¿Cómo hacerlo? Tendiendo puentes, buscando alianzas, reduciendo la retórica confrontacional y reemplazándola por una más inclusiva y, por encima de todo, dando muestras claras de querer atacar la corrupción, señalada como la principal preocupación de los votantes en estas elecciones.
Una vez que el país se decante hacia fortalecer y profundizar el modelo económico de mercado; el segundo semestre veríamos un mayor dinamismo de la actividad, porque muchas empresas darán luz verde a sus planes de inversión y la llegada de un nuevo gobierno levantará el ánimo de los consumidores, que ha estado deprimido el último año. Los movimientos del mercado colombiano parecen reflejar este escenario benigno, con un retorno de 8% en lo corrido de 2018, en un contexto que América Latina cae 10% en el mismo período (medido en dólares).
El autor es portfolio manager de Colombia de Compass Group.