“Es importante que Chile comience una suerte de lobby, mostrando todos los beneficios que saca EE.UU. gracias al comercio que tiene con ustedes”
—Aunque el blanco del proteccionismo de Trump han sido las grandes economías, desde Japón, pasando por China y Europa, hasta México y Canadá, Guy Sorman llama a que Chile se mantenga en alerta. Plantea que desde ya hay que poner atención a los sectores vulnerables, generando un lobby para su defensa entre consumidores y productores de EE.UU. Y aunque suele ser un crítico de Beijing, con libros como China: el imperio de las mentiras,
en esta pasada destaca su estrategia y la respuesta “inteligente” que han desarrollado en sectores como el tecnológico.
¿Cree que Chile podría ser un objetivo de los aranceles de Estados Unidos?
—Con Trump nunca se sabe. Con el cobre se podría estar tranquilo, porque EE.UU. no lo produce, pero podría decidir que el alimento debe ser producido en EE.UU. y que eso hará más fuerte al país. En el proteccionismo no sabes cuál es el siguiente paso, podría ser en cualquier área. Es totalmente impredecible.
¿Cómo debiera encarar Chile estos riesgos?
—Es importante que se pongan a pensar en eso en este momento, no quedarse a esperar hasta que Trump decida hacer algo. Pregúntense a ustedes mismos cuáles serían las consecuencias para los consumidores estadounidenses en caso de que se aplicaran aranceles a las importaciones chilenas.
El gobierno debería comenzar inmediatamente a explicarles a los consumidores y productores estadounidenses que ellos están mejor gracias a las importaciones chilenas. No se pueden quedar esperando, es importante que Chile comience una suerte de lobby, mostrando todos los beneficios que saca EE.UU. gracias al comercio que tienen con ustedes.
¿Eso es lo que ha hecho China y por eso cree que son los que mejor han reaccionado?
—Cuando Donald Trump comenzó a anunciar restricciones y un proteccionismo dirigido a China, ellos sobrerreaccionaron y aseguraron que tomarían las mismas medidas en contra de EE.UU. Sin embargo, después entendieron la situación, vieron que esa actitud no servía para nada y lo han hecho mejor que todos.
Ahora, China tiene la mejor estrategia contra el proteccionismo de Trump, poniendo presión donde corresponde. Por ejemplo, se preocupó de explicar a los agricultores de Iowa que las barreras de Trump los perjudicarían a ellos y lo entendieron muy bien. Hicieron saber sus preocupaciones a los senadores, quienes hablaron con el mandatario y Trump detuvo las restricciones que podrían impactarlos.
También han explicado que si bien sus compañías tecnológicas se verán perjudicadas con las medidas proteccionistas, las consecuencias serán terribles no para China, sino que para las compañías estadounidenses que compran microchips en China.
China ha sido muy inteligente al mostrar que las consecuencias negativas de las restricciones a su comercio las sufrirá la industria de EE.UU.