Sernac y huelga en la clínica Dávila.

La Clínica se encuentra viviendo una huelga y, por lo tanto, operando con los trabajadores que le permiten los servicios mínimos, tal como se definió en la Reforma Laboral. Es la ley laboral la que le impide cumplir con los consumidores.

La clínica Dávila enfrenta desde hace varios días una huelga de sus trabajadores. Más de 700 profesionales han paralizado sus actividades por no llegar acuerdo con la clínica durante la negociación colectiva.

Dada la naturaleza de la empresa en conflicto, los efectos han sido dramáticos para los pacientes que actualmente de atienden en el centro médico. Entre junio y octubre de 2017, antes de iniciar la negociación colectiva, la clínica solicitó a la Dirección del Trabajo la definición de servicios mínimos en caso de huelga. Y según revelan los dirigentes sindicales, la dotación otorgada para este tipo de servicios fue de 18%, lo que correspondería a algo más de 100 trabajadores. Tan complejo es el escenario que el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, señaló que “tendremos que analizar si el otorgamiento de servicios mínimos en su momento por parte de la DT se ajustó a derecho o fue excesivamente restrictiva como algunos nos indican, poniendo en riesgo la salud de las personas, especialmente de aquellas más vulnerables por su especial situación de salud”.

En medio de este escenario, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) informó que iniciará una fiscalización por los pacientes afectados. Desde la entidad indicaron que “se oficiará a la institución para conocer en detalle la situación y evaluar si existe, eventualmente, algún incumplimiento a la Ley del Consumidor”.

Llama la atención el actuar del Sernac. La clínica Dávila se encuentra viviendo una huelga, y por lo tanto, operando con los trabajadores que le permiten los servicios mínimos, tal como se definió en la Reforma Laboral que comenzó a regir el año pasado. Si con esta legislación se rigidizaron las relaciones laborales, entregándole el poder a los sindicatos para prácticamente paralizar las empresas, entonces no se le puede exigir a la clínica que, al mismo tiempo, continúe atendiendo a sus pacientes con el mismo estándar con que lo hace cuando se encuentra en un escenario normal. Es la ley laboral la que le impide cumplir con los consumidores. P