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EL CAMBIO DE MANDO QUE PREPARA ITAÚ

- Una entrevista de JOSÉ TOMÁS SANTA MARÍA/PATRICIO POBLETE

“Este año partió bien, dando frutos, lo que demostró que se habían cumplido los hitos que yo había planificad­o y que los accionista­s esperaban del banco”.

MILTON MALUHY

Gerente general de Itaú

“Mi objetivo será competir por tratar de estar en el podio de los bancos en Chile”.

MANUEL OLIVARES

Futuro gerente general de Itaú

“Este año partió bien, dando frutos, lo que demostró que se habían cumplido los hitos que yo había planificad­o y que los accionista­s esperaban del banco”. MILTON MALUHY Gerente general Itaú Chile

“Mi objetivo será competir por tratar de estar en el podio de los bancos en Chile”.

MANUEL OLIVARES Futuro gerente general Itaú Chile

—El actual y el futuro gerente general de Itaú, Milton Maluhy y Manuel Olivares, se reunieron junto a PULSO para conversar sobre el proceso de transición y los desafíos que deberá enfrentar la industria. —Maluhy relata los diferentes hitos que alcanzó en los tres años al mando de la compañía. El próximo año vuelve a Brasil, donde ocupará otras funciones en el grupo.

“Esta no es una entrevista de despedida”, explica de entrada Milton Maluhy, gerente general de Itaú Chile, banco que esta semana informó que iniciará un período de transición que concluirá el 1 de enero próximo, cuando el expresiden­te del grupo BBVA Chile Manuel Olivares asuma en su reemplazo. Y continúa: “Es un proceso que durará hasta fines de este año. Nos faltan cinco meses y hay muchos desafíos por delante”.

Maluhy llegó a Chile, desde su natal Brasil, con el objetivo de liderar el banco resultante de la fusión entre la compañía brasileña Itaú y la chilena Corpbanca. Asumió el 1 de enero de 2016, y hoy, tres años después, dice que cumplió una etapa, y que volverá a su país, donde seguirá desempeñan­do otras funciones en el grupo. “Pasaré a mi sucesor un banco bastante mejor que el que recibí. Creo que ese debe ser el desafío de los gerentes generales, y estoy seguro de que Manuel entregará a su sucesor un banco mejor al que recibió de mí”, señala.

“Todo expatriado, cuando sale de su país, no tiene una fecha definida de cuándo regresará, pero más o menos tiene una planificac­ión profesiona­l y familiar. En este caso, siempre discutimos que sería mínimo tres años. No es un número que se inventó, es porque por nuestra experienci­a nos parecía que era el plazo para cumplir los principale­s hitos de la fusión”, señala Maluhy, quien antes de aterrizar en Chile se desempeñab­a como gerente general de una compañía de medios de pago, Redecard, propiedad de Itaú. En eso estaba cuando le propusiero­n venirse a nuestro país: “Era un desafío profesiona­l gigantesco, un banco que venía de una fusión, el proyecto me encantaba”, señala Maluhy en esta entrevista, donde, junto a su sucesor, Manuel Olivares, detallan cómo será este proceso de transición y abordan los desafíos para adelante.

¿Cuáles son los hitos de su gestión?

El número uno fue partir, el legal day one. Estar seguros de que las tesorerías y la contabilid­ad estaban integradas, que había un balance único. Llegué en enero de 2016 y la primera tarea fue definir los equipos con los que íbamos a partir. Es un ejercicio difícil, hay dos bancos, dos historias, hay discusione­s de quiénes son los que van a estar y nosotros tratamos siempre de tener los mejores. Nunca importó el origen.

Un segundo hito, recuerda Maluhy, fue desarrolla­r la integració­n de sucursales, proceso que concluyó a fines de 2017, cuando consiguier­on tener el 100% de las sedes con una sola marca y el sistema de cuentas corrientes de los clientes unificados. Pero eso no fue todo, al mismo tiempo, decidieron crear el Personal Bank, un segmento nuevo en la banca de personas, y junto con esto cerrar unas 25 sucursales por superposic­ión. “Hicimos tres cosas al mismo minuto: migramos, segmentamo­s y cerramos sucursales”, cuenta el ejecutivo de Itaú, banco donde el otro accionista principal es el grupo Saieh, controlado­r de Copesa, que edita PULSO.

“Hace mucho que no hablamos de fusión en el segmento personas, es un tema del pasado. Para el banco y la gente empezar a dejar la fusión atrás es súper importante”, destaca.

Pero Maluhy tenía en sus planes un tercer desafío: construir un banco nuevo. “¿Qué significa eso? Tengo Corpbanca, tengo Itaú, pero quiero construir un banco distinto a lo que era la suma de los dos. Por esta razón llegaron brasileños acá al banco. Es la primera vez que Itaú envía expatriado­s

MALUHY “Algo A que LA HORA me DEL llevó ADIÓS de vuelta es la relación entre los controlado­res. La relación no podría estar mejor”.

MANUEL OLIVARES Y SU VISIÓN DE ITAÚ

“Una de las cosas que me gustaron y llamó la atención es que la administra­ción piensa y actúa como accionista”.

FUSIÓN BBVA - SCOTIABANK

“Es un actor que gana escala, gana fuerza, pero dentro de un mercado que ya es muy competitiv­o”.

DEFINICIÓN DE MANUEL OLIVARES

“La industria financiera se está transforma­ndo. Hay actores nuevos, cambios tecnológic­os brutales”.

para un proyecto de esta relevancia. ¿Cuál es la ventaja de tener brasileños? Conocían la cultura de Itaú Unibanco, conocían el modelo de negocios, los procesos, la manera cómo Itaú hace las cosas. Traer la cultura y empezar a construir el banco nuevo eran mis grandes desafíos, muy apalancado en lo que era Itaú Brasil”, explica, junto con mencionar que otro desafío era ir hacia un banco digital, “y hemos avanzado de manera importante en eso”.

Fueron tres años complejos, dice Maluhy. “Siempre las decisiones que tomé fueron pensando en lo mejor para el banco. Era un banco en tiempos de guerra, no de paz. No existe fusión sin dolor”. Pero sabía que llegarían los resultados. Y llegaron. El primer semestre de 2018, Itaú alcanzó beneficios por $ 100.697 millones, 49,7% más que en igual período del año anterior, si la medición se hace sobre una base comparable.

Entonces vino el momento de pensar en un sucesor. “Este año partió bien, como resultado de una estrategia, dando frutos, lo que demostró que se habían cumplido los hitos que había planificad­o y que los accionista­s esperaban del gerente general y del banco. Así, empieza una discusión sobre los próximos pasos del banco y principalm­ente de mi sucesor. Me preocupé de tener esta conversaci­ón con los accionista­s y proponer alternativ­as”, revela Maluhy.

Con Manuel Olivares se conocen desde que arribó a Chile. En ese momento su sucesor era gerente general de BBVA y presidente del comité de gerentes generales de la Asociación de Bancos. Llevaba pocas semanas en el país y al entrar a comer a un restaurant­e se le acercó Manuel Olivares, se presentó y le ofreció apoyo en lo que quisiera. “Eso me llamó la atención, por su lado humano, con una postura proactiva”, recuerda.

Entonces invitó a Olivares a almorzar, le preguntó qué pensaba hacer una vez que dejara BBVA, banco que estaba en medio de un proceso de fusión con Scotiabank. “El nombre de Manuel nos pareció súper natural. Por su trayectori­a, sus valores y porque ha trabajado en bancos extranjero­s. Está acostumbra­do a tener bancos afuera con los cuales relacionar­se y, además, trabajaba en un banco que por casualidad tenía una estructura de sociedad de banco extranjero y una familia local chilena”, explica Maluhy.

Manuel, ¿cómo toma este desafío después de haber liderado BBVA? OLIVARES: Estoy muy entusiasma­do. Me encanta esta industria, que es muy importante para el desarrollo y el progreso del país. Para mí, poder continuar en la industria y en un banco internacio­nal como este era el calce perfecto. Hago bromas con Milton, de que me hubiese gustado tomar algo más de vacaciones, pero los timings uno no los maneja y las cosas se dan cuando se dan.

Por otra parte, no conozco a nadie, no tengo prejuicios. Lo que sí sé es la importanci­a que tiene Itaú a nivel mundial como banco, la importanci­a en la región, la potencia que tiene y las cosas que se pueden hacer. Yo vengo con ganas de competir, de aportar. Me toma en una etapa de la vida, pasados los 50 años, en donde uno ya tiene una madurez para saber que las cosas salen cuando hay trabajo, hay método, responsabi­lidad, que las cosas no son fruto del azar. Mi objetivo será competir por tratar de estar en el podio de los bancos en Chile. Tenemos mucho que hacer..., muchísimo. Esto será de todos los días. Qué vamos a hacer con la experienci­a de nuestros clientes, la propuesta de valor, cómo vamos a profundiza­r la marca Itaú a lo largo de todo el país, ver los temas que hay en Colombia, en fin. La verdad es que estoy muy entretenid­o.

Milton lo comentó, yo llevo 31 años en la banca y siempre en banca internacio­nal. Creo que eso es una ventaja. Me siento muy contento y honrado de que hayan pensado en mí.

Milton, usted dice que concluyó una etapa. ¿Hay algo que cree le faltó por hacer? ¿Cuál cree es el desafío de Itaú para adelante? MALUHY: Este es un banco en transforma­ción y como todo banco en transforma­ción uno nunca logra llegar al final. Esta transforma­ción es todos los días y Manuel lo seguirá transforma­ndo. Uno siempre quiere participar de la historia completa, pero esta no tiene fin. Mi sensación es haber trabajado de la mejor forma posible, con una lealtad gigantesca al banco y a las personas. Segurament­e cometí errores en el proceso, pero creo que acerté más de lo que me equivoqué.

¿Cuál es el camino para Itaú?

MALUHY: Creo que el banco necesitaba tener un ciclo de resultados y eso para mí era fundamenta­l. El primer semestre fue muy bueno. Hay que seguir trabajando. No hay ningún partido ganado y nosotros no celebramos victorias antes de tiempo.

Creo que el banco debe crear toda la base para el banco digital. Hemos avanzado de manera importante, pero obviamente hay un mundo de cosas por hacer. La experienci­a que tiene Manuel y con todo lo que nosotros queremos invertir en el negocio digital, pero todavía hay una avenida de cosas por construir.

Y sobre la cultura, dejé las bases. Cuando hablo con las personas, veo la cultura Itaú. Pero si me preguntas si hemos terminado el proceso, digo que no. Que el proceso de cultura no termina nunca. Por eso la recomendac­ión es que Manuel conozca con profundida­d nuestra cultura para que sea un multiplica­dor de ella.

OLIVARES: Milton dice que este es un banco en transforma­ción, y creo que también es una industria que se está transforma­ndo. Nuestra industria financiera se está transforma­ndo. Hay actores nuevos, oportunida­des, cambios tecnológic­os brutales. Los clientes están cambiando. En ese sentido, el trabajo que ha venido haciendo Itaú en términos de pensar en la experienci­a de los clientes es notable.

Estas son organizaci­ones con una historia muy larga. Si me preguntas a mí si me quedaron cosas por hacer, por supuesto que tengo. El que diga que no tiene, probableme­nte tiene poca historia. Siempre hay cosas que pudimos haber hecho mejor. Lo importante es mirar hacia adelante. Tenemos un proyecto, un equipo, accionista­s comprometi­dos.

MALUHY: Haría un punto. Si me pregunta por los sellos, algo que me llevo de vuelta a Brasil es la relación entre los grupos, Itaú y CorpGroup. La relación no podría estar mejor. Mucho se habló de la fusión, de las discusione­s. Y fue así. Es natural que sea así, son dos banqueros negociando sus bancos. Pero después de que se pasa por esa etapa, viene un nuevo ciclo. Cuando se tiene la misma visión de largo plazo, la relación es espectacul­ar. Estoy súper agradecido de los dos grupos de accionista­s, porque los dos me dieron todo el apoyo que necesité en este proceso. Cuando se toman las decisiones pensando lo que es mejor para el banco, es difícil no estar bien con los accionista­s.

OLIVARES: Cuando empezamos a conversar con Milton conocía poco de Itaú y me metí a buscar informació­n. Había un informe de febrero de 2018 sobre las cosas que caracteriz­aban a Itaú, y una de las que me llamaron la atención y que me gustó fue que la administra­ción piensa como accionista, actúa como accionista, nos sentimos dueños del banco. Creo que eso para un gerente general es fundamenta­l, sentirse dueño y sufrir con cada una de las cosas que pasan. ¿Por qué? Esta es una industria que está cambiando. Vamos a tener nueva ley general de bancos y tenemos que cuidar el capital. Tenemos que pensar en el cliente y cómo los vamos a atraer, tener una propuesta de valor atractiva.

¿Ahí están los desafíos de Itaú? OLIVARES: No los conozco todavía.

Pero conoce la industria... OLIVARES: Conozco la industria. Tenemos en Chile actores en la banca que son competidor­es de primera línea, tenemos que hacerlo súper bien para tratar de capturar la atención de ese cliente que queremos.

Hace unos segundos decía que por qué no soñar con estar en el podio y en el podio hay tres actores. Hay harto por avanzar... OLIVARES: Esto no es corto. Cuando miro Itaú, veo su capitaliza­ción bursátil en el mundo y la importanci­a que tiene, me pregunto ¿por qué no podemos? Y si no lo termino yo, vendrá otro. Pero tenemos el objetivo de crecer, tener una buena oferta de valor para nuestros clientes, generar el retorno que nuestros accionista­s nos piden y al mismo tiempo ser un actor relevante donde estamos.

Tras la fusión BBVA-Scotiabank, en Chile habrán cinco bancos grandes compitiend­o con mucha fuerza, ¿cómo se enfrenta eso? MALUHY: El mercado chileno es tan competitiv­o que si me pregunta si esto va a cambiar la competenci­a, yo creo que no. El mercado chileno ya es muy competitiv­o, es un actor más que gana escala y gana fuerza, pero dentro de un mercado que ya es muy competitiv­o. Siempre se habla de una consolidac­ión, que es una industria de escala, eso es cierto. Una fusión de dos bancos puede buscar sinergia, uno puede hacer las cosas de una manera distinta. Es parte de un proceso natural. Pero en términos de competenci­a, los dos bancos sin fusionar ya eran competitiv­os. Ganan un tamaño y musculatur­a distinta, pero en un mercado que ya es muy competitiv­o. Lo que hay que hacer es seguir haciendo las cosas que veníamos haciendo, seguir trabajando, seguir peleando por los clientes. Ahí se marcará la diferencia.P

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