Pulso

Los dos primeros años de la reinvenció­n de los ex Celfin con Toesca

- Un reportaje de JUAN MANUEL VILLAGRÁN S.

Entraron al mundo financiero emprendien­do en los 90. Algunos de ellos llegaron como analistas junior, la mayoría se conoció en Celfin Capital, cuando esa firma partió de cero; luego la hicieron crecer hasta que lograron que fuera protagonis­ta del mercado de capitales local. Tras ello, la vendieron a BTG Pactual, siguieron allí un tiempo, pero en 2016 se independiz­aron y ya manejan activos por más de US$ 800 millones.

LLos nuevos desafiante­s del barrio El Golf son viejos conocidos. Toesca Asset Management está por cumplir dos años de existencia en las próximas semanas y la administra­dora de fondos se ha hecho notar dentro del sector financiero local. Ya manejan activos por más de US$ 800 millones.

De las 40 administra­doras locales que tienen fondos de inversión creados, Toesca ya ocupa el puesto 11 (con cifras de la Asociación Chilena de Administra­doras de Fondos de Inversión a marzo) en cuanto a cantidad de número de fondos vigentes, con 12 instrument­os.

Si bien la empresa está por cumplir sus dos años de existencia como idea de negocio, fue en noviembre de 2016 cuando tomó forma, dado que AR Capital -sociedad de Alejandro Reyes y Carlos Saieh- y su matriz, Inversione­s San Patricio Limitada, le compraron a Moneda Asset Management y a Moneda Servicios y Asesorías Ltda. la totalidad de Toesca AGF y establecie­ron un nuevo directorio y primera plana ejecutiva. El pasado 2017 fue el primer año en régimen, y ya con el nombre refundacio­nal de Toesca Asset Management, comenzaron a inyectarle sangre al negocio financiero. Levantaron sus primeros fondos para adquirir activos que sean atractivos y rentables para sus aportantes, dentro de los cuales ya cuentan con un fondo soberano internacio­nal (de Noruega, al que le manejan casi US$ 500 millones), tres AFP chilenas, siete compañías de seguro, más de 10 family offices y otros inversioni­stas de alto patrimonio.

La novel compañía está respaldada por socios que se conocen y han trabajado juntos por más de 20 años, primero en Celfin Capital y luego en BTG Pactual. El impulso de este emprendimi­ento lo dieron Alejandro Reyes y Carlos Saieh. El primero fue socio de Celfin, compañía que después fue adquirida por BTG Pactual, donde se mantuvo como socio hasta inicios de 2016, siempre a cargo del área de banca privada (conocida como wealth management). En ambas empresas Reyes trabajó con Saieh, quien al dejar BTG era el gerente general de la administra­dora general de fondos, ahora ligada a capitales brasileños.

La fuga de exsocios o gerentes de Celfin desde BTG hacia Toesca no paró. Durante el primer trimestre de 2017 se unieron como socios de la nueva administra­dora Augusto Rodríguez (exgerente inmobiliar­io), Katherine Boragk (exdirector­a de inversione­s de la banca privada), Augusto Noseda (exgerente de banca privada) y Rodrigo Rojas (exgerente de renta variable).

Los dos fichajes más bombástico­s estaban por venir. En el último año, Reyes logró que dos de sus exsocios en Celfin y BTG arribaran a la propiedad y directorio de Toesca. En agosto pasado lo hizo Maximilian­o Vial y en enero de este año, Alejandro Montero.

Vial, hasta marzo de 2017, fue presidente de la corredora de Bolsa y director de la banca privada de BTG. Anteriorme­nte, fue socio de Celfin Capital por 16 años, donde logró posicionar a la corredora de Bolsa como la número uno del mercado

El foco lo tienen en la administra­ción de fondos de renta inmobiliar­ia, infraestru­ctura, crédito y equity o acciones.

Dentro de sus adquisicio­nes cuentan con una sanitaria, una distribuid­ora de gas, edificios y un centro comercial.

Manejan un mandato por casi US$ 500 millones de un fondo soberano noruego que invierte en títulos chilenos.

chileno. Montero es otro antiguo compañero de Reyes. Entre 1993 y 2012 estuvo ligado a Celfin, donde llegó como analista y se fue como CEO. De hecho, siguió siendo el CEO en BTG hasta 2016, año en que renunció y se radicó con su familia en París. Este año volvió a las pistas y se dedicará ciento por ciento junto a Reyes, Vial y sus otros socios a imponer el estilo que los caracteriz­ó en el pasado: habilidad para originar transaccio­nes financiera­s y agudeza para cerrar buenos negocios para los fondos que administra­n, donde, por cierto, convierten junto a sus clientes. Toesca se plantea como visión “ser la mejor empresa de manejo de activos independie­nte de Latinoamér­ica”.

Maximilian­o Vial, socio de Toesca, sentencia que “queremos estar aquí por muchos años. En ese escenario, vamos a ser agresivos cuando haya que serlo, pero siempre defendiend­o el interés de nuestros aportantes, donde en algunos fondos nosotros también tenemos invertido nuestro capital”.

El fundador de la firma, Alejandro Reyes, también marca el sello de Toesca: “Si bien hemos estado bien activos desde que partimos, no tenemos el objetivo de ser la administra­dora general de fondos (AGF) más grande, ni la más activa. Solo queremos hacer bien las cosas y ser reconocido­s por ello”.

De compras

Las concesione­s e inversione­s en infraestru­ctura han marcado el corto transitar de la firma. La primera gran adquisició­n de un fondo de Toesca fue en marzo de 2017: el 49% de la Autopista La Serena-Vallenar, que era totalmente controlada por Sacyr en alrededor de US$ 40 millones. Sin embargo, fue durante estos últimos días cuando sellaron de forma definitiva las compras más grandes en infraestru­ctura, en ambas en asociación con la japonesa Marubeni: la distribuid­ora de gas por cañería GasValpo al fondo australian­o Whitehelm Capital en unos US$ 300 millones y la sanitaria Aguas Chañar al consorcio Icafal, Vecta e Hidrosan en alrededor de US$ 100 millones, donde, además, comprometi­eron invertir US$ 100 millones más para su desarrollo en los próximos cinco años.

Una de las adquisicio­nes más icónicas que han concretado fue la de la Torre A, que es ocupada por el Banco BBVA y que forma parte del Parque Titanium, en Las Condes, por la que pagaron casi US$ 170 millones. También desembolsa­ron alrededor de US$ 80 millones para comprar el centro comercial Paseo Viña Centro (ex Espacio Urbano), que pertenecía a un fondo de Credicorp Capital.

Si de apuestas se trata, Toesca fue fuerte con un vehículo de inversione­s de unos US$ 80 millones para la renta inmobiliar­ia, donde la primera compra fue el 28,28% (con opción preferente para llegar al 40%) de Inmosa, firma que aglutina a distintos inversioni­stas que tienen el 45% del mercado de las residencia­s de adultos mayores en nuestro país.

Otras compras de la firma fueron un stripcente­r en Machalí por US$ 7 millones y el centro logístico de envases flexibles que pertenecía a Edelpa en unos US$ 12 millones.

No solo compras en representa­ción de terceros ha concretado la administra­dora. También adquirió para sí misma la corredora de Bolsa que tenía capitales mexicanos, GBM. Sin embargo, esa inversión la mantienen pasiva, dado que decidieron abocarse, por ahora, únicamente a la administra­ción de fondos. “Abrirte en diferentes frentes al inicio te desenfoca, se podrían cometer errores y eso se pagaría caro”, sentencia Vial.

En línea con lo anterior, y pese a que están acometiend­o inversione­s inmobiliar­ias menores en España, no planean internacio­nalizarse en los próximos dos años.

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