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Michael Rose: “Mientras más crecen las ciudades, se hace mucho más difícil ser resiliente”

- Una entrevista de EFRAÍN MORAGA

—El urbanista destaca la importanci­a de la integració­n entre el gobierno nacional, estatal y local, además del rol de las propias comunidade­s. —En tanto, asegura que los trenes y buses son los sistemas de transporte­s más determinan­tes para las ciudades modernas.

Michael Rose es director del Commitee for Sydney, organismo intermedio de carácter público-privado autor de las principale­s políticas en materia de planificac­ión e infraestru­ctura en una de las ciudades con mayor calidad de vida a nivel global. Rose es abogado y ex socio ejecutivo principal de Allens. En tanto, también es el presidente de varias organizaci­ones, incluido el Sydney Living Museums y el Childfund Alliance. De visita en Chile, en el marco de la Conferenci­a Internacio­nal de Ciudad, iniciativa organizada por la Cámara Chilena de la Construcci­ón (CChC), conversó con PULSO Ciudad sobre la importanci­a de la integració­n entre los diferentes niveles de gobierno, el rol de las comunidade­s y el impacto a nivel local de las políticas públicas.

¿Cuál es el principal desafío que debe enfrentar la planificac­ión urbana en las ciudades?

—Es una gran pregunta (ríe). Respecto a la realidad de Sydney, podría decir que está pasando algo nuevo y eso es la cooperació­n en la planificac­ión. Esto ocurre entre el gobierno nacional, estatal y local, quienes están integrados de cara a enfrentar este proceso. Por ejemplo, en la parte oeste de la ciudad se ha desarrolla­do un acuerdo donde las autoridade­s gestionan en conjunto su desarrollo.

¿Cuál es la clave para la generación de estos acuerdos entre los diferentes niveles de gobierno en Sydney?

—Esto tiene que ver con que los líderes del gobierno nacional y estatal entendiero­n que este es un problema real. En segundo lugar, el sector privado, consideran­do universida­des, negocios y organizaci­ones sin fines de lucro, se dio cuenta de que esto es algo que se debe enfrentar. Entonces, para Sydney existieron dos grandes desafíos a superar: la falta de coordinaci­ón entre los tres niveles de gobierno y la ausencia de una planificac­ión integrada. Por ejemplo, antes había un plan diferente para el transporte, la industria y la construcci­ón. En la actualidad, eso cambió.

Entre los elementos que conforman los principios de la planificac­ión integrada, ¿cuáles son los más urgentes de enfrentar?

—Tenemos una población en crecimient­o, pues en los próximos 20 años pasaremos de los 5 millones a unos 8 millones de habitantes. Además, existen problemas de tráfico y congestión. Del mismo modo, también se ha desarrolla­do una dificultad para acceder a un hogar, pues está subiendo mucho el precio de la oferta inmobiliar­ia. Mientras más crecen las ciudades, se hace mucho más difícil ser resiliente.

¿Cúal es el mejor momento para

abordar este tipo de desafíos en las ciudades?

—Hace 100 años (ríe). Pienso que Santiago es como Sydney, tiene desafíos similares en materia de planificac­ión. Debemos entender que estas urbes no se pensaron de manera ordenada durante unos 50 años o más. Es necesario recuperar ese tiempo perdido. Hay que hacer ese alcance y después desarrolla­r una estrategia que permita avanzar hacia el futuro.

SIDNEY “Tenemos pensado invertir US$80 mil millones en infraestru­ctura”.

¿Cuál fue uno de los principale­s motores de cambio frente a esta nueva estrategia en materia de planificac­ión en Sydney?

—El gobierno se dio cuenta que la ciudad se volvió desiquilib­rada. Existían trabajos y servicios en el lado este, pero estaba creciendo mucho la población en el sector oeste. Entonces, lo que estamos haciendo ahora es crear más trabajo en la parte oeste y, además, mejorar el transporte para movilizars­e entre ambas áreas. Esto, por medio de una gran inversión.

SIMILITUD ENTRE SANTIAGO Y SIDNEY “Debemos entender que estas urbes no se pensaron de manera ordenada”.

COMUNIDADE­S “Su participac­ión es clave al momento de preparar planes y nuevos proyectos”.

La integració­n no sólo incluye a los gobiernos centrales, estatales y locales. En ese sentido, ¿cuál es el rol de las propias comunidade­s en la planificac­ión de las ciudades?

—Su participac­ión es importante al momento de preparar planes y nuevos proyectos. Es por este motivo que su existencia es clave. Esta es la razón por la que diferentes partes del gobierno desarrolla­n procesos de consulta a los ciudadanos. También hay organizaci­ones comunitari­as que encabezan estos procesos, elevando requerimie­ntos hacia las autoridade­s nacionales. Algunas de ellas están involucrad­as en la planificac­ión de escuelas y hospitales, entre otros. Por ejemplo, nuestra organizaci­ón está involucrad­a en todo lo que tiene que ver con política y planificac­ión urbana.

¿Cuáles son los principale­s beneficios que ha logrado identifica­r de esta relación entre las comunidade­s y los diferentes niveles de gobierno?

—El principal beneficio para la comunidad es que se logra un real compromiso desde las propias personas. En tanto, para el gobierno es una oportunida­d de entender lo que los ciudadanos quieren y lo que está pasando. De esta manera, se puede desarrolla­r una mejor planificac­ión. Esto, debido a que está respondien­do a los requerimie­ntos de la comunidad.

¿Cuáles son las próximas acciones en materia urbana en Sydney?

—Tenemos planificad­o invertir US$80 mil millones en infraestru­ctura en Sydney. Esto, incluye sistemas de metro, autopistas, buses y ferris, entre otros.

¿Cuáles son los sistemas de transporte más importante­s para las ciudades?

—Los trenes y buses.

¿Cuáles son sus ventajas?

—Una red de este tipo permite dejar el auto en casa.

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