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Scotiabank recibe última autorizaci­ón para fusión con BBVA

Así, la entidad de capitales canadiense­s se prepara para concretar la fusión en septiembre.

- MARIANA MARUSIC

JUSTO a tiempo: Scotiabank recibió el lunes a última hora la autorizaci­ón para fusionarse por parte de la Superinten­dencia de Bancos (SBIF), día que para el banco de capitales canadiense­s funcionaba como límite para concretar sus planes.

La entidad se autoimpuso la meta de obtener antes del 20 de agosto la autorizaci­ón, pues sólo en ese caso podría concretar la fusión apenas inicie septiembre. El apuro radicaba en que el banco necesita tiempo para poder distribuir los dividendos acordados en la última junta de accionista­s de Scotiabank y BBVA. Lo anterior, consideran­do que según el acuerdo de fusión aprobado por ambas entidades, dichos recursos, con cargo a utilidades retenidas, deben ser pagados antes de la fecha efectiva de la fusión.

Con esto, el plan del gerente general de Scotiabank, Francisco Sardón, de realizar la fusión más rápida en la industria local continúa, ya que podría concretarl­a en tan sólo nueve meses.

Los directorio­s de ambos bancos definieron ayer que el 29 de agosto será la fecha de pago. Recién después de que se distribuya­n, podrán realizar la fusión legal y comenzar a funcionar con un solo RUT, lo que se conoce como Legal Day One.

En el caso de BBVA, será un total de $111.394 millo- nes a repartir en dividendos, o $269,182 por acción, mientras que Scotiabank pagará $74.261 millones, o $14,427 por acción.

Luego de conseguir el último visto bueno regulatori­o, ayer se instaló el nuevo directorio de BBVA, compuesto por 11 directores titulares y dos suplentes, los cuales fueron elegidos en la junta de accionista­s que realizaron ambas entidades el mes pasado.

Por otro lado, ayer el grupo Said finalmente realizó el pago, adquiriend­o 61.270.975 acciones de Nova Scotia Inversione­s Limitada (NSIL) por cerca de US$458 millones. Con estas nuevas acciones, la participac­ión del grupo en la propiedad de BBVA alcanzó el 44,84%, pero, según la relación de canje, tras la fusión quedarán con 24,2%.

Concretar la fusión en septiembre no es la única meta que Sardón ha comunicado al banco, pues también hay otros dos objetivos: no tener attrition, es decir, cero pérdida de clientes; y no perder talentos, aunque tienen claro que tendrán que dejar ir a algunos ejecutivos donde existen cargos duplicados.

Pese a que el mandato es no perder clientes, el evaluador independie­nte de Scotiabank, Tribeca Advisors, proyectó en un informe que la fusión generará una pérdida inicial de clientes equivalent­e a 5,2% del portafolio total agrupado. Este riesgo de fuga de clientes existe, dice Tribeca, aunque destaca que “se están preparando una serie de iniciativa­s para fortale-

la gestión comercial, retener y potenciar el portafolio de clientes, en línea con el mandato corporativ­o (de Scotiabank) de cero pérdida de clientes”.

Por otro lado, según el timing que maneja el banco, en septiembre de 2019 ya tendría la integració­n definitiva de los sistemas operativos de ambas institucio­nes.P

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