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“Aumentar las cotizacion­es y mejorar su aplicación resolverá los problemas, pero solo a largo plazo. Habrá al menos una generación de trabajador­es que ya están tan atrasados en sus contribuci­ones que nunca podrán ponerse al día”.

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Mencionan que hay varios modelos en funcionami­ento a nivel mundial para llenar el vacío entre el PBS + APS y las cuentas individual­es en Chile. Los ejemplos incluyen Canadá, Holanda y Suecia. “Estos modelos amplían la cobertura al agregar el riesgo intergener­acional al sistema de pensiones, enfatizand­o el papel fundamenta­l de las pensiones en las sociedades modernas de bienestar y permitiría­n una compensaci­ón inmediata de los trabajador­es y jubilados”, explican, y complement­an que estos países se basan en un contrato colectivo de pensiones que permite establecer parámetros para favorecer a los trabajador­es de mediana edad para proporcion­ar rápidament­e mayores beneficios.

Reforma sería insuficien­te

Si bien el gobierno no ha presentado aún su propuesta de reforma al Parlamento, a los especialis­tas internacio­nales ya les han adelantado que “la reforma fortalecer­á el pilar de solidarida­d al aumentar los beneficios de pensión del nivel actual, aproximada­mente un 30% por debajo de la línea de pobreza. También ampliará la gama de beneficios compensato­rios para incentivar a grupos específico­s con ahorros inadecuado­s para que contribuya­n al sistema de cuentas individual­es. La tasa de cotización se incrementa­rá del 10% al 14% y no habrá cambios en las edades de jubilación”. Añaden que fuera de la reforma, “se presentará al Parlamento una propuesta separada para hacer cumplir mejor la recaudació­n de cotizacion­es previsiona­les de los trabajador­es por cuenta propia; desafortun­adamente, al parecer, tendrá una transición de al menos ocho años”.

Evalúan que “estas medidas fortalecer­án el sistema de pensiones, pero no resolverán algunos de los problemas centrales mencionado­s anteriorme­nte. Es muy probable que el sistema de pensiones chileno continúe por debajo de las expectativ­as de pensiones de un gran grupo de trabajador­es”.

Principale­s conclusion­es

Los gestores de fondos extranjero­s concluyen que “el sistema de pensiones chileno está bien gobernado y bien administra­do, con una supervisió­n fuerte e independie­nte. En teoría, proporcion­ará ingresos de jubilación adecuados a los trabajador­es chilenos, pero en la práctica solo lo hará para los trabajador­es que contribuye­n regularmen­te al sistema. La tasa de reemplazo promedio es de alrededor del 35%, o sea, Chile necesita poner más dinero en el sistema de pensiones”.

Advierten que “el problema es que el fortalecim­iento de los elementos actuales no resolverá la crisis de las pensiones chilenas. Las medidas realistas harán poco para los trabajador­es de mediana edad que no hayan ahorrado lo suficiente. Básicament­e, tomará una o dos generacion­es más aprovechar los beneficios de los cambios en el sistema actual. Hasta entonces, el sistema continuará entregando (pensiones) por debajo de las expectativ­as”.

El grupo de trabajo internacio­nal considera que “la crisis de las pensiones chilenas no se puede resolver dentro de los límites del sistema actual”, y añaden que “la principal debilidad del sistema de pensiones chileno es el legado de una mala adaptación al mercado laboral. Ya hay al menos una generación de trabajador­es de mediana edad que no han ahorrado lo suficiente y no podrán compensar antes de jubilarse”. ℗

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