“El riesgo de que aparezca un liderazgo populista es mayor hoy día que en el 2000”
¿Cómo evalúa al gobierno?
—Al gobierno hay que evaluarlo en el contexto que vive el país y en ese sentido el elemento más importante de los últimos años es el debilitamiento del liderazgo político.
¿Cómo lo detecta?
—Si uno toma los 10 personajes políticos mejor evaluados en la encuesta del CEP, antes (2003) y después del superciclo (2017) se encuentra con una disminución de la evaluación positiva y un aumento de la evaluación negativa, en promedio; y lo más importante es que la diferencia entre ambas antes era de 41% versus 0%, indicativo de que nuestra élite no tiene capital político.
¿Qué consecuencia tiene?
—Es que sin capital político no se puede conducir un país, es como un barco que queda a la deriva porque el capitán dijo que no está en condiciones de seguir conduciendo la navegación. Se introducen muchas incertezas, y así vemos lo que sucede con Contraloría, con las empresas, con las inversiones, incluso vemos a parlamentarios de Chile Vamos planteando proyectos para elevar los requerimientos medioambientales, es decir que cualquier cosa pasa a ser posible, porque no hay línea de conducción.
¿O sea la clase política depende de la temperatura que reina?
—Justamente. Y en ausencia de capital político propio, los líderes están jugando con la calculadora, porque no hay referentes. Por ejemplo, este llamado del Presidente al iniciar su período a conformar comisiones terminó en un listado de acciones de alcance menor y ha ido derivando en un reemplazo de los dirigentes políticos por dirigentes empresariales en los proyectos del gobierno; porque se dan cuenta que los líderes políticos no están en condiciones de sumarse a instalar prioridades nacionales.
¿Cómo califica ese desplazamiento de lo político a lo gremial?
—Es una mala señal no solo por los intereses particulares que puedan representar los gremios, sino que porque un país necesita que su clase política establezca las prioridades, y si no quedamos entrampados.
¿Se corre el riesgo de que aparezca un Bolsonaro?
—Obviamente, el riesgo de que aparezca un liderazgo populista es mayor hoy día que en el 2000, aunque afortunadamente no se puede decir que es inminente, porque el país sigue funcionando. Ese es el contexto en el cual el gobierno despliega su estrategia, y opta por administrar el día a día, y el país está postergando los desafíos más trascendentes de lograr el desarrollo.
¿No le cree a Piñera cuando habla de las reformas estructurales para apuntalar el crecimiento?
—En el 2000 se creó la Fiscalía Nacional Económica, el royalty, se modernizó el Estado, había prioridades. Y obviamente si yo (como Presidente) no puedo constituir iniciativas de esa envergadura, voy a presentar mis iniciativas como algo ambicioso, pero ¡no nos pasemos películas!, son de alcance menor. Ahora, yo eso lo miraría como algo positivo en el escenario actual de la región. En el país de los ciegos… el tuerto es rey… Uno lo podría decir de esa manera.P