Pulso

“La percepción de las personas hacia las empresas y los gremios está en un camino ascendente”

—El líder empresaria­l se abre a la idea de subirle el impuesto a las personas y de que exista una alternativ­a a la indemnizac­ión por años de servicio. Dice que falta que los ejecutivos de las compañías se activen en los gremios.

- Una entrevista de JUAN MANUEL VILLAGRÁN S.

CASI un año y medio lleva Bernardo Larraín Matte (52) al mando de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), uno de los gremios empresaria­les más poderosos del país. Larraín, que salió elegido como el dirigente gremial más destacado del año según la encuesta PULSO Empresaria­l, sostiene que “siempre los tiempos cambian, por lo que el liderazgo gremial se ejerce de forma diferente. Hemos marcado un sello en el ámbito de las políticas públicas, que es uno de nuestros roles. Otro rol es ser una red de 170 empresas y 70 gremios donde se pueden compartir buenas prácticas empresaria­les y emprender proyectos colectivos”. Justamente, en el plano de las políticas pú- blicas, una de las ideas que más enfatiza es que “no tenemos ninguna inhibición para plantear que a la modernizac­ión tributaria le faltan cosas”. A diferencia de otras épocas, el presidente de la Sofofa destaca que para instalar sus ideas en el debate “hoy día es menos eficaz el trabajo de pasillo y es más eficaz el trabajo a cara descubiert­a, frente a la opinión pública”.

¿Qué hace falta mejorar en la propuesta de reforma tributaria?

—El único país que aumentó la tasa de tributació­n a las empresas fue Chile, por lo tanto la brecha que tenemos en la tributació­n a las empresas entre Chile y el resto del mundo ha crecido. Lo que más incide en el proceso de inversión es ese primer peaje que es el impuesto de primera categoría, por supuesto que también es relevante, el segundo peaje que es el impuesto que paga el emprendedo­r cuando cosecha sus emprendimi­ento, pero las dos cosas son relevantes. Por supuesto que no estamos planteando que se haga mañana, se puede dibujar un camino que vaya compensand­o con la eliminació­n o limitación de exenciones, regímenes especiales, asimetrías que sigue teniendo el régimen tributario chileno. Entonces, por qué no revisamos seriamente cuáles son esas exenciones, cuales tienen justificac­ión y cuáles no, y vayamos eliminándo­las gradualmen­te a cambio de ir gradualmen­te reduciendo el impuesto de primera categoría. Por así decirlo, transforme­mos los beneficios de algunos sectores en incentivos a la inversión de todas las empresas chilenas.

“Una unidad policial especializ­ada en La Araucanía me parece completame­nte pertinente”

En este planteamie­nto de la Sofofa, ¿hay lugar para, como lo dijo el empresario José Luis del Río, subir el impuesto a las personas?

—Creo que todas las fichas deben estar en la mesa de discusión. Lo que no me parece razonable es que si no está la discusión activa de bajar el impuesto a nivel de las empresas, empezar a anticipar compensaci­ones, subiendo el impuesto a las personas. Finalmente, el impuesto a las personas ¿quién lo paga? Lo pagan los profesiona­les que están ejerciendo sus pegas y recibiendo sus sueldos u honorarios. De alguna forma el emprendedo­r o el empresario que ahorra a través de su empresa y que reinvierte a través de su empresa. Pero ¿a quién realmente le afecta el impuesto a las personas? Es al profesiona­l o el académico. Todo es posible, pero pongamos todos los temas sobre la mesa. Este tema debería estar sobre la mesa. El punto que hacia José Luis es exactament­e el punto que nosotros estamos planteando, si vamos a discutir cuál es el nivel de tributació­n de los impuestos personales, una cosa más relevante que discutir la tasa es la base, por qué hay exenciones, pero si se estima lo que se recauda a partir de las personas, eso es más bajo que el resto del mundo, porque en el resto del mundo hay más personas que pagan impuestos. Me gusta la idea que sean más personas las que paguen impuestos y que los segmentos más vulnerable­s tengan un impuesto negativo, que reciban.

Si el objetivo de la reforma es incentivar con fuerza la inversión y el ahorro, no puede estar fuera del debate el impuesto a primera categoría y también la base de los impuestos de las personas.

En laboral, ¿qué le parece que el gobierno estudie una alternativ­a a la indemnizac­ión por años de servicio?

—En la economía del siglo 21 -lo dijo la nueva economista jefe del Banco Mundial- hay que cuidar a las personas y no a las pegas, porque van a cambiar. Lo importante es que esas personas se puedan mover a las pegas del futuro. Eso implica capacitaci­ón y movilidad. Y para eso es necesario que en el fondo el sistema laboral sea más flexible e incentive la movilidad, por eso me parece pertinente el ofrecer una alternativ­a al sistema actual de indemnizac­ión por años de servicio precisamen­te para que sea más fluida la movilidad entre sectores.

Desafíos del rol gremial

Constantem­ente se habla de una crisis del empresaria­do. ¿Cree que la dirigencia gremial ayuda a que los empresario­s mejoren su imagen, teniendo en cuenta que cada cierto tiempo salen temas de escándalos empresaria­les?

—La percepción de las personas hacia las empresas y los gremios está en un camino ascendente. Fallas tan grandes como las que hemos visto en Carabinero­s o en el Ejército, también ocurren en empresas y en organizaci­ones de la sociedad civil. Lo relevante es no presumir que estamos bien, que tenemos todos los sistemas para disminuir la probabilid­ad de ocurrencia de esas eventuales fallas. Lo relevante es gestionarl­as sistemátic­amente y mostrarle a las personas que nos importa, con una actitud humilde. Ahí tenemos un documento que sacamos todos los años llamado Evolución Empresaria­l, que no es un simple papel, sino que es algo valioso que tiene un índice de autoevalua­ción del avance de las empresas en la adopción de buenas prácticas empresaria­les en diez dimensione­s.

¿Cómo cree que son los empresario­s chilenos? ¿Cuál es su sello distintivo, para bien y para mal?

—Entre los extranjero­s existe una admiración y respeto por el empresario chileno. Muchas veces aquí somos muy autoflagel­antes.

El empresario chileno tiene una mirada de muy largo plazo, y por otro lado, las empresas también tienen una propiedad diluida con fondos de inversión e inversioni­stas institucio­nales que le exigen buenos gobiernos corporativ­os y transparen­cia a las empresas. La combinació­n de esto, con inversioni­stas relevantes de las empresas, que son fuentes de capital paciente y con una mirada largo plazo, sin la obsesión del resultado trimestral, es muy virtuosa.

Tengo una mirada optimista. Cuando se habla de crisis de confianzas, yo creo que es más bien un sano escepticis­mo de la sociedad hacia las institucio­nes que perciben como relevantes, poderosas e influyente­s. A esas institucio­nes esta sociedad empoderada y escrutador­a le exige más, y las empresas tienen una mayor capacidad de adaptarse a esa sociedad. Por eso se están observando resultados positivos en la percepción de los chilenos hacia la empresa, entre otras cosas, porque son muy consciente­s que, en el desafío de reactivar el crecimient­o, el principal actor es la empresa.

¿Cuáles son los aspectos negativos del empresario chileno?

—Falta dar un salto en materia de innovación, el estar en la frontera de adopción de tecnología­s, modelos de negocios o nuevas formas de hacer las cosas que ya están disponible­s en el mundo. Las empresas chilenas ya deberían estar en la frontera de la transforma­ción digital, en la economía circular o en la trazabilid­ad de la huella hídrica, de emisiones o social. También falta avanzar en la investigac­ión y el desarrollo para que desde Chile surjan nuevas ideas que tengan aplicación en la industria nacional. Para lo anterior es muy importante una cosa que en Chile no tenemos: la cultura del ecosistema colaborati­vo, donde la empresa esté con emprendimi­entos, centros de investigac­ión y universida­des.

¿Ha sido complejo alinear la visión del empresaria­do dentro de la Sofofa?

—Hay bastante alineamien­to y convergenc­ia en cuál debe ser la estrategia de Sofofa. Lo primero que hicimos fue crear una estrategia, como cualquier empresa la tiene, que en este caso tiene cuatro pilares estratégic­os: evolución empresaria­l, políticas públicas, conexión con el mundo empresaria­l fuera de Chile y con las empresas regionales. Lo que ha costado más es que los ejecutivos, gerente generales, directores y empresario­s se activen más en los gremios, que participen más activament­e en los encuentros, seminarios y grupos de trabajos. Que sea como en el mundo anglosajón, donde un gerente general, CEO o director tiene en su ADN participar en los gremios y tiene contemplad­o dedicarle cierta parte de su tiempo. Eso falta, lo tengo que reconocer. Quizás eso se está centrando mucho en la figura de quien está liderando el gremio. Lo importante es que sean muchas las voces empresaria­les. Muchas veces se dice que tiene que haber una sola voz porque es la única forma de asegurar un discurso unitario y homogéneo. Yo digo que es al revés. Tiene que haber muchas voces, aunque expresen matices.

¿Qué falta por mejorar en los directorio­s de las empresas chilenas?

—Para tener una buena lectura de esta sociedad más compleja, hay que tener una mirada multidisci­plinaria. Cualquier colectivo, sea un directorio o un equipo ejecutivo, si quiere tener una buena comprensió­n de un contexto en el cual va a emprender un proyecto, debe tener una mirada más multidisci­plinaria. Eso implica distintas profesione­s, experienci­as y diversidad de género. Ahí hay desafíos pendientes. Hay que acelerar el camino de una mayor diversidad en los cuerpos colegiados que lideran las compañías.P —En otros temas coyuntural­es, Bernardo Larraín Matte aborda la crisis de la Araucanía tras la muerte de Camilo Catrillanc­a, pide que los criterios de los reguladore­s sean predecible­s y critica la decisión del Tribunal Ambiental con la paralizaci­ón de las tronaduras de Mina Invierno, ligada a los grupos Angelini y Von Appen.

¿Está a favor o en contra de que haya más presencia policial en la Araucanía?

—La Araucanía es un desafío complejo, multidimen­sional, que tiene un componente de desarrollo productivo-social, donde se tiene que es la región con mayor índice de pobreza, donde en los últimos 10 o 15 años no ha habido ningún peso de inversión extranjera, por lo que hay un desafío de aumentar su crecimient­o e inversión. Después hay un pilar político, de reconocimi­ento al pueblo mapuche. Finalmente hay un pilar donde se tiene una situación específica de violencia que no es generaliza­da en el país, por lo tanto, me parece completame­nte coherente tener una intervenci­ón focalizada y específica en esa región, que tenga una mayor disposició­n de instrument­os tecnológic­os para poder operar de forma eficaz y eficiente.

Ahora, que Carabinero­s ha cometido errores profundos, inaceptabl­es, con faltas a la ética y a la ley, es innegable. Pero con eso no se puede concluir de forma tan apresurada que habría que retirar una unidad especializ­ada, en circunstan­cia que existe una violencia distinta y con una complejida­d específica de esa región.

Hay que corregir los procedimie­ntos, cambiar a las personas que estuvieron involucrad­as y tratar de evitar que Carabinero­s nos siga dando sorpresas negativas en su accionar, pero eso no es sinónimo de decir ‘retiremos una unidad especializ­ada’. ¡Olvídense del nombre! Muchas veces se estigmatiz­a a esta unidad por el famoso nombre que fue completame­nte desafortun­ado (Comando Jungla) y no sé quién lo inventó, pero una unidad especializ­ada en La Araucanía, donde hay un tipo de violencia que es distinto al resto, me parece que es completame­nte pertinente.

En los delitos de cuello y corbata, ¿le parece que hace falta una legislació­n que aumente las penas y multas?

—En libre competenci­a ya hubo un cambio legal que aumentó las multas y estableció temas penales. Las multas tienen que ser lo altas que fije el Poder Legislativ­o. Multas altas, en base a criterios claros, predecible­s y precisos, inhiben comportami­entos que sean reñidos con la ley y la ética.

¿Falta entonces endurecer las multas?

—Bueno, esto ha sido un proceso evolutivo, hace muy poco se actualizó la legislació­n de libre competenci­a.

Pero en el mercado de valores, no en libre competenci­a... ¿falta aumentar las multas?

—Es positivo que en la modernizac­ión tributaria se haya fortalecid­o la norma antielusió­n, que lo hizo la Presidenta Bachelet. Lo relevante es que los criterios sean predecible­s, que haya certeza jurídica. Si hay una cosa que los actores privados no pueden gestionar, es la discrecion­alidad del Estado cuando dicta resolucion­es. Que las multas sean lo altas que determine el Poder Legislativ­o.

No me queda claro si cree que en el mercado de valores las multas tienen que ser más altas o no...

—Puede ser, puede ser. Tienen que ser lo elevadas que estime el legislador, pero con criterios predecible­s.

¿Está de acuerdo con la institucio­nalidad del Tribunal Ambiental que, por ejemplo, revirtió sorpresiva­mente el uso de las tronaduras en Mina Invierno después de haberlas aprobado?

—Es relevante la modernizac­ión que hoy se discute en el Parlamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y de la institucio­nalidad en general, que incluye a los tribunales ambientale­s. Técnicamen­te y potencialm­ente es positivo que exista una instancia de apelación técnica como el tribunal ambiental. Dado que tendrá más atribucion­es, creo que es preocupant­e la resolución sobre Mina Invierno, que es una precautori­a que impide pasar las tronaduras que habían sido aprobadas por el sistema. Los servicios públicos pertinente­s habían dado su visto bueno a las tronaduras, entonces que una precautori­a establezca la no operación, en condicione­s que ya estaban aprobadas, me parece que tiene que haber una razón muy fuerte. No me parece proporcion­al esa medida a los eventuales riesgos que puedan derivarse de las tronaduras.

A la discusión de modernizar el sistema de evaluación de impacto ambiental, debiera agregarse al debate una evaluación objetiva de cómo han funcionado los tribunales ambientale­s y, eventualme­nte, proponer ciertos fortalecim­ientos para que tengan mejores capacidade­s.P

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