Francisco Campo, experto en medioambiente: “El planeta se va a autorregular y eso es lo que me da miedo”
RADICADO hace más de 40 años en España, Francisco “Pancho” Campo (57) ha desarrollado una extensa carrera asociada al deporte, la producción y el cuidado del medioambiente. Es esta última faceta la que ha centrado la mayor parte de su atención. El ex tenista profesional es uno de los miembros más activos del grupo de “200 Líderes por el Cambio Climático”, instancia a la que fue invitado en 2006 por Al Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz. Desde entonces, ha organizado más de un centenar de congresos y conferencias en más de 30 países, codeándose con autoridades de la talla de Barack Obama, Kofi Annan y la directora de la Unesco, Irina Bokova. De visita en Chile, Campo se refirió a las temáticas que debieran tratarse en la Conferencia Anual de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP24) -que se desarrolla en Katowice- y los desafíos de Chile en materia de sustentabiliad, entre otros.
En el marco de la COP24, ¿qué desafío tienen los participantes?
—Hay que mentalizar a la ciudadanía y a la población, para que ellos entiendan que el esfuerzo para mitigar y adaptarse al cambio climático no tiene que ver sólo con el gobierno, sino que de cada uno de nosotros. Son muy pocos los países que lo han logrado y ese sería un buen enfoque para la cumbre.
¿Cómo se puede generar ese cambio cultural?
—Países modernos como Chile y España son los causantes del cambio climático. Sin embargo, los con menos recursos son los que en verdad resultan más perjudicados. Estos representan a la gran mayoría. Es por este motivo que el reto de nuestra sociedad, es hacerle frente al cambio climático. Hay que alterar nuestro modelo de convivencia, actitud y economía. Es necesario moderarse y actuar de una manera más sostenible.
¿Cómo ve a Chile en este ámbito?
—Hay mucha conciencia. Los medios de comunicación están hablando sobre el tema y también las autoridades. Es decir, se está avanzando en la dirección correcta.
¿Cómo evalúa el cambio entre las visiones de los presidentes Obama y Trump en materia de medioambiente?
—El cambio que se produjo con Trump fue un golpe bajo, pues costó que se aprobara el Protocolo de París, y él lo borró de un plumazo apenas entró en la Casa Blanca. Todos tenemos que darnos cuenta de que el esfuerzo individual es algo importante. Por suerte en Estados Unidos existen otras autoridades que continuaron impulsando el cuidado por el medioambiente, como algunos gobernadores.
¿Cuál es el rol de los jóvenes?
—Es súper importante trabajar con ellos, porque están más abiertos y receptivos. Estos exigen un mayor respeto por el medioambiente y los trabajadores, por lo que ahí es dónde hay que impulsar los cambios. Es necesario que la nueva generación salga mentalizada con el hecho de que este es un problema que van a lograr solucionar. Si bien la gente dice que el planeta está mejor, porque hay menos desempleo, violencia y criminalidad, el cambio climático es la única cosa en la que hemos ido para atrás. Hay que tomar conciencia.
¿Cuál es el rol de las empresas frente al cambio climático?
—Por desgracia, la única forma para convencer a los empresarios y multinacionales -quienes tienen que rendir beneficios al final del ejercicio a todos sus accionistas- es que la balanza de pagos sea positiva. Es decir, que invertir en el cambio climático les reporte más beneficios. Vivimos en una sociedad donde todo es ganar y consumir.
¿Cómo se puede generar un cambio?
COP24 “El esfuerzo para mitigar y adaptarse al cambio climático, no tiene que ver sólo con el gobierno ”.
CONCIENCIA “Vivimos en una sociedad donde todo es ganar y consumir”.
—Hay que demostrarle a las empresas que apostar por las energías renovables y un planeta más verde, no sólo es bueno para la tierra, sino que también es rentable. Ese es el enfoque que está funcionando. Este es el propósito de los foros y cumbres sobre la materia.
CULTURA “Este planeta tiene agua limitada, por lo que es clave establecer políticas sólidas”.
¿Cuál es el problema de las culturas latinas?
—Nos hemos acostumbrado a que los problemas los solucione el gobierno, la municipalidad o el jefe, lo que nos ha quitado empoderamiento. Tiene que llegar el momento en que cambiemos. Es necesario establecer una mentalidad emprendedora, que busque hacer mejor las cosas.
En materia legislativa, ¿dónde están las mayores urgencias?
—El problema más grande que va a tener la humanidad con el cambio climático, es la disponibilidad de los recursos hídricos. Este planeta tiene agua limitada, por lo que es clave establecer políticas sólidas en todos los países,
¿Como cuáles?
—Trasvase de ríos, desalinización y gestión del agua, entre otros.
¿Cuál es el principal obstáculo?
—La politización del cambio climático, porque no es un problema de izquierda ni de derecha.
¿Cuál es la principal causa del daño ambiental?
—Somos demasiados, por lo que hay que desarrollar políticas que orienten la tasa de reproducción, no como la que se ha implementado en China, claro. Sin embargo, va a llegar el momento en que el planeta no tendrá los recursos suficientes para ser sostenible.
¿Qué puede ocurrir?
—El planeta se va a autorregular y eso es lo que me da miedo. Se podría repetir lo que ocurrió con la peste bubónica o en la Segunda Guerra Mundial. Nuestra propia tecnología nos está jugando una mala pasada. Si vemos la historia de la Tierra como si fuera un día de 24 horas, podríamos decir que los humanos hemos estado acá sólo unos segundos. Sin embargo, han sido muy destructivos.
Usted que ha trabajado con Al Gore, ¿cuál es la verdad incómoda de Chile?
—La minería es uno de los temas pendientes, pues es un asunto delicado en materia medioambiental. Sin embargo, tengo que recolectar más información sobre la materia. Además, me llama la atención que los períodos que duran las presidencias del país son muy cortos. Los primeros dos años se enfocan en la toma de posesión y los otros dos, se dedican a la campaña. En el último tiempo se cambió de Piñera a Bachelet y de esta última al actual Presidente, son políticas totalmente diferentes. ℗