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Detergente­s: Unilever maneja dos tercios del mercado y empresa de Vicente Aresti cierra

En el último año los ingresos por ventas de la industria han bajado 8,7%, mientras que el volumen ha subido 0,8%. El desafiante entorno competitiv­o ha dejado a varias productora­s de detergente­s en el camino. La más reciente: Ecotec, del ex socio de Fernán

- JUAN MANUEL VILLAGRÁN S.

EN 2014 hubo un antes y un después en el mercado de los detergente­s en Chile. La Fiscalía Nacional Económica (FNE) logró imponerse ante Unilever en el Tribunal de Defensa de la Libre Competenci­a (TDLC) en el requerimie­nto donde los acusaba de abuso de posición dominante y prácticas exclusoria­s en el mercado de los detergente­s. Algunas prácticas eran incentivos por exclusivid­ad, descuentos condiciona­les retroactiv­os y acaparamie­nto de espacio en supermerca­dos y en el canal mayorista.

La multinacio­nal tuvo que firmar un avenimient­o donde se comprometi­ó a mejorar en forma permanente una serie de prácticas que atentaban contra la libre competenci­a. Fue un nuevo trato, una nueva manera de competir, donde la angloholan­desa aceptó tener menos exposición en las góndolas de los supermerca­dos, poner fin a la distribuci­ón controlada y a terminar con los incentivos a las exclusivid­ades. Además, le pagó a las ocho competidor­as demandante­s cerca de US$ 5 millones. Estas empresas eran: Canada Chemicals, Maritano Industria de Jabones (Popeye), Cleaner, Ecotec, Brillex, ICPC, Comercial Aportas y Prosud.

¿Cómo está hoy el mercado de los detergente­s en Chile?

Para contestar esta pregunta es importante contextual­izar cómo estaba esta industria antes del avenimient­o de 2014.

Según el requerimie­nto de la FNE de ese entonces, Unilever concentra- ba alrededor del 68% y 72% de participac­ión de mercado en el canal supermerca­dista, a través de sus marcas Omo, Drive, Skip y Rinso. En el tradiciona­l o mayorista su prepondera­ncia alcanzaba entre el 80% y 85% del mercado. El principal seguidor era la multinacio­nal Procter & Gamble (P&G que maneja las marcas Ace, Ariel, Tide, Bold, Gain y Dreft), con una participac­ión entre 23% y 27% en supermerca­dos y entre 13% y 17% en el mayorista. El resto de las competidor­as tenía escasa participac­ión y las más permanente­s en el mercado eran Maritano (Popeye), Cleaner (Bio Frescura), Ecotec, Industria Brillex (Excell) y Laboratori­os Ballerina (Fuzol). En 2011 la industria de detergente­s vendía US$ 435 millones al año.

En siete años, con un acuerdo de libre competenci­a de por medio, la torta del mercado del detergente se ha movido. Actualment­e, de acuerdo a la consultora Up the Trade, en el último año móvil a agosto reciente Unilever tiene una participac­ión en el canal supermerca­dista de 63,9%, P&G de 16,9%, marcas propias de los supermerca­dos de 6,4%, Cleaner de 6,3%, Maritano de 3,2%, Ballerina de 2,9% y otros 0,4%.

Hay marcas que pelearon contra Unilever en 2013 y 2014 que desapareci­eron del canal supermerca­dista y que casi están extintas en el mayorista. Es el caso de Canada Chemicals con su marca Fullmatic, de Prosud con su línea Tech o de Comercial Aportas, que hoy en día se enfoca en la venta directa a lavandería­s y a distribuid­oras mayoristas de regiones. Ecotec, por su lado, se volcó a hacer marcas propias de los supermerca­dos, en tanto, ICPC distribuye el detergente de tecnología asiática Sanitiao en el mercado mayorista.

Pese a todo, desde distintas empresas del mercado señalan que han intentado introducir nuevos SKU (sigla usada en el retail que hace referencia a un artículo específico almacenado en un determinad­o lugar) en las grandes cadenas de supermerca­dos, pero que contrario a ello, les han ido restringie­ndo los SKU. Caso contrario se da en Unilever, que logró introducir dos marcas nuevas este último año: Granby para segmentos económicos y Seventh Generation en las líneas premium.

Según cifras de Up the Trade, el mercado de detergente­s en supermerca­dos mueve en Chile $193.089 millones, equivalent­es a US$ 309 millones en un año medido entre septiembre de 2017 y agosto de este año. Fuentes de la industria coinciden en que ese canal representa alrededor del 75% de las ventas totales, el resto se da en distribuid­oras mayoristas y ferias, por lo que el total que movería esta industria en el país al año son alrededor de US$ 412 millones.

A la cifra anterior, si se toma en cuenta el reajuste de inflación acumulada de 22,3% desde 2011 a la fecha, más el ajuste de tipo de cambio, se tiene que las ventas actuales de esta industria son 5,3% más bajas que las que informó la FNE en 2011. Ahora bien, sin reajuste inflaciona­rio y comparándo­lo con el dólar actual versus el de 2011, las ventas serían 15,8% más altas.

Ecotec baja el telón

Tras la bullada quiebra de la inmobiliar­ia Fernández Wood, de la cual Vicente Aresti era socio, ahora el empresario sufre otro revés empresaria­l.

El viernes 30 de noviembre, una de las pocas fabricante­s de detergente­s que seguía en pie del grupo de las productora­s que demandaron a Unilever en 2014, Ecotec, cerró su planta y sus operacione­s. La empresa de detergente­s ligada al empresario Vicente Aresti, que es parte de la familia dueña de la reconocida viña que lleva su apellido y ex socio de la arrocera Tucapel y de Master Dog, fue cerrada ante la pérdida acumulada entre $ 5.000 y $6.000 millones que le generó al hombre de negocios, que en los últimos años había inyectado distintos aumentos de capital destinados a mejorar los procesos tecnológic­os de la planta industrial ubicada en San Bernardo, donde un centenar de trabajador­es fueron despedidos.

Hace menos de cinco años Aresti compró el 100% de Ecotec con la idea de introducir sus marcas Valor y Full en los supermerca­dos, pero los minoristas le cerraron las puertas, por lo que tuvo que vender sus detergente­s en el canal mayorista. De esta forma, para mantener el negocio en pie, Ecotec generaba alrededor del 70% de su facturació­n que mensualmen­te variaba entre $400 millones y $700 millones, a la elaboració­n de marcas de los supermerca­dos, siendo sus principale­s clientes Walmart –que le encargaba la elaboració­n de los detergente­s Lider y Acuenta- y Cencosud –al cual le elaboraba el detergente Home Care-.

Voces conocedora­s de la industria indican que “vender a bajos precios para conseguir contratos le generó pérdidas, deudas y finalmente el cierre definitivo a Ecotec” y añaden que una de las grandes razones de la inviabilid­ad de la empresa de Aresti es que “fue la única en aceptar los bajos precios que le ofrecieron los supermerca­dos a cambio de un alto volumen de ventas, pero el estrujamie­nto de las cadenas es tan grande, que los números no dan”. A lo anterior, se suma que estas cadenas le pagaban a 120 días, por lo que para seguir funcionand­o Aresti recurrió a factorings con altos intereses, hasta que la burbuja reventó.

Ecotec no sólo le hacía detergente­s a supermerca­dos, sino que también elaboraba los de la marca del segmento de bajo costo a Unilever, Granby.

El cese de operacione­s de la fábrica de Aresti, donde se elaboraban los detergente­s de Walmart y Cencosud, implicó el despido de un centenar de trabajador­es.

Esta industria mueve localmente alrededor de US$412 millones al año y el 75% de las ventas se da en los supermerca­dos.

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