Estrategia basada en modelos mentales
La evolución del pensamiento estratégico en los últimos 30 años muestra el cambio desde lo estructural, los procesos, hasta el actual predominio de lo cognitivo y sus profundas implicancias para nuestra actual forma de emprender e innovar.
Originalmente gurúes como Porter nos recomendaban preocuparnos del atractivo de las industrias, de lo estructural y formal. También de planificar a largo plazo siguiendo la jerarquía, inspirados en la economía y la ingeniería. La siguiente generación encabezada por Hamel y Prahalad, nos revelaría una mirada más dinámica del mundo, enfatizando procesos que trascienden los feudos internos y enfocado en desarrollar competencias: capacidades, conocimientos y recursos estratégicos.
Pero seguíamos en la misma cancha de siempre: grandes organizaciones, inexpugnables, admiradas y temidas en sectores consolidados y atractivos.
Hasta que empezaron a caer las estrellas. Sujetas a la disrupción -no sólo tecnológica- descrita por Clayton Christensen, de productos más básicos, simples y baratos que fueron dejando obsoletos a líderes aferrados a soluciones de alto margen, pesadas estructuras, infranqueables muros y procesos internos. La incertidumbre se instalaba desde la tecnología, movimientos sociales y cambios políticos.
La respuesta a este nuevo escenario ha provenido de la acción ¡enhorabuena! Métodos “lean”, ágiles y anclados en las nuevas posibilidades de la tecnología, las redes y la colaboración se han propagado, experimentando, jugando e involucrando a los espíritus inquietos y decididos de las organizaciones. El énfasis está más en los resultados y en la actitud que en el conducto regular.
Hoy, es fácil confundir forma con fondo y perder de vista lo que realmente está cambiando. Estamos entrando en la caja negra y entendiendo los aspectos cognitivos. Los modelos de negocios sostenibles hoy se basan en modelos mentales personales, organizacionales y sociales. Esto es lo que proponen Sarasvathy, Silberzahn
y Rousset. La conclusión proveniente del emprendimiento y la innovación es que los modelos mentales son la estrategia.
Recibir a un extraño a dormir en casa, impensable hace pocos años, está “in” hoy. No tener auto propio era raro hace poco, y hoy muy usual. Esto es producto de los nuevos modelos mentales.
Organizaciones exitosas empiezan a movilizarse desde la acción con cinco principios de gran impacto y de aplicación inmediata: Aceptar la realidad donde están nuestros clientes, y
stakeholders, en vez de aferrarse a un objetivo ideal, y partir con lo que tenemos a mano; sustituir el modelo de estimar la ganancia esperada, inútil en incertidumbre, y decidir en función de cuánto estoy dispuesto a perder para experimentar, aprender y actuar; cultivar un modelo de colaboración abierta y tolerante con otros dispuestos a sumarse, para juntos ir descubriendo y construyendo una aspiración común, en vez de limitarnos por objetivos anacrónicos; vivir en “modo beta” abiertos a contingencias, para incorporar nuevos medios y pivotear incesantemente, en vez de evitar sorpresas; no asumir que el mundo y el modelo mental es fijo y estable, sino forjar y hacer evolucionar el contexto.
Tres décadas de cambios y en la manera como nuestra caja craneana se aleja de representaciones mentales idealizadas (la caverna de Platón), para empezar a afianzarse en lo real, a través de acciones colectivas, que ayudan a nuestro cerebro a crecer, desarrollarse y realizarse. Bienvenidos a la Estrategia de Modelos Mentales.P